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01 julio 2021

Sesquidécada: junio 2006

Veo el registro de lecturas de junio de 2006 e imagino que sería un mes muy intenso en lo laboral y personal, ya que únicamente aparecen el Leviatán de Paul Auster y el inicio de un libro de viajes de Paul Theroux: En el gallo de hierro. Del primero confieso que no recuerdo nada, aunque me suena que me gustó bastante, de modo que poco puedo aportar a esta sesquidécada. Respecto a Theroux, es un autor que me interesa mucho porque su manera de contar los viajes siempre es sugerente y muy apropiada para distraerse en vacaciones. Theroux es un experto viajero que sabe seleccionar los detalles necesarios para que un libro de viajes sea algo más que una guía de aventureros y para que tampoco sea un diario demasiado lírico o costumbrista. En el gallo de hierro podemos encontrar un periplo por tierras de China y Mongolia, de Pekín a Shanghai, de Shanghai a Cantón, y de allí hacia el norte por todo el interior del país. Un viaje en tren por la China menos conocida, conviviendo con la gente que viaja en vagones que contrastan con la modernidad actual de la red ferroviaria china. Probablemente es una lectura que se convertirá en historia con la evolución del coloso asiático, pero siempre conservará el sabor nostálgico de los grandes viajes en tren.

18 julio 2020

Sesquidécada: julio 2005

No he podido recordarlo, pero algo estaría maquinando para revisar de cabo a rabo la Poética de Aristóteles en pleno julio de 2005. Es una obra de referencia para los filólogos, breve, amena y muy clara, que también resulta interesante (igual que su Retórica), para entender el discurso de la política o de la publicidad. Por ejemplo, dice Aristóteles que "es preferible elegir cosas naturalmente imposibles, con tal que parezcan verosímiles, que no las posibles, si parecen increíbles"; les suena ¿verdad? 

En esta sesquidécada hay también ansia de viajes, con un autor que merece la pena seguir: Paul Theroux. Es un referente en la literatura de viajes y recupero aquí Las columnas de Hércules, un periplo por países del Mediterráneo. Su estilo es muy ameno y lleno de referencias culturales que no llegan a ser eruditas ni didácticas. La buena literatura de viajes no debe confundirse con una guía turística y en ello Theroux es muy habilidoso. Casi todos sus libros ofrecen esa grata sensación de convertirse en acompañante del viajero, descubriendo con él cada lugar como un hallazgo. Con tanta plataforma digital de contenidos, puede que este tipo de literatura quede cada día más relegada a unos pocos friquis.

Y para terminar, un poco de música. Las memorias ochenteras de Sabino Méndez en Corre, rocker, una crónica personal del integrante de Loquillo y los trogloditas y varias bandas más. Es un buen libro para recordar momentos de aquella época y para entender lo que ocurría en la trastienda de la movida. Un documento para la nostalgia y para entender que los héroes también tienen sus ruindades.
Felices lecturas veraniegas.