
En esa misma línea, mi colega Jorge Muruais, profesor del IES J.B.Porcar de Castelló, me acaba de mostrar su blog de aula de 4º de la ESO, con el que entra por la puerta grande en el territorio TIC. Os recomiendo que lo visitéis, pues sus alumnos han convertido las vidas de Dostoievski y y Eminescu en auténticas Bi(de)ografías, con un tratamiento bastante imaginativo y con una mescolanza de géneros realmente divertida.
Todo ello demuestra que imaginación no falta, que quizá los profesores, el sistema, las leyes, etc. sigan insistiendo demasiado en los conocimientos hasta el punto de convertir los institutos en factorías de estudiantes que repiten como loros las lecciones pensando que con eso nos conformamos. Porque es cierto que, a veces, con eso nos conformamos, con que no alboroten y aprendan lo que marca la ley, sin más valores añadidos.
No me gusta llamar al desorden ni a la rebelión (ahora algunos compañeros están desenterrando hachas por ver si algún día la administración les reconoce el esfuerzo innovador de sus trabajos digitales), pero en ocasiones enterraría el currículo de secundaria bajo siete llaves y me entregaría a 'enseñar' sin trabas, a cada uno lo suyo. Sé que, de hacerlo, me pondría a la altura legal de los que conducen sin carnet o se bajan canciones etílicas de Melendi con el emule. Además, no me queda mucho consuelo, pues la LOE ha perdido una oportunidad de oro para dar respuesta a los objetores como yo:
Título I, Capítulo III, Artículo 22:7. Las medidas de atención a la diversidad que adopten los centros estarán orientadas a la consecución de los objetivos de la educación secundaria obligatoria por parte de todo su alumnado y no podrán, en ningún caso, suponer una discriminación que les impida alcanzar dichos objetivos y la titulación correspondiente.
Buena intención la del legislador si pretende que no se discrimine a nadie al hacerle una adaptación, pero ¿qué ocurre con aquellos que ya vienen discriminados desde hace años? ¿Qué les ofrecemos a quienes no van a llegar nunca a esos objetivos generales de la ESO? ¿Piensan los políticos que, por definición, todo alumno que entra en un instituto está capacitado para esos objetivos? Si la respuesta es afirmativa, el errado soy yo. Si, por el contrario, existen alumnos que nunca van a llegar a esos objetivos, sería justo que las medidas de atención a la diversidad trabajasen competencias por debajo de esos objetivos generales, para que al menos un alumno puede llevarse algo positivo del instituto. Aunque sea únicamente la capacidad de imaginar.
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