Para los profesores de lengua y literatura, este blog pretende ser la Cueva de Alí Babá, en la que encontrar alguna idea, algún germen que permita abrir caminos, sembrar dudas, avivar el seso de los más inquietos.
05 mayo 2025
Vulnerables y a menudo invisibles
29 abril 2024
Las cuatro esquinas del mar, la brisa y la sal
Leer las novelas de Lola Cabrillana (y ya lleva tres) te llena la casa de brisa y de sal. Con el vuelo de sus páginas se agita el aroma del mar y se oyen a lo lejos las gaviotas. Con las novelas de Lola también se escuchan las voces de los chiringuitos, del mercadillo, del patio de la casa o de la escuela. Como si estuviésemos leyendo una novela costumbrista, como si estuviésemos contemplando un cuadro de Sorolla. Ya reseñé en este blog su primera novela de gran éxito, La maestra gitana (aunque no os tenéis que perder tampoco Voces color canela), una obra que prometía una brillante carrera en el mundo editorial. Lola tiene esa capacidad de contar historias con la gracia y sencillez que tenían nuestras madres y abuelas, quizá porque en las familias gitanas todavía se le da importancia a esa tradición oral que otras culturas hemos ido abandonando. Ese estilo llano y claro es el que necesitan ciertas historias para ser contadas, el mismo estilo claro que también se necesita para sacar a la luz ciertas injusticias y reclamaciones.
Las cuatro esquinas del mar es una novela en la que cabe casi todo, el amor, la amistad, la familia, los celos, el rencor, la traición, el racismo, la violencia, la justicia y la sinrazón. En cada esquina del mar podríamos poner un poste y, como si fuese un ring de boxeo, sacar a luchar lo mejor y lo peor que tenemos como seres humanos y como sociedad. Esa ha sido mi impresión al leer la novela, estar asistiendo a una lucha implacable entre vicios y virtudes, entre el amor y el odio, entre lo público y lo privado. Es una novela negra sin llegar a serlo, solo por la intriga de descubrir al criminal; también es una novela romántica, en la que no es fácil amar y ser amado; pero, sobre todo, para mí, es una novela en la que los payos hemos de vernos como Dorian Gray, reflejados en un lienzo en el que somos esclavos de nuestros prejuicios y de los peores tópicos hacia ese mundo gitano que nos produce un miedo proporcional a nuestra ignorancia sobre él. Estoy seguro de que Las cuatro esquinas del mar acabará convertida en una película o en una serie de televisión, pues tiene todo lo que estas necesitan. Ojalá sea así y ojalá sirva también para despertar conciencias y acabar con la gitanofobia que sigue presente en Occidente desde hace siglos. De momento, disfrutemos con sus palabras envueltas de brisa y sal.
Más información: Lola Cabrillana: Las cuatro esquinas del mar. Grijalbo-Penguin Libros
30 abril 2023
La maestra gitana: entre bordados y costuras rotas
22 diciembre 2018
A modo de memoria
Llevo 3 sesiones de 55 minutos con mis alumnos de 1º y 2º de ESO para que redacten una noticia sencilla: planificar el contenido, hacer el borrador, revisarlo y volverlo a escribir. Si tuviese que programar según el libro de texto, no debería dedicar más de 30 minutos a ello— Toni Solano (@tonisolano) 11 de noviembre de 2018
Este trimestre no hemos hecho exámenes en 1 y 2 ESO. Hemos utilizado la libreta como portafolio y algunas tareas de autoevaluación que incluyen una rúbrica. En la mayoría de los casos, las notas que se han puesto han coincidido con las mías. Les doy también informe cualitativo pic.twitter.com/ONw64KULJP— Toni Solano (@tonisolano) 12 de diciembre de 2018
09 abril 2018
Día del Pueblo Gitano: la inclusión educativa, una tarea pendiente
13 junio 2017
Memoria con aromas de inclusión
15 enero 2013
Sesquidécada: enero 1998
A partir de aquellas lecturas, surgió en mí un interés creciente por los límites de lo literario, por esos subgéneros que en muchas ocasiones han sido ignorados por la crítica a pesar de contar en su día con gran público (el caso de los diarios, de la literatura conventual, de entremeses costumbristas, de relaciones de sucesos...). En enero de 1998 leí dos ensayos de carácter general sobre los gitanos, uno de J.P.Clébert y otro de J.P.Liégeois, pero la monografía más interesante fue una obra de Bernard Leblon: Les Gitans dans la littérature espagnole. Gracias a él descubrí, por ejemplo, la constante aparición de gitanos en obras teatrales breves, en la comedia barroca y en buena parte de los textosa de Cervantes, por ejemplo en Pedro de Urdemalas o en la clásica novela ejemplar La Gitanilla, que a pesar del nombre no era gitana auténtica.