El señor Ibrahim y las flores del Corán, de Eric-Emmanuel Schmitt, es una novela breve, que se lee en una tarde y que proporciona al lector el placer de una delicatessen literaria. Es de esas obras que no sabes bien por qué te acaban dejando un recuerdo imborrable. Es posible que la clave se encuentre en esos dos personajes entrañables del niño rebelde y del tendero sabio, esa combinación de ingenuidad y experiencia tan típica en la literatura clásica, desde el Lazarillo a Huckleberry Finn. Llegué a esta obra a través de Joselu y su blog Profesor en la Secundaria (cuya relectura recomiendo, especialmente de la serie de artículos dedicados a la educación entre los años 2005 y 2016), y llegué a recomendarla como libro de lectura voluntaria para el alumnado de Bachillerato. No he vuelto a ella desdde entonces, pero creo que sus ingredientes no caducan fácilmente, así que debe de ser una buena recomendación todavía.
Para los profesores de lengua y literatura, este blog pretende ser la Cueva de Alí Babá, en la que encontrar alguna idea, algún germen que permita abrir caminos, sembrar dudas, avivar el seso de los más inquietos.
18 febrero 2023
Sesquidécada: febrero 2008
08 febrero 2023
Un viaje por las Letras
¿Se puede vivir sin literatura? Algunos de nuestros alumnos a veces se quejan por tener que leer libros de ficción. “Maestro, ¿esto para qué sirve?” Tienen razón: casi nunca nos hemos parado a explicarles que la literatura no es útil, al menos en el sentido en que ellos parecen preguntarlo. ¿Para qué vas al cine? ¿Para qué comes pipas en el parque mientras hablas de nada con tus amigos? ¿Para qué te quedas embobado mirando a la chica o chico que te gusta? La literatura es prescindible, al menos la historia de la literatura, tal y como forma parte de sus vidas académicas. Sí, los hará más sabios, les proporcionará una visión del mundo más intensa, los acercará a su patrimonio cultural y todo eso. Pero también es cierto que esa parcela de la literatura llena de fechas y autores probablemente se marchitará en sus memorias, si no la riegan de vez en cuando. Sin embargo, hay que decirles que existe otra literatura imprescindible, esa literatura que atraviesa la historia de la humanidad de punta a cabo, esa literatura oral, tradicional, colectiva, clásica, mítica, épica… esa literatura que no se construye tanto con nombres y fechas, sino con personajes, tópicos o motivos universales. Son los cuentos contados al calor del hogar, las canciones compartidas en la siega, los poemas de amor y desamor, los dramas representados en las plazas de los pueblos… Sobre esos cimientos de la cultura literaria (cuentos, epopeyas, mitos, tragedias, romances…) se ha construido todo nuestro patrimonio literario, ese que va creciendo con los siglos y enriqueciendo nuestra cultura. Del mismo modo que la tecnología y la ciencia nos permiten avanzar en derechos y comodidades, los movimientos literarios nos han llevado a lo largo de los siglos a entender mejor quiénes somos, dónde estamos y para qué vivimos. Y del mismo modo que nunca despertaríamos vocaciones científicas entre los jóvenes recomendando monografías sobre física o álgebra, tampoco vamos a fomentar el amor por la lectura y la literatura lanzándolos sin salvavidas al piélago de los clásicos. Invitamos a descubrir la ciencia examinando una mosca con el microscopio, recogiendo hojas en un paseo por el bosque, lanzando objetos al aire… ¿Por qué nos resistimos tanto a mostrar el lado lúdico y curioso de la literatura? ¿Por qué esa proverbial desconfianza de los cómics, de la literatura juvenil, de los clásicos adaptados, de la divulgación sin pretensiones…? ¿Por qué no tenemos un Google maps de la historia de la literatura que nos permita planificar un viaje literario antes de hacer turismo de verdad? Es evidente que una cosa no puede sustituir a la otra, que podremos hacernos una idea de lo que nos vamos a encontrar, pero nunca lo viviremos como si estuviésemos allí. Un viaje por las Letras, de Pedro Cifuentes, funciona un poco como ese navegador virtual que anima a los profanos y a los curiosos a preparar el viaje por la historia universal de la literatura y les facilita un itinerario seguro y eficaz para no dejarse nada sin ver. Un mapa que recorre milenios a lo largo de nuestra tradición y de nuestro mundo, desde Mesopotamia a Europa, de la Antigüedad al Siglo XXI. No es fácil trazar un viaje por tan vasto territorio, pero si algo bueno tiene la literatura es que permite viajar en todas las dimensiones, porque su materia prima es la ficción, la misma que nos sirve para construir los sueños, las mentiras, los delirios y las esperanzas. Con esos ingredientes tan etéreos, solo un artista como Pedro Cifuentes se atrevería a cocinar esta delicatessen, una preciosa guía por los escenarios de la literatura, contemplados ahora por la mirada sorprendida de los más jóvenes, esa misma mirada que se asoma a empujones al microscopio, la mirada jovial del bisoño explorador en busca de insectos o plantas. Asómate tú también.
03 enero 2023
Sesquidécada: enero 2008
En cualquier caso, tengo por delante todo un año para reflexionar sobre ello, incluso con la azarosa probabilidad de que deje de escribir aquí o que cierren definitivamente los blogs, cumpliéndose aquel pronóstico que viene de tan lejos. Pero, dejémonoso de elucubraciones y vayamos al lío.
Tenemos en esta sesquidécada un trío de lecturas variadas. Para empezar, un clásico de los superventas, que sigue siendo una buena propuesta para el aula, aunque ya hay película: El niño con el pijama de rayas, de John Boyne. No es necesario explicar su argumento, centrado en los campos de concentración nazis, porque casi todo el mundo ha oído hablar de ello. Es una novela ligera, con un enfoque bastante original y sin demasiados elementos melodramáticos, si exceptuamos su desenlace. Como digo, puede ser una lectura recomendada para trabajar en el aula, ampliando su sentido hacia cualquier tipo de exclusión o xenofobia.
La segunda novela me marcó bastante en su momento. Se trata de La carretera, de Cormac McCarthy. Es una narración dura, muy en la línea de su autor, con una sobriedad que ayuda a marcar la soledad y devastación que rodea a sus protagonistas. Una road movie distópica que también habla de afecto y esperanza, a su manera. Creo que es un clásico de nuestra época, una obra que ha creado escuela y que merece la pena leer.
Finalmente, recomiendo un ensayo de José Antonio Millán, Perdón, imposible, un libro divulgativo muy ameno sobre cuestiones referidas a la puntuación. Al margen de las cuestiones ortográficas o de estilo, el autor utiliza unos ejemplos y textos sugerentes, que evitan que se convierta en una lectura demasiado técnica. Ideal para ese gramático que todos llevamos dentro.
12 diciembre 2022
Buscando respuestas en el infierno
Demonios, una novela de medias verdades.
Página web de la editorial Saralejandria: demonios
10 diciembre 2022
Vuelve #poema27... y son ya 15 ediciones
Por diciembre vuelve el acontecimiento poético por excelencia: #poema27, y este año se cumplirán 15 desde que inicié en este blog, con ayuda de muy buenos colegas esta llamada poética. Para los más despistados, hay que recordar que esta cita anual celebra el acto fundacional de la Generación del 27, cuando en los próximos días 16 y 17 de diciembre se cumplan los 95 años del encuentro de algunos autores de ese movimiento literario en el Ateneo de Sevilla. Este aniversario poético lo celebramos llenando la red de poemas y versos de aquellos poetas. Cada año, docentes, alumnado y aficionados a la poesía en general, se suman a esta invitación y comparten en redes sus poemas o versos preferidos.
Así pues, a lo largo de esta semana podéis publicar cualquier homenaje poético en los blogs, en Facebook, en Instagram y, por supuesto, en Twitter, bajo la etiqueta #poema27. La nómina de autores es bastante extensa y podéis encontrar suficientes poemas de ellos en la red, sin olvidar a las mujeres de la Generación, esas olvidadas que tímidamente asoman en los últimos años bajo la etiqueta de Las sinsombrero, como si necesitaran unirse para ser escuchadas tantos años después. Es también una oportunidad para llenar las aulas de poesía y para jugar en familia con la narrativa digital. Os dejo unos ejemplos y variados enlaces al final por si queréis investigar. Para el aula se pueden repartir poemas (por ejemplo, esta antología del 27), para ser grabados en podcast o vídeo de manera voluntaria. ¿Os animáis?
Año 2017: Al final de la tarde (Ernestina Champourcín)
Año 2016: Underwood girls (Pedro Salinas)
Año 2015: La tarde... Josefina de la Torre
Año 2014: Dos poemas y más
Año 2013: Canción que nunca pone el pie en el suelo (Rosales)
Año 2012: Al oído de una muchacha (Lorca)
Año 2011: Amor oscuro (Altolaguirre)
Año 2010: Cernuda y Morente
Año 2009: Cernuda
También con el alumnado:
- Romancero gitano 2019
- Poema27 en Instagram
- Videopoemas 27 en 4ESO
- Romancero gitano
- Miguel Hernández en 2ºBachiller (2015)
- Homenaje al 27 en el PQPI
- Miguel Hernández en 2º de Bachiller (2014)
- Homenaje 27 (Soundcloud)
- Video en PQPI
- Prezi (ver ejemplo Pedro Salinas)
- Photopeach
- Voki
Sesquidécada: diciembre 2007
Tengo asimismo anotadas en mi registro un par de comedias de Plauto, supongo que para contrarrestar el pánico: también para eso sirven los clásicos.
27 noviembre 2022
Sesquidécada: noviembre 2007
De aquel mes de noviembre de 2007 tengo dos lecturas de didáctica, una de T.W. Moore y otra de Fernando Savater, que apenas recuerdo, y otras dos obras que reseñaré brevemente en esta sesquidécada.
La primera es un breve ensayo de Noam Chomsky e Ignacio Ramonet, Cómo nos venden la moto, que supongo que conoceréis. Es un librito fácil de conseguir y de leer, que explica cómo actúa la propaganda sobre nosotros a través de los medios de comunicación dependientes de intereses económicos y políticos. Se trata de una obra de 1995, que casi treinta años después sigue teniendo la misma vigencia. Han cambiado los canales y se ha diversificado la manera de difundir y recibir la información, pero las estrategias siguen siendo las mismas. Merece la pena releerlo de vez en cuando.
El otro libro es un clásico de Galdós, Marianela, una lectura que hemos usado alguna vez en 4º de ESO. Es una obra que resulta interesante recuperar, porque tiene diversos niveles de lectura y aporta una visión muy rica de lo que era la sociedad de finales del siglo XIX, pero también da pistas de lo poco que hemos cambiado en ciertos aspectos como la caridad o la justicia social.
05 noviembre 2022
Sesquidécada: octubre 2007
El primero es Los mares del sur, uno de los libros de la saga de Pepe Carvalho, el detective eterno creado por Manuel Vázquez Montalbán. No es la primera novela de la serie, pero quizá es la más conocida por haber recibido el premio Planeta en 1979. El contraste entre los barrios altos y los bajos fondos de Barcelona acompañan al lector en una intriga por las pasiones y por la historia más o menos reciente de nuestro país. Las novelas de Vázquez Montalbán (y las de otros de su generación, como Marsé o González Ledesma) permiten acercarnos a los pequeños detalles que no se cuentan en las enciclopedias, como si viajásemos en el tiempo y pudiéramos asomarnos por las ventanas de la España gris de los años 60 y 70. Muy recomendable.
Otro clásico del género es La dama del lago, de Raymond Chandler. Tal vez esa afición por el género que reconocía arriba se deba en parte a aquella colección de quiosco que venía con el diario El País, con novelas imprescindibles y autores que no había leído jamás, pero que, a partir de entonces, se convirtieron en favoritos. Libros de baja calidad material (qué podemos pedir por un euro que costaban) pero exquisita calidad literaria. Libros que han acabado en la biblioteca del instituto o en las librerias de saldo, porque uno ya no cabe en casa. La novela de Chandler está protagonizada por otro detective inolvidable: Philip Marlowe. Novela negra estadounidense, novela que se impregna también con las adaptaciones cinematográficas, con las caras de actores que acaban adueñándose de los personajes. Cine y literatura, drama y pasión, dinero, poder, sexo... La vida en blanco y negro.Finalmente, para mi grupo de 2º de bachillerato elegí como lectura una selección de cuentos de Julio Cortázar: La autopista del sur y otros cuentos. En aquellos años no había literatura en Selectividad, así que aproveché la oportunidad que brinda el relato breve de Cortázar para acercarlos a la literatura de calidad. Cada quince días leíamos y comentábamos alguno de los relatos del libro, y les ofrecía en el blog adaptaciones o versiones sobre ellos. Era días de lecturas y tertulias que permitían un descanso en el ritmo frenético de ese nivel. Creo que ahora no lo podría hacer, y es una pérdida para mí y también para mis estudiantes, porque las aulas están hechas para leer obras, no para estudiar teoría sobre ellas.