03 septiembre 2006

Empezamos el curso con devoción


Propongo una actividad útil -que me ha funcionado siempre muy bien como captatio benevolentiae- para realizar en el comienzo del curso. Consiste en un breve dictado cuyo contenido trata acerca de una historia real (la saqué hace unos años de un artículo de Quim Monzó, uno de los mejores autores de relatos del momento). Este suceso queda inconcluso y los alumnos deben terminarlo a su gusto.
El texto es el siguiente:

Hace no mucho tiempo, ocurrió en una ciudad italiana un hecho curioso. El párroco de un barrio marginal observó que una pareja de feligreses acudía todas las tardes a la iglesia. Eran unos jóvenes de aspecto latinoamericano que se sentaban en una capilla lateral y permanecían allí en silencio durante una hora, al cabo de la cual se marchaban con la misma reserva y cautela con la que habían llegado. El sacerdote, intrigado por la devoción mariana de aquellos extranjeros, los vigilaba a veces sin apreciar nada sospechoso. Durante un mes, los jóvenes no faltaron un solo día. Pero, pasado ese tiempo...

La actividad tiene dos enfoques básicos: Permite, por un lado, conocer el nivel de expresión escrita de los alumnos, tanto en la parte del dictado como en la de creación propia; por otro lado, nos orienta acerca de la capacidad imaginativa y de la originalidad de los alumnos, además de permitirnos la detección de algunos prejuicios y estereotipos.
La actividad posee un ingrediente esencial que la hace atractiva: el suspense. Los alumnos no saben cuál es el verdadero final del relato. Además, al dejar abiertas todas las posibilidades creativas, les permitimos enfocar el relato hacia géneros como la ciencia-ficción, la novela policíaca –más o menos gore-, la intriga mística, etc. (si lo probáis, descubriréis qué diferencia a los chicos de las chicas, en general, tanto en el aspecto temático como en el modo de narrar).
También permite su aplicación a distintos niveles. En los primeros cursos de la ESO, es conveniente dedicar tiempo en clase para su realización y recogida en la misma sesión. En cursos más avanzados, se les puede ofrecer un plazo de entrega más amplio a fin de exigir una presentación más esmerada.

En cuanto al verdadero final de la historia (que no es necesario dictar a los alumnos), es el siguiente:

Pero, pasado ese tiempo, el párroco descubrió la verdadera razón que movía a aquellos jóvenes a permanecer durante una hora en la iglesia. Efectivamente, eran inmigrantes latinoamericanos que vivían en una nave abandonada del barrio, pero que acudían a cargar el teléfono móvil en un enchufe de aquella capilla lateral. Según explicaron al sacerdote, dependían del teléfono para encontrar trabajo, y por eso necesitaban aquel enchufe tanto como otros bienes imprescindibles. El párroco entendió esas razones y no puso objeción a que siguieran acudiendo allí, pues uno de los preceptos cristianos es socorrer al necesitado y ellos lo eran.

7 comentarios:

Lu dijo...

Me gusta la propuesta. Haré la prueba con el grupo de adaptación de 4º de ESO.
Quim Monzó es un buen escritor de relatos, pero mucho me temo que hace ya demasiado tiempo que está en dique seco.

Toni Solano dijo...

Cuando empecé en esto creía que lo importante era encontrar materiales atractivos. Con el tiempo he aprendido que los materiales deben ser llamativos, pero, sobre todo, lo que les engancha es ver que te implicas en la historia que les cuentas, que lo que haces es algo interesante. Así vamos sobreviviendo con gusto.
Con los textos de los chavales seguro que te ríes, de verdad.

María José Reina dijo...

Hola Antonio, he llegado a tu blog a través del de Lu. Me encanta esta actividad, la haré con mis alumnos de 2º de ESO.

Anónimo dijo...

Yo también he utilizado este texto con mis alumnos de tercero, siguiendo tu propuesta. Se han animado a escribir con bastante soltura. Gracias por el recurso.

Toni Solano dijo...
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Toni Solano dijo...

Podéis encontrar un certero resumen de los resultados en el blog de Joselu: http://olahjl2.blogspot.com/2006/09/la-imaginacin-adolescente.html

JLG dijo...

Antonio, una actividad muy bonita (como la propia historia).

Vale que los míos son de Primero de Bachillerato, pero trabajar la expresión escrita siempre es importante. De modo que te la copio. Eso sí, creo que le voy a dar un toque personal: la pondré en un formulario de Google para no andar con papeles para arriba y para abajo. ^_________^

Un abrazo.