
Entresaco y destaco algunas ideas que vienen a redimirme de mi incapacidad por encasillar la realidad en cajones estancos (por ejemplo, ¿quién no tiene problemas para clasificar palabras como 'nuestro', 'algunos', 'no', etc. dentro de las categorías gramaticales tradicionales?; y dentro del ámbito de la Web 2.0, ¿quién no las pasa canutas con las etiquetas y las categorías?). Este es mi resumen:
El mejor ejemplo para entender el segundo orden de orden es el catálogo de la biblioteca municipal o de la tienda de venta por correo. Un código indica dónde está el objeto. Lo que es. Sin embargo, insiste Weinberger, este segundo orden también sufre las limitaciones del mundo de los átomos. La cantidad de información que uno puede poner sobre un libro o un par de medias es limitado por el tamaño de la tarjeta o por el peso del catálogo.
El tercer orden de orden es el del mundo digital. Ya no hay límite a la cantidad de información. Al contrario, mientras más información tenemos, mejor; como lo muestran los tags que ordenan el desorden de Flickr o del.icio.us. (...) Consecuencia: "debemos deshacernos de la idea según la cual hay una manera mejor que el resto de organizar el mundo".
El hecho de poder, en el universo digital, encontrar lo que uno quiere sin pasar por clasificaciones rígidas trastoca la posición de los responsables del conocimiento. Si podemos participar desordenadamente en la organización sin paralizar la capacidad de los demás de encontrar, clasificar se vuelve un proceso social.
"Podemos establecer conexiones y relaciones a un ritmo difícil de imaginar antes", escribe Weinberger. "Podemos hacerlo juntos. Podemos hacerlo en público. Cualquier enlace y cualquier lista enriquecen nuestra colección dispareja de cosas compartidas y crea conexiones potenciales difíciles de predecir. Cada conexión nos dice algo sobre las cosas conectadas, sobre quién la estableció, sobre la cultura que pudo establecerla, sobre el tipo de gente a la que le interesa. Así es como crece el significado. Sea porque lo hacemos adrede o dejando huellas por donde pasamos, la construcción pública del significado es el proyecto más importante del próximo siglo" (...).