23 septiembre 2015

Sesquidécada: septiembre 2000

¿No tenéis la sensación a veces de que hechos del pasado se configuran con el tiempo, casi por azar, en presagios de lo que vivís en el presente? Esta sesquidécada, con protagonista único, es un ejemplo de esto que digo. En septiembre de 2000 entró en mi biblioteca Los trabajos de Persiles y Sigismunda, de Miguel de Cervantes. Podría decir que ya entonces estaba envenenado por el virus cervantino, pero en realidad compré aquella edición de Alianza porque tenía un disquete (sí, de aquellos de 1,44 Mb) con una edición digital del texto. Para los más jóvenes, habría que decir que en aquella época estaban empezando a funcionar algunas bibliotecas virtuales, entre la que destacaba precisamente la Miguel de Cervantes, hoy referente inexcusable para los filólogos (y en la que podéis encontrar una versión digital del Persiles). Al margen de aquellas excepciones, conseguir ediciones digitales dependía del afán de alguna universidad norteamericana o del trabajo solitario de algún letraherido con página web personal, como Luis López Nieves, el artífice de Ciudad Seva, otro monumento literario. Ante aquella modernidad del disquete, adquirí muy ufano dicha edición, aunque debo confesar que el formato en que venía el texto era tan extraño que acabé por arrinconarlo y leerlo en papel, como toda la vida. Sin embargo, gracias a esta anécdota, ya veis que en aquel lejano septiembre de 2000 se conjuraron, sin que yo lo presintiese siquiera, Cervantes y las TIC, lo digital y lo clásico, este binomio que quince años después todavía no he logrado deshacer.

Más allá de esas circunstancias particulares, el Persiles es una novela solo recomendable a buenos lectores que, además, conocen la tradición literaria del momento y valoran una obra en su contexto. Lo digo porque a veces, los profes de literatura explicamos la novela bizantina, el género en el que se incluye esta obra, diciendo que eran relatos de aventuras, con personajes enamorados que luchaban contra su destino, que superaban mil pruebas y que siempre andaban saliendo de una para caer en otra. Tenemos nuestra parte de razón, pero deberíamos reconocer que la novela bizantina, como género, es aburrida para el lector actual. Aburrida por previsible, por artificiosa, por la desnudez psicológica de sus personajes, demasiado tópicos. Curiosamente, esa rigidez era la que animó a Cervantes a escribirla, como exigían los cánones literarios del momento, y a considerarla además su obra más perfecta, por encima del propio Quijote. Fue para Cervantes su testamento literario, un empeño en el que entregó casi su último aliento. Dice así en el Prólogo, escrito tres días antes de su muerte:

Puesto ya el pie en el estribo, 
con las ansias de la muerte, 
gran señor, ésta te escribo
Ayer me dieron la Estremaunción y hoy escribo ésta. El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir (...)
Leí aquella novela hace quince años y me dejó un poso agridulce: también yo pensé que los profes de literatura me habían engañado prometiendo enredos que no llegaron a emocionarme, y no hallé en el Persiles esas aventuras divertidas y trepidantes que esperaba; sin embargo, como buen filólogo, comprendí que la literatura es también un juego del escritor con los lectores de su época, que Cervantes entregó en ese viaje a la perfección del Persiles toda su técnica narrativa en el mayor grado, que debía agradecerle que, 400 años después, yo pudiese sentirme un "lector normal" de aquellos años convulsos. Y sentí en aquel momento también un poco de pena por él, que hubiera preferido pasar a la fama por este Persiles y no por aquel Quijote que lo ha hecho inmortal.

P.D: Os recuerdo que en las redes, hasta fin de año, seguimos con Cervantes y las TIC en la segunda fase del proyecto Quijote News. Animaos a participar.

P.D. bis: Mi amigo Gorka ha empezado sus emisiones del Recreo, el podcast educativo que recoge en una de sus secciones (a partir del minuto 31) estas sesquidécadas.


08 septiembre 2015

Temporada de MOOC

Llega el inicio de curso y lo hace como siempre, con toda la intensidad con la que empiezan las cosas de aula: frenesí, vértigo, emoción, prisa, sueños, ilusiones... También empieza, para algunos, la hora de actualizarse, la hora de la formación. En la Escuela, la formación más efectiva, según he ido comprobando, es la que se hace entre iguales, sobre todo si se puede establecer una comunidad de aprendizaje en común que tenga suficientes elementos de contagio, es decir, que formador y alumno compartan intereses y desempeñen funciones similares. El problema de esta formación es que los docentes de aula no tenemos tiempo durante el curso para entrar en otras aulas o para que otros docentes entren a la nuestra (como ya he defendido hace muy poco). De ahí la necesidad de otro tipo de formación del profesorado: la que ofrecen los CEFIRE (CEP, CPR, etc.), la formación a distancia y, sobre todo, la autoformación, algo que hay que tener en consideración si tenemos en cuenta que todos los docentes somos personas con estudios universitarios y por ello potencialmente capaces de aprender por nosotros mismos. 
En este sentido, especial importancia cobra en los últimos tiempos la formación que ofrece el INTEF, bien sea a través de los cursos tutelados de Formación en Red o bien a través de los MOOC, cursos masivos y abiertos en red. Por suerte, he podido participar en ambas modalidades tanto de alumno como de tutor, y sé que tienen bastantes virtudes y algún que otro defecto. Entre las primeras están la posibilidad de conectar con muchos docentes en la red, el acceso a herramientas y recursos que pueden ser útiles para el aula, el seguimiento por parte de tutores que han puesto en práctica esas tareas, el trabajo en equipo... Quizá esta última virtud sea también fuente del principal defecto, la dificultad de organizar tareas en grupo desde un curso virtual, sobre todo por el escaso hábito de los docentes a la hora de trabajar en equipo. No obstante, la satisfacción personal tras mi experiencia como curador de contenidos en el #ABPMooc_INTEF, cuyos materiales siguen a vuestra disposición, me lleva a animaros a conocer estos MOOC, en los que uno puede marcarse sus propios objetivos y en los que el único compromiso es aprender y compartir, poniendo siempre un poco de voluntad. 

La oferta actual es la siguiente y podéis encontrar más información en el blog de Educalab del INTEF:
  • Enseñar y evaluar la competencia digital (2ª edición)
  • Entornos personales de aprendizaje (2ª edición)
  • Aprendizaje basado en proyectos (2ª edición)
  • Cómo introducir la programación y la robótica educativa en todas las materias
  • Uso Educativo de la Narración Digital
  • eTwinning en abierto (2ª edición)

01 septiembre 2015

Apología de la docencia compartida


Este inicio de curso viene cargado de novedades, sobre todo al hilo de la implantación de los nuevos currículos de Secundaria y Bachiller. Al margen de las cuestiones políticas, el desarrollo del currículo insiste en la aplicación de metodologías activas en el aula: trabajo por proyectos, clase invertida, uso de las TIC, fomento del trabajo en equipo... Es una exigencia curricular, con un apremio mayor que el que se vislumbraba en la LOE o en la LOGSE, donde aparecía como una declaración de intenciones algo difusa entre demasiados objetivos y criterios de evaluación. Esa exhortación al cambio metodológico viene también recogida en el BOE de enero de 2015, de modo que ni siquiera la derogación o paralización de la LOMCE debería servir de coartada para eludir nuestra obligación de revisar métodos y práctica docente.
No voy a hablar del trabajo por proyectos, porque de ABP podéis encontrar ya en este blog muchas reflexiones; tampoco hablaré de clase invertida, pues hay muchos colegas, como Manuel Jesús Fernández, compartiendo experiencias que os pueden servir de acicate y modelo. Voy a hablar de docencia compartida, una metodología no muy habitual que se puede combinar con todas estas otras novedades que van surgiendo. Aquí os hablaré desde mi experiencia personal, aunque podéis encontrar en la red materiales interesantes bajo otras perspectivas, como, por ejemplo, los recogidos en unas Jornadas sobre Docencia Compartida en Canarias.

Llevo desde el año 2008 poniendo en práctica la docencia compartida junto a Elena Cervero, una compañera de mi departamento de Lengua. Se trata de impartir clase en un aula los dos docentes de manera conjunta, sin desdoblar el grupo y sin segregar alumnos con dificultades. Aplicamos este método en los grupos de 2º de ESO, donde hay diversas posibilidades de atención a la diversidad: desdoble (dividir el grupo en dos mitades similares y homogéneas), grupos flexibles (segregar al alumnado con mayor dificultad en un grupo reducido) y docencia compartida. ¿Por qué optamos por esta última? Porque nuestro centro tiene grupos muy complejos con alto índice de fracaso y pensamos que las dos primeras opciones no satisfacían las necesidades reales del alumnado. Con la docencia compartida podemos articular una intervención más eficaz y versátil en todo momento; también permite convertir el aula en un gran taller polifuncional, algo que nos ha permitido llevar a cabo con éxito proyectos como "20 años después..."
Expliqué hace unos años las ventajas e inconvenientes de la docencia compartida. Pasado el tiempo sigo defendiendo la mayoría de ellas y añado algunas actualizadas:

  • Todas las decisiones que se toman en el aula han de ser consensuadas previamente, por lo que resulta difícil incurrir en fallos o cometer descuidos. 
  • Se toma conciencia de los aciertos y errores de cada uno de los profesores y se complementan sus habilidades. 
  • Se aceptan términos medios en metodologías dispares. 
  • Se establecen criterios de evaluación mucho más precisos a la hora de calificar. 
  • Se puede estar en varios sitios a la vez (uno se queda en el aula y el otro va a por material, por ejemplo) 
  • Nunca se pierde clase por falta de un profesor.
  • Se pueden manejar materiales distintos o trabajar distintas tareas en una misma clase. 
  • Se da respuesta inmediata a cualquier contingencia. 
  • Hay una mayor atención a la diversidad; por ejemplo, uno de los docentes puede atender durante más tiempo a un alumno con N.E.E. mientras el otro sigue el ritmo normal. 
  • Se pueden aplicar de manera inmediata y con mayor justicia las normas de convivencia; por ejemplo no hay que parar la clase si hay un alumno disruptivo, pues un docente lo acompaña fuera y llama en el mismo momento a la familia si es preciso. 
  • Hay menos liderazgo en las aulas y se 'democratiza' el espacio.
  • Se puede gestionar el aula como un taller de trabajo (ideal para el ABP)
  • Se puede dividir el aula en dos grupos separados si se necesita puntualmente.
También algunas dificultades siguen presentes, sobre todo las referidas a la falta de horas para coordinarnos fuera del aula, aunque el principal problema es que la administración nunca nos ha garantizado recursos para mantener esta metodología y tenemos que luchar por ella año tras año (para este curso que empieza, por ejemplo, por ser malos nos quedamos sin ello).

Llegados a este punto, debo aclarar que esta metodología está indicada sobre todo para 1º y 2º de ESO, donde muchos centros suelen (o solían) contar con horas de refuerzo para profesores de asignaturas instrumentales, generalmente, o para los planes de atención a la diversidad. También señalo que en nuestro caso somos dos docentes de la misma especialidad y con la misma responsabilidad en el aula, tanto para la docencia como para la evaluación. Me consta que hay experiencias similares con un profesor de secundaria y un maestro de Pedagogía Terapéutica; en esos casos, el reparto de roles sería distinto.
Para los que se planteen trabajar de este modo en sus aulas, ahí van algunas recomendaciones:
  • Los docentes implicados deben compartir, al menos, una misma visión de la Educación, teniendo claras las funciones del docente y las necesidades del alumnado.
  • Se necesita consensuar previamente los criterios de calificación, privilegiando el cumplimiento de las tareas sobre la nota de los exámenes.
  • Se debe reducir al mínimo la explicación teórica, pues la presencia de dos docentes garantiza que las dudas se resolverán en la medida en que se realizan las tareas. Importante: las tareas se realizan en el aula y se limitarán al mínimo los deberes para casa.
  • Los docentes actúan como supervisores de aula en igualdad de condiciones, aunque en alguna tarea puntual puedan asumir el control único en función de sus habilidades.
  • Hay que reservar horas (generalmente fuera de horario) para planificación, seguimiento y evaluación de los grupos compartidos.
  • La evaluación ha de ser siempre colegiada.
  • Trabajar dos docentes en el aula significa para los alumnos doble atención, no la mitad de trabajo para los docentes.
  • Es conveniente preparar alguna autoevaluación para monitorizar la práctica docente.
Como digo, llevamos siete años trabajando así y, en cuanto nos dejen de nuevo, volveremos a ello. Los alumnos del máster de secundaria que vienen a ver nuestras clases suelen llevarse una grata impresión, a la vez que se sorprenden porque no habían oído hablar nunca de esta posibilidad. Os animo a que lo probéis, sobre todo porque hay que abrir las puertas del aula y romper de una vez por todas con la imagen del profe como lobo solitario que soporta en silencio sus alegrías y tristezas a puerta cerrada.

Crédito de la imagen: 'compass04'

12 agosto 2015

Sesquidécada: agosto 2000

Dicen que el verano es tiempo ideal para leer libros largos, novelones a los que dedicar horas sin prisa, tiempo de best sellers intranscendentes si es preciso. En esta sesquidécada que recupera lecturas de agosto de 2000 también se reseña un novelón, aunque tiene poco que ver con un best seller. Se trata de Sombras sobre el Hudson, del premio Nobel Isaac Bashevis Singer. Si no recuerdo mal, llegué a esta obra por alguna reseña de Antonio Muñoz Molina, que en aquella época estaba muy centrado en la cultura judía (poco después publicaría Sefarad, una interesante novela sobre los sefardíes).

Sombras sobre el Hudson es más que una novela río, una novela océano, como apunta Eduardo Chamorro. Tanto el estilo como la trama recuerdan mucho a las novelas del siglo XIX. Bashevis Singer sustituye el Madrid de Galdós por la comunidad judía de Nueva York y ofrece un minucioso despiece de personajes y costumbres, por lo general marcados por el signo de un holocausto demasiado cercano. En mi caso, esta lectura me acercó a la cultura judía más allá de los guiños cómicos de las películas de Woody Allen, John Goodman en el Gran Lebowsky o la saga de El padre de la novia, que llegarían después. En alguna ocasión he vuelto a autores de este estilo, como Saúl Bellow, pero reconozco que me parecen más interesantes las visiones críticas o abiertamente cómicas, como la de El lamento de Portnoy de Philip Roth.

En cuanto a los novelones de verano, sigo manteniendo en parte esa costumbre. El verano pasado me atreví con Anna Karenina y ahora mismo estoy enfrascado en La broma infinita, de David Foster Wallace, otro de esos libros raros y largos que ponen a prueba a los lectores impenitentes. Por suerte, mi amigo Joselu retroalimenta mi lectura con la suya. A ver si llegamos ambos a buen puerto. 

29 julio 2015

Colaboración: recursos lexicográficos

Como bien sabéis, este blog no admite publicidad ni se sostiene con patrocinadores. Eso permite que las publicaciones sean producto exclusivo de mis intereses y manías. Sin embargo, tampoco he dudado nunca en promocionar libros o páginas que me han parecido interesantes. Hace unos meses, me enviaron desde Okodia, una web dedicada a la traducción, un artículo en el que explicaban qué recursos lexicográficos usaban frecuentemente. Me lo enviaban sin ningún compromiso, pensando que encajaba en la línea de este blog y que podría hacerles algo de promoción sin resultar invasivo. Les dije que lo pensaría y que quizá los meses de verano eran el mejor momento para este tipo de colaboración. De modo que os dejo a continuación ese artículo y vosotros veréis si os resulta útil.

Recursos útiles para profesores

En la imagen de cabecera de este interesante blog Re(paso) de lengua leemos que está dedicado especialmente a los profesores de lengua y literatura. Nosotros también queremos aportar nuestro granito de arena a esta “Cueva de Ali Babá” y compartir con sus lectores algunos de los recursos web que nosotros utilizamos en nuestro trabajo diario como traductores. Esperamos que os sean tan útiles como a nosotros. ¿Empezamos?

Los imprescindibles diccionarios
¿Qué sería de un profesional de la lengua (o de un traductor) sin una herramienta tan clásica como es un diccionario? 

Afortunadamente ya hemos dejado atrás esos días en que teníamos que acarrear no uno, sino dos y tres gordísimos diccionarios en nuestra cartera. Una de las maravillosas ventajas de las TIC es que nos permite “llevar puesto” nuestro diccionario favorito. 

Como te imaginarás, los traductores utilizamos diccionarios muy diversos, depende del proyecto y el idioma en el que estemos trabajando en cada momento. En las traducciones no especializadas los siguientes podrían ser nuestros “imprescindibles”: 

DRAE

El diccionario de la Real Academia de la Lengua en línea. Todavía no está disponible la última edición publicada en octubre del 2014 –la 23ª- pero la anterior es perfectamente válida para comprobar rápidamente las distintas definiciones de ese término que estamos traduciendo o, en vuestro caso, enseñando. Esta interesante herramienta se puede consultar a través de la página web de la RAE: www.rae.es o bajar directamente una app gratuita en nuestro móvil inteligente: 
Diccionario Inglés/Español
Hoy en día es completamente imposible impartir clases de lengua y literatura sin contar con un buen recurso que nos permita verificar una traducción al llamado idioma universal, el inglés. En nuestra empresa de traducciones manejamos distintos diccionarios generales para verificar rápidamente la traducción de un término. No te fíes de todos los diccionarios en línea gratuitos que existen. Como sabes la traducción que nos ofrecen muchos de ellos (incluido el todopoderoso Google Translate) es, como mucho, orientativa. Nuestro favorito, con diferencia, es Linguee. ¿Lo conoces? Es muy útil para comprobar la traducción de un término o una frase concreta. Su dirección: www.linguee.es

Diccionario de términos jurídicos de la UNED

Como te imaginarás, conocer todos y cada uno de los términos, giros y frases hechas de la legislación española, europea e internacional sería una auténtica locura, así que nuestros traductores jurados guardan bajo la manga diferentes herramientas que les ayudan en su trabajo. Una de estas herramientas es el diccionario o enciclopedia jurídica de la Universidad de Educación a Distancia. No contiene todos los términos que un traductor jurado utiliza en su trabajo, pero sí los suficientes para empezar. Es una herramienta interesante para ti, profesor, si estás trabajando en clase algún texto relacionado con la justicia. La dirección: www.uned-derecho.com/diccionario/
Además, si trabajas en la Comunidad Autónoma Catalana te puede ser de utilidad apoyar este recurso con este otro: Terminología jurídica y administrativa español>catalán

Enciclopedias: los compendios del saber
Que levante la mano el profesor que nunca ha consultado una enciclopedia ¿Hay alguien? ¿No, verdad? A pesar de que los grandes buscadores de Internet nos permiten acceder en un segundo a miles de artículos sobre un tema concreto, guardar en la recámara una o dos enciclopedias rigurosas y fiables es – debería ser – una asignatura obligatoria para los profesionales de la docencia y, también, de la traducción. Existen cientos de enciclopedias de calidad en la inmensa red de redes. Esta es nuestra selección: 

Enciclopedia Británica
Para muchos docentes la famosa Encyclopedia Britannica es la mejor del mundo. Quizá sea una exageración, pero sí que es cierto que esta prestigiosa publicación ha sabido adaptarse estupendamente al avance de las tecnologías de la información y la comunicación. Este recurso es uno de los favoritos de nuestro equipo de traducción sobre todo por la alta calidad de los miles de artículos que almacena. Aquí te dejamos su enlace: www.britannica.com/

Wikipedia
1000 millones de usuarios satisfechos no pueden equivocarse, ¿verdad? La enciclopedia libre Wikipedia nació en el año 2011 de la mano de dos visionarios del mundo web, los norteamericanos Jimmy Wales y Larry Sanger. Basada en el concepto de software libre y accesible, Jimmy y Larry pusieron los cimientos de la que hoy es una de las herramientas de trabajo imprescindibles para numerosos sectores laborales, incluidos los profesores de lengua y literatura. Seguro que conoces más que de sobra su enlace web, pero por si acaso: http://es.wikipedia.org

Para tus estudiantes también existen enciclopedias similares a Wikipedia pero más adaptadas a su edad. Un par de ejemplos de calidad:
  • Vikidia: Especialmente adaptada para niños de edades comprendidas entre los 8 y los 13 años. Hoy por hoy contiene cerca de 4.000 artículos de diferentes temáticas y sigue creciendo. 
  • Kalipedia (Tareas y más):  Una interesante enciclopedia electrónica creada para alumnos de 12 a 16 años. Su compendio de recursos sobre lengua y literatura no está nada mal. ¿La única pega?: no es gratuita. 
Cajón de sastre

Además de los diccionarios y las enciclopedias, los traductores de nuestra agencia utilizan habitualmente otras herramientas lingüísticas para consultar dudas concretas en español. Esta es nuestra favorita:

FUNDEU

La Fundación del Español Urgente es uno de los mejores portales sobre lengua castellana en Internet. Cada día encontraremos artículos cortos, concretos y muy interesantes sobre los términos más actuales. El llamado “buscador urgente de dudas” nos ofrece la oportunidad de enviar nuestras consultas sobre cualquier término, expresión o giro idiomático y, lo mejor, recibir una respuesta rápida y útil. Puedes acceder a este recurso a través de la dirección: www.fundeu.es o bien descargar su aplicación en iTunes  o en Google Play.

Recursos útiles para traductores, recursos útiles para profesores de lengua y literatura y es que, en definitiva, todos trabajamos con lo mismo: con esas humildes y poderosas palabras, ¿verdad?

21 julio 2015

Sesquidécada: julio 2000


Con los rigores del verano atacando con fuerza, la sesquidécada de julio viene con lecturas ligeras, variadas y para todos los gustos. En primer lugar, para los lectores de prensa, tenemos una recopilación de columnas de Juan José Millás, a quien suelo recomendar asiduamente en este blog. Aunque hay muchas antologías de "articuentos", como llama Millás a sus ficciones de opinión, la que leí en julio de 2000 se llamaba Cuerpo y protésis. En ella hay numerosos textos relacionados con el cuerpo humano y con el extrañamiento que produce en general el funcionamiento de las personas, en sí mismas y en su relación con la sociedad. Sin duda, Millás está en su salsa en este género corto, un paso intermedio entre los extensos artículos de Larra y la brevedad de Twitter. La arquitectura de las columnas de Millás, como él mismo ha comentado en alguna ocasión, es similar a la de los insectos, cabeza, tórax y abdomen. Y del mismo modo que un entomólogo observa con pasión la perfección de esos pequeños seres, los lectores de Millás contemplamos entusiasmados el entramado verbal y la brillante artesanía compositiva que se muestra en gran parte de su producción periodística, mucho más interesante a mi juicio que la de sus novelas. A pesar de que algunas de aquellas columnas han perdido el referente que les dio origen, os animo a que les echéis un vistazo.

Para los lectores que buscan literatura de calidad sin agobios de tiempo ni extensión, ofrezco el segundo autor de la sesquidécada: Augusto Monterroso. Sus cuentos son exquisitos, auténticas joyas de la narrativa breve, comprometidos en ocasiones, líricos en otras, siempre literarios. Quizá reconocido mundialmente por su célebre microrrelato del dinosaurio, merece la pena acercarse a otros cuentos no tan famosos pero igualmente espléndidos. En clase de 2º de ESO llevamos años trabajando el cuento "El eclipse", comparándolo con el cómic de Tintín en el Templo del Sol, y que nos da pie a criticar la visión soberbia de las culturas occidentales frente al saber de los mayas y otros pueblos americanos. Por suerte, hay muchísimas ediciones digitales al alcance del lector actual. Es difícil elegir uno, pero en estos días de leyes y mordazas no habría que olvidar "La oveja negra", humor negro para un mundo teñido de cierta desesperanza.

Historias de viajeros (Naukas)
Por último, ofrezco una delicatessen para filólogos, historiadores y otras gentes de mal vivir. Se trata de una obra poco conocida pero que esconde un gran tesoro para lectores exigentes: Los viajes de Juan de Mandeville. La edición original es del siglo XIV y su autor firma como John Mandeville, aunque no se conoce realmente si existió alguien con ese nombre o en realidad es un personaje ficticio inventado por algún monje de la época. El libro relata los viajes de John Mandeville (o Juan de Mandavila) por Tierra Santa, India, China y otras tierras legendarias, en las que se describen animales y pueblos exóticos. Sin embargo, se trata de un gran engaño literario, pues dichas observaciones son producto de lecturas de otras obras de la época, como bestiarios, textos bíblicos, leyendas más o menos populares, etc. Esto no fue obstáculo para que se convirtiese en un best seller durante muchos siglos, con lectores ilustres, como Cristóbal Colón, que quizá viese reforzadas sus teorías al leer en este libro que se podría dar la vuelta al mundo si se viajase en línea recta ininterrumpidamente. Recomiendo, si tenéis ocasión, leer la versión en facsímil de una edición en castellano del siglo XVI, disponible en bibliotecas universitarias, pues en ella se pueden apreciar las ilustraciones de las razas extraordinarias que describe el autor de los viajes. Si no puede ser, existe una versión muy digna en los clásicos universales de Cátedra, que también os hará disfrutar de un viaje pseudo-histórico-geográfico-literario en el tiempo. Para los más friquis, también está accesible la versión original en inglés.
De la mano de Gorka Fernández, podéis escuchar el podcast de esta sesquidécada en El Recreo (a partir del minuto 27). Feliz verano, felices lecturas.

16 julio 2015

Novadors 2015: un año después, 20 años después


El pasado 3 de julio participé en las XII Jornadas Novadors 2015 que se celebraron en Vinaròs. Curiosamente, en Vinaròs empezó mi docencia en la Escuela Pública, con una sustitución de apenas un par de meses en un instituto difícil, de esos en los que te dan una lista de alumnos que parece una crónica de bandoleros, y en el que comprendí que, a pesar de los pesares -o quizá gracias a ellos-, ser docente era mi oficio. 
No resulta fácil resumir en breves líneas lo mucho y bueno que se aprende y se comparte en acontecimientos que reúnen a profesionales comprometidos con una escuela de calidad. Solo en la jornada del viernes pude charlar con gente a la que admiro como Boris Mir, Sergi del Moral, Carlos Páez, Jordi Jubany, Ramón Barlam, Frank Sabaté, Francesc Nadal, Vanesa Marín, Isabel RuizGuida Al·lès, José Luis Castillo, Ernest Prats, Isabel Ferrer, Jordi Martí, Fernando García Páez, Óscar Boluda y muchos más, por no hablar de mis compañeros de Novadors, Juanfra Álvarez, Francesc Llorens, Jaume Olmos, Salva BarrientosJosep Lluís Ruiz, Merche FusterPedro MiguelSergio Mestre, Linda Castañeda, Manel CansecoAna Ovando, Dani Pastor, Xavi Pascual, Alfredo Juan... También viví algunos reencuentros felices con María Montero, Lluís Tomàs, Vicente Ros, Josep Lluís SeguraPilar Ferrer, Gloria RossiBeatriz Lores, Xesco Guillem, Nati Pérez, Esther CarcelénIsabel González, Alfonso Mezquita, Lu Palacios, Alejandro Folch y muchos otros amigos de anteriores jornadas. 
En esta ocasión, tuve el placer de presentar el taller de ABP de Carlos Páez, que proponía cocinar cooperativamente un esbozo de proyecto que preparaban los participantes en tres fases. Podéis ver aquí el vídeo y el padlet donde se recogieron esas recetas. Posteriormente comenzó la sesión de Pechakuchas, con un nivel muy alto de ponentes, lo que demuestra que la pechakucha se está convirtiendo en un modelo ideal para contar proyectos. En mi caso, hablé del proyecto "20 años después", que ya he reseñado en el blog, y que ha sido fuente de alegría y satisfacción personal y compartida con socios y simpatizantes: Vanesa Marín, José Manuel Coca, Dolores Ojeda, Jaume Sans, Mª José Chordá, Jorge Gálvez y Merche Jiménez. En la pechakucha, regreso a mis anteriores Jornadas Novadors 2014, en las que propuse como juego de ciencia-ficción viajar en el tiempo:

Si os interesa ver todas las pechakuchas y el resto de ponencias y talleres, nuestro compañero Xavi Pascual ha recopilado todos los enlaces en su blog: #Novadors15: materiales y links.
De este modo, entre bromas y veras, se pasaron las jornadas, dejando detrás un montón de anécdotas y buenos recuerdos. Si he de quedarme con algo, que sea con la ilusión que se vive entre bastidores, con las buenas vibraciones que desprenden todos esos amigos dispuestos a hablar de lo que nos gusta y de lo que nos preocupa, aunque sea en julio, aunque sea sin otra recompensa que ese soñar con una Escuela mejor. Hasta el próximo Novadors 2016.

15 julio 2015

Cediendo el testigo


Casi a punto de marcharnos de vacaciones llegan buenas noticias acerca del Encuentro de Docentes de Lenguas, un evento que, como sabéis, se inició en Sevilla el año pasado y en el que participasteis muchos de vosotros. El equipo coordinador de aquel encuentro ha cedido el testigo a Germán Cánovas, que con un nuevo equipo y con la ayuda de la Asociación GrOC organizará el próximo 3 de octubre de 2015 el II Encuentro de Docentes de Lenguas en Sant Cugat del Vallés, en las Instalaciones del Europa International School. En el blog del encuentro podréis encontrar toda la información al respecto, así como el formulario de inscripción. Estamos deseosos de que esta nueva convocatoria sea, un año más, un punto de encuentro para la reflexión sobre la didáctica en las aulas de Lengua.

Más información:
Crédito de la imagen: santiapps.com