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22 mayo 2023

Sesquidécada: mayo 2008

 

En mayo de 2008 solo tengo anotadas dos lecturas, así que esta sesquidécada ha tenido muy poco de selección. Supongo que tendría en aquel curso algún grupo de 2º de Bachiller que me absorbería con el final de curso las horas para leer. Uno de aquellos libros era una novela de Paul Auster, Brooklyn Follies, un entretenimiento breve para los aficionados a este autor. Los personajes de Auster siempre acaban siendo curiosos, aun en su más anodina normalidad. En esta narración quizá lo más interesante es el ambiente callejero de Brooklyn y la búsqueda de sentido a la existencia de su protagonista. Sin ser una de sus novelas más famosas, resulta agradable de leer.

Como contraste a la simpática experiencia de Auster, también me acerqué, por primera y única vez a una novela de Paulo Coelho. Se trataba de Once minutos, "un cuento de hadas para adultos", que en realidad es un relato previsible, autocomplaciente y lleno de tópicos acerca de la vida de una prostituta. Siento defraudar a los aficionados a Coelho, pero, a diferencia de otros autores de best sellers a los que admiro, en su caso me resultó pedante, condescendiente y didáctico, en el peor sentido de la palabra.

28 abril 2022

Sesquidécada: abril 2007

Creo que hasta aquel abril de 2007 no había leído nada de Paul Auster, así que la lectura de Tombuctú fue un bautismo bastante acertado. Es una novela corta, focalizada en el punto de vista de un perro callejero, Míster Bones, que es la excusa ideal para mostrar la realidad del mismo modo en que lo hacían Cipión y Berganza de Cervantes, con la mirada escéptica de un animal desarraigado. El estilo de Auster es, además, muy personal, algo que pude descubrir con lecturas posteriores. Lectura breve muy recomendable.

También protagonizan esta sesquidécada dos obras orientadas a jóvenes lectores. El anillo de Irina, de Care Santos, es una novela deliciosa que aúna la pasión por la lectura con el despertar de los amores juveniles. Es también un acercamiento a la literatura rusa a través de sus figuras y obras más destacadas, utilizando recursos de la trama que evitan caer en el didactismo que a veces lastra estas obras juveniles. Una novela recomendable para alumnos de 15 o 16 años a quienes les guste leer y que quizá descubran nuevos alicientes para acercarse a la literatura adulta.


El último libro seleccionado para esta sesquidécada es una obra divulgativa sobre leyendas urbanas. En aquel tiempo se pusieron de moda estas historias truculentas que todo el mundo había oído y que muchos incluso conocían por haberle pasado a alguien muy cercano. Más allá de la chica de la curva, en Tened miedo, mucho miedo, de Jan Harold Brunvand, es un compendio interesante de leyendas absurdas, terroríficas, desconcertantes y sorprendentes que pueden hacer las delicias de los difusores de bulos. También sirve para entender lo fácil que resulta engañarnos y dejarnos arrastrar por supersticiones y falsos miedos. Interesante y divertida.

19 enero 2019

Sesquidécada: enero 2004

Hace diez años que empecé esta serie de las sesquidécadas en las que voy glosando algunas de las obras que me han marcado pasados quince años de su lectura. Ciento veinte artículos en el blog sobre literatura, ciento veinte reencuentros con el lector que fui y no volveré a ser, pues uno nunca se baña en el mismo libro aunque lo lea mil veces, como bien lo explicó Heráclito. Aquella primera sesquidécada inició también un hábito de escritura en el blog que lo ha mantenido vivo, cuando tantos otros blogs educativos han ido desvaneciéndose por el camino, arrumbados por las redes sociales o desfallecidos por motivos varios. Nadie sabe si esta serie continuará otros diez años más o morirá de inanición en el momento menos pensado. Son malos tiempos para los blogs, para la lectura y para la literatura en las redes, contaminadas por la inmediatez, por el deslumbrante brillo de los booktubers o la narrativa interactiva. También he de decir que hay momentos en los que me planteo regresar al blog y abandonar Twitter, obligándome a comulgar con mi idea de la pedagogía de la lentitud y volviendo al "slow blogging". Mientras tanto, aquí sigo un año más, fiel a esta reseña mensual.

El primer libro rescatado del mes es una obra muy interesante de G.K. Chesterton: El Napoleón de Notting Hill. Se trata de una novela futurista, escrita en 1904 y ambientada en 1984, con una crítica política y social llena de ironía y humor, como es habitual es este autor. Merece la pena conocer a Chesterton y acercarse a sus novelas, casi todas ellas con un estilo inconfundible y un fino sentido del humor que conecta enseguida con el lector avisado. Releyendo algunos fragmentos, me parece una lectura muy apropiada para estos tiempos del Brexit, para entender los mecanismos absurdos de la política y el poco sentido común que tiene la ciudadanía cuando se deja llevar por la irracionalidad.

También en enero de 2004 me llegó por azar una colección de relatos de lectores desconocidos estadounidenses, recopilados en una antología por Paul Auster: Creía que mi padre era Dios, subtitulado como "Relatos verídicos de la vida americana". Es un libro que no he podido volver a ojear porque, como tantos otros, lo disfruté gracias a la biblioteca municipal, pero del que guardo un buen recuerdo. Las antologías de relatos siempre son un buen consuelo cuando no sabes qué leer o para rellenar huecos entre lecturas de mayor enjundia.

Por último, una novela juvenil de corte simbólico: El almacén de las palabras terribles, de Elia Barceló, una lectura interesante para trabajar la empatía, el perdón o las emociones. En alguna ocasión pienso que los docentes deberíamos leer muchas más novelas juveniles para no olvidar estas cuestiones tan básicas y necesarias.