
Todo esto me ha traído un montón de lectores al blog, lectores que serán quizá aves de paso (y alguna rara avis también), pero también me ha permitido ampliar los horizontes de mi 'idiosfera' con blogs que no conocía.
Este pequeño alboroto en mis aposentos ha hecho temblar los cimientos de este blog, pues por un momento creí que sería necesario ampliar los contenidos para satisfacer, en parte, a lectores ajenos a los blogs educativos. Pero, la razón se ha impuesto a las pasiones mundanas de la fama y el éxito y me he tenido que replantear la situación desde el principio. Una cosa es que advierta de los peligros de la lectura y otra que acabe convirtiéndome en un divulgador que de tanto escribir no tenga tiempo de leer y acabe diciendo sandeces (creo que así empezó César Vidal, quien, mientras yo escribo esta nota, habrá terminado un par de libros). Este blog seguirá siendo lo que ha sido y lo que manifiesta en su cabecera. Porque, si he de escribir día a día (y gratis), lo haré sobre aquellas cosas que me gustan, sobre lo que mejor sé hacer y sobre aquello de lo que me surgen dudas.
Así que, pasado este meneo, en breve os contaré las lecturas de aula de este primer trimestre. Porque me lo pide el cuerpo.