26 octubre 2009

Sesquidécada: octubre 1994

Empecé a estudiar Filología porque me gustaban la lengua y la literatura, es evidente. Dentro de la literatura, mi atención se centraba en la novela contemporánea y, aunque reconocía el valor de otras épocas y géneros, no pensaba que mis estudios fuesen a hacerme cambiar de gustos. Sin embargo, allá por el lejano 1994, la literatura medieval se me apareció casi de sopetón para darme muchas alegrías. En esta sesquidécada (y seguramente en las próximas) regresará alguno de aquellos clásicos que me dejó gratamente sorprendido. En esta ocasión viene Gonzalo de Berceo y sus Milagros de Nuestra Señora.
Los lectores que no se han acercado a la literatura medieval tendrán los mismos prejuicios que tenía yo en aquellos años: Un libro con ese título tan devoto debe de ser aburridísimo. Como este blog es bastante visitado por filólogos dejaré que sean los comentaristas los que den sus opiniones. Mi recuerdo al respecto me lleva a la enorme sorpresa de encontrar un libro plagado de historias divertidas, de golpes de efecto, de pasiones, de dolor, de violencia, de lujuria, de muerte, de amor... Eso sí, no nos engañemos, cuesta leerlo por partida doble: Por su castellano medieval y por la omnipresencia de la devoción mariana como motor de todos los milagros. Y entre tanto milagro, no fue extraño que hace poco, cuando todos hablaban de cierto político que emprendió el Camino de Santiago como expiación de su soberbia y sus pecados, me acordase del "milagro del romero". En fin, que hemos cambiado muy poco desde la Edad Media.

Cambiando de tercio completamente, he revisado otra lectura de aquel mes de octubre de 1994: TV: fábrica de mentiras, de Lolo Rico. Su autora fue la creadora del programa La bola de cristal, un referente para los "jóvenes de mi edad". El libro, a pesar de su antigüedad, tiene una vigencia asombrosa. En él se habla de los perniciosos modelos televisivos que se ofrecían a los niños: Leticia Sabater, Bola de Dragón, Sensación de vivir...
Me contaba una maestra (...) que los chiquillos de su instituto declaraban (...) aspirar a que el centro en que estudiaban se reformara a imagen y semejanza del de Beverly Hills (..). Querían tener las mismas taquillas, idéntico jardín (...). Ninguna referencia al profesorado, ni peticiones para la biblioteca (...). La realidad que nos circunda convertida en mero escenario, en soporte de una hipotética actividad social, recreativa, sexual -nunca intelectual- que necesariamente les asimilará, según creen, a los personajes de la serie (...).
Me temo que Beverly Hills se ha convertido ya para muchos jóvenes en la meta a alcanzar, por cualquier medio, en sus vidas: un estado vacacional permanente, acomodado, sentimentaloide y reaccionario.
Ahora, Beverly Hills son esos institutos de ficción (Los Serrano, Física o Química, etc.) o, simplemente canales como Disney Channel, que ofrecen ese estado "vacacional permanente", como alguna vez ha apuntado Joselu. Aquella generación de niños de la que hablaba Lolo Rico son la "generación Peter Pan", los adultescentes de hoy, y ya vemos cómo les va. No sé qué nos encontraremos de aquí a quince años ni si estaremos para contarlo.
Crédito de la imagen: 'Monasterio de Suso'

18 comentarios:

Marcos Cadenato dijo...

De Gonzalo de Berceo sólo puedo decir en román paladino que cuando podáis, visitéis su bonito pueblo riojano; de Los milagros poco puedo decir: sólo que me interesó más como joya lingüística que literaria...
Respecto a Lolo Rico tengo un buenísima opinión de ella y recuerdo mucho su Bola de cristal con Alaska, Gurrutxaga, Pablo Carbonell, Pedro Reyes, Loquillo, Kiko Veneno...

Carlos Nicomedes Díez dijo...

Seré breve. Premios ondas, año 1986, La bola de cristal de Lolo Rico. 25 años después, año 2009: mejor serie española Física o Química, mejor presentador Jorge Javier Vázquez (de Salvame) por "renovar con brillantez y sentido del humor" el rol de presentador en un género controvertido. The times are changing. Sin palabras.

Xavi Gracia (Fiber) dijo...

Yo también sere breve, decir que lo de fisica o química es ficticio... te puede gustar o no la serie, pero decir que es ficticio tiene guasa la cosa.

Por otro lado, sensación de vivir trato en sus primeros años temas como dejar las armas al alcance de los niños, el alcoholismo y muchos otros temas pero claro, es muy fácil quedarse con que eran niños bien en una situación que muchos veían como ideal.

Joselu dijo...

El artículo de El País sobre los adultescentes o afectados por el síndrome de Peter Pan me ha conmovido. Yo fui profesor de muchos de ellos y he de recordar que para mí constituyen una evocación maravillosa. Fundamentalmente mi recuerdo los tiene a ellos como puntal de una vocación docente. Sin embargo, ellos imitaron a Oscar Wilde en su reivindicación del placer por encima de todo. Desde las aulas no dejamos de hacerlos contestatarios y reivindicativos, pero sacaron de todo aquello esa reivindicación del placer entreverado con el dolor de la existencia de la que también fueron conscientes. Ahora están endeudados, pagando hipotecas o viviendo con sus padres e intentando vivir de acuerdo a sus concepciones que tienen al ocio como eje fundamental. ¿No les enseñamos, como decían todas las canciones, que el trabajo era una maldición? Siento una profunda identificación con esta generación porque es la que me hizo profesor, y los añoro, y siento una íntima desazón por sus desventuras. De la generación que ahora educamos no tengo mucho que decir. Creo que en el fondo no acabo de identificarme con ella. En fin...

BLQ dijo...

la bola de cristal cumplió hace poco 25 años de su creación si no estoy equivocado. Uno de sus guionistas era Fabretti, del cual sigo leyendo alguno de sus artículos.

ando como loco buscando dvd y si no han salido, videocasetes de la bola de cristal. Si alguien sabe algo?? Es para que lo vea mi hija (y yo también claro)

saludos

Unknown dijo...

Berceo es un personaje entrañable: un clérigo listo que hoy acogería con ganas cualquier agencia de publicidad, tal fue la labor propagandística que le hizo a su monasterio. Hace además que nos identifiquemos, como dices, con la legión de pecadores que desfilan por sus páginas. A mí me gusta su ingenuidad y su realismo, muy a pie de calle. Sirve para ver que no somos muuy distintos. En cuanto a La Bola de cristal, yo me eduqué a sus pechos. También nos sorprendería ahora lo ingenuo de muchos de sus mensajes: aparece, entre otros, un burro, y el mensaje; "Si no quieres ser como él, lee".

Montse dijo...

Bueno, no sé, a veces analizamos las cosas fuera de perspectiva y el análisis no es del todo justo. No sé si sensación de vivir era tan perjudicil o si Física o Química es tan irreal. Lo que sí sé es que yo me crié con Pipi que no era precisamente modelo a imitar (era una niña y vivía sola, no iba a la escuela porque no le daba la gana, metía a su caballo en el salón, su padre era un pirata...) y creo que ello no me ha traumatizado ni me ha convertido en una persona indeseable.

Es decir, que tenemos que dejar de responsabilizar a la tele de todo y entender que hay series y dibujos animados que son sólo eso, series y dibujos, historias inventadas que sirven sólo para divertir y vivir en la fantasía lo que se sabe que en la realidad no puede ser. Mientras que a los chicos y chicas se les deje bien claro que una cosa es la fantasía y otra la realidad no creo que todo sea tan desastroso.

Un abrazo, Montse

eduideas dijo...

Es cierto que cuando les pides sugerencias para el IES lo primero que salen son cosas cosméticas (más espacio en el patio, una cafetería allí...) y después más recreo, pero ahondando salen propuestas de más calado. No creo que Sensación de Vivir o las series actuales sean tan nefastas, simplemente deslumbran porque ofrecen una especie de locus amoenus estudiantil con gente de dinero, belleza, emociones intensas y fama (nunca sale nada de estudios o clases), al igual que hacen otras propuestas de evasión. Cada serie tiene sus modelos nefastos (el mensaje de los dibujos animados de nuestra época era casi fascista) y sus cosas buenas, hay que educar en medios y en diferenciar, como dice Montse, entre realidad y fantasía, por mucho que la ficción sea algo necesario y deseable, y más en la adolescencia.

Respecto a la literatura medieval, a mí siempre me ha fascinado la época, así que me he acercado a su literatura con alegría, aunque más como documento que como libro en sí. Ha habido sorpresas agradables y desgradables (recuerdo con auténtico horror El Conde Lucanor)

Toni Solano dijo...

Marcos: Me apunto el viaje (con escala en Bilbo); y nuestros héroes de la televisión están muy mayores y un tanto antiguos... tempus fugit.
Carlos: Y te ha faltado citar que Alaska presentó Eurovisión :-(
Xavi: Gracias por el comentario. Quizá tengas razón y somos demasiado críticos con la tele; para mí, aquella serie representaba justo lo contrario de mis ideas en un tiempo en el que la cultura estadounidense comenzaba a extenderse por estos lares. Esta semana celebraremos Halloweeen con toda la naturalidad del mundo, como si fuese Papa Noel. Será el signo de los nuevos tiempos.
Joselu: Mientras algunos quemábamos etapas haciendo el gamberro cuando tocaba, otros llevaron unas vidas adultas a los 18 o 20 años, y ahora tratan de recuperar aquello: Videojuegos, discotecas, acampadas, etc. Me parece que esa generación va a establecer un extraño tránsito entre el siglo XX y el XXI.
Eloi: Había bastantes cabezas pensantes detrás de aquel programa. Frabetti escribe en Público algunas columnas, y creo que alguna vez he visto anunciados los DVD del programa (mira en la web de TVE o en la FNAC).
Carlota: A Berceo se le daba muy bien eso de nadar y guardar la ropa. Coincido contigo en que sería hoy una figura de primer orden en la publicidad.
Montse: He visto con mi hija Pippi y también Hannah Montana: Con la primera hemos vivido el mundo de la aventura y la transgresión, con ese punto absurdo de los cuentos fantásticos; con la segunda todo queda en una especie de hedonismo conformista que recuerda demasiado al mundo vanidoso de los adultos. Quizá es cuestión de (falta de) perspectiva, pero creo que se impone un modelo conservador y acomodado que seguirá configurando generaciones poco dadas a la aventura.

Toni Solano dijo...

Eduideas: Alfabetización de medios, es la clave. El problema reside en que los progenitores están eludiendo esa responsabilidad (que vuelve a caer en manos de los profesores y para el que no hay previsión curricular suficiente) y los niños consideran la televisión una fuente fiable de información (como internet).
En cuanto al Conde Lucanor, también a mí me parece un tanto carca, mucho más que Berceo (o el Decamerón), que esconde un mensaje mucho más gamberro.

Miguel dijo...

Está claro que los alumnos y alumnas de nuestros centros tienen unos referentes que están muy lejos de la literatura medieval. La televisión es su icono. Un dios de donde mana la vida moderna y la felicidad. Por eso, por esta superficialidad que transmiten estas series que tú mencionas, es lógico comprender que su máxima aspiración en la mejora de su instituto sean unas taquillas...

Un abrazo.

Montse dijo...

Hay que pensar en lo difícil que le resultó a Berceo optar por decir quién había escrito su libro. Todo un atrevimiento...

Lourdes Domenech dijo...

Antonio, el medievo es una época tan interesante o más que la actual. Si la conociéramos a fondo, no nos sorprenderíamos de muchas actitudes actuales. No se deben extropolar rasgos de una época a otra a la ligera, pero no cuesta tanto encontrar hoy en día situaciones más propias de la Edad Media que de la era del progreso. ¿O es que se han acabado los feudos, los reinos de taifas, la reclusión de las mujeres, las guerras de religión, las expulsiones por razón de raza...?

Es cierto que la cultura se ha democratizado, pero también la subcultura. Y para ese viaje no hacían falta alforjas.

odradek dijo...

lo siento, no practico el evemerismo. la literatura medieval la leo como literatura medieval, historia de la cultura, es obvio que nada en ella tiene por qué ser vigente en nuestra época. conozco mejor la italiana, por lo general más bella que la ibérica aunque sólo sea por Dante y Cavalcanti.
El problema que me da es qeu si te pones a enseñarla a niveles bajos, todo es incorrecto, los subtextos son casi tan crueles como El Quijote y como medio mundo anda cogiéndosela con papel de fumar, te pueden tachar de cualquier cosa, dese machista hasta ultracatólico o libertino dependiendo del texto. creo qeu voy a hacer como otros compañeros, leer mitos griegos y los cuentos políticamente correctos. o hay más caminos?

Marian dijo...

A mí también me sorprendió gratamente ese monjecillo que contaba historias que más parecían de una película de Almodóvar (¿qué me decís de esa virgen celosa dispuesta a las acciones más peregrinas con tal de rescatar a su pecador arrepentido?...)
Yo también soy de la generación de la Bola de Cristal. Qué buenos recuerdos me trae...Ya no hay programas asi, que mezclen lo lúdico con lo cultural. Pero sí hay mucha basura. Y es una lástima que se busquen modelos ahí...

Juliiiii dijo...

La referencia a la televisión me ha recordado un artículo de opinión respecto el programa "El hormiguero" (http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=656198&idseccio_PK=1013), cuyo titular dice "No sé si 'El Hormiguero' es un programa infantil o es que ha crecido la estupidez del español medio".

De la literatura de la Edad Media, aunque no soy un entusiasta, tampoco reniego de ella, sobre todo algunas obras en particular (prefiero, eso sí, el Libro de Buen Amor, muchísimo más rico que Los milagros de Berceo, para mi gusto)

caperucitazul dijo...

Hola: yo soy representante de la generación de "Sensación de vivir", me pilló estando en 7º/8º de EGB y sí, nos creíamos que la adolescencia era eso y que en el instituto íbamos a tener esa vida. Pero la realidad nunca es la televisión, así que yo creo que la mayoría nos desprendimos pronto de esos modelos. Lo mismo pasará con las series actuales. Lo único que veo diferente es que en nuestra generación los ídolos, o lo que se ponía de moda, duraba mucho más, ahora los adolescentes están bombardeados de imágenes a seguir que se solapan unas a otras y aparecen y desaparecen continuamente. Me pregunto qué recordarán cuando tengan unos años más.
Un saludo

IES VELA ZANETTI dijo...

Sobre la edad media me ocurrió a mí lo mismo pero hace años que ya cambió mi punto de vista. Creíamos y nos inclinábamos demasiado, por esos años, en la literatura de COU, y sin embargo he comprobado el gusto de los alumnos por la literatura medieval, a la par que sus posibilidades didácticas. Hace unos años TVE emitió un documental sobre la edad media: “Viaje a la edad media” Pienso que está muy bien realizado y los alumnos lo ven con mucha atención. Como TVE no te lo envía ni con fines educativos, puede ¿??? descargarse en la red.