26 febrero 2012

Sesquidécada: febrero 1997

Unos amigos lectores me comentaban el otro día que cada vez les cuesta más mantener la atención en esas lecturas morosas de la novela del XIX. No es fácil enfrentarse a capítulos de veinte o treinta páginas en los que no ocurre apenas nada, ni siquiera para nosotros que 'aprendimos' literatura con esos modelos (no digo ya para nuestros jóvenes de atención dispersa). Algunas de aquellas obras del canon universal parecen condenadas a la espera de un lector paciente que se atreva con ellas.
No sé si pasaría la prueba del lector paciente la primera obra de esta sesquidécada. Se trata de una novela río, nunca mejor dicho, pues es un río quien incluso le da nombre: El Don apacible. Ya hablé de ella con motivo de una serie de libros que reseñé bajo la etiqueta de "los raros y los largos". Esta novela de Mijail Shólojov cuenta el convulso periodo de la revolución rusa y los acontecimientos posteriores, tomando como referencia la tierra de los cosacos. Es, en cierta medida, una novela épica, pero también muy humana, con unos personajes sólidos y una trama que cautiva al lector. Tuve en su día el atrevimiento de analizar con detalle sus más de mil páginas y llegué a preparar un trabajo para la asignatura de novela contemporánea que impartía el profesor Joan Oleza. Recientemente han aparecido ediciones más manejables que la que se muestra en la imagen de esta nota, de modo que os animo a hincarle el diente a un auténtico novelón ruso.
Otra obra con la que quiero ilustrar estas lecturas de hace quince años es la doble recopilación de relatos de Max Aub, Cuentos ciertos y Ciertos cuentos. Algunos de esos relatos han sido reeditados en diversas ocasiones; bajo el título Enero sin nombre y Escribir lo que imagino, la editorial Alba recopiló los cuentos relacionados con la guerra civil y los relatos más o menos fantásticos, respectivamente.
Como todo en esta vida parece confluir misteriosamente en círculos que nos devuelven una y otra vez a los mismos lugares, la relectura de Aub, un clásico de este blog, me ha llevado a recordar El manuscrito cuervo, un supuesto relato del cuervo Jacobo en el que se cuenta la visión del mundo humano a partir de la observación de los presos del campo de concentración de Vernet, en el que estuvo el propio Aub. No he encontrado versión digital, así que os dejo un par de citas:
"Los hombres hacen lo que no quieren. Para lograr este fin, tan absurdo a nuestras luces, inventaron quien les mande (...). Los que más mandan tampoco hacen exactamente lo que quieren, porque siempre dependen de una fuerza inventada por ellos, la Burocracia. La Mentira y la Burocracia son los dioses de los externos."
"Llega su aberración a tal grado que, no contentos con huir personalmente de la ociosidad, los hay que hacen trabajar a los demás. Llaman a eso negocio. Desde luego los negociantes son la casta humana más despreciable. Tal enfermedad ha llevado a esta desdichada humanidad a creer que hay que ganar algo para comer".
Esta lectura me hizo recordar un relato que preparé hace unos años mientras participaba como jurado en la preselección de cuentos del certamen internacional organizado por la Fundación Max Aub de Segorbe. En mi historia, tomo como modelo el relato de Max Aub y algunos de sus leit-motive. Como decía, a modo de cierre del círculo, el pasado jueves intervine en Radio Purpos/ed [Es], invitado por Gorka Fernández, de Tres Tizas, para hablar de la #primaveravalenciana; en el mismo programa, Felix Ramos, presidente del foro por la memoria de Huelva, mencionaba la satisfacción que supone para las familias la recuperación de los restos de represaliados enterrados en miles de fosas anónimas. Creo que era justo sacar a la luz, junto con el programa de radio, aquel relato perdido en un disco duro. Espero que os gusten ambos testimonios.


Manuscrito perro

13 comentarios:

eduideas dijo...

Me apunto la novela de Sholojov, a mí me encanta el XIX y sus derivados aunque realmente hoy en día parezcan novelas lentas (ya lo dice Carr en el libro Superficiales). Hay que reivindicar el tiempo que exige sumergirse en otro mundo, descrito morosamente y no con unas pocas pinceladas

Joselu dijo...

Un gusto oírte casi en directo hablando sobre la situación educativa de la Comunidad Valenciana, y poniendo de manifiesto las medias verdades o abiertamente mentiras que se difunden sobre los recortes y la disminución real del profesorado. Una de las interpretaciones más abominables que he oído por parte de la derecha sería la de que los profesores (funcionarios) estarían manipulando a los alumnos dando salida al resentimiento por las disminuciones de sueldo que han sufrido.

Hoy había un artículo en EL País de Lluís Bassets titulado LA IZQUIERDA ES CULPABLE, digno de leerse, en el que se viene a decir que seríamos culpables de todo, de la crisis, de no hacer reformas, de hacerlas, de haber querido extender el estado del bienestar a la sociedad distribuyendo la riqueza. El resultado es que en los análisis de la derecha la izquierda es culpable solo por el hecho de existir, y el peligro es que nosotros interioricemos este planteamiento y, desarmados ideológicamente y cautivos, terminemos sin referentes dejando todo el terreno a los planteamientos neoliberales. No sé si la Comunidad Valenciana es un banco de pruebas sobre lo que va a venir, pero es inquietante, más cuando sabemos que las medidas durísimas de ajuste están todavía por venir tras la aprobación de los próximos presupuestos que entrarán a hachazos en la dimensión de lo público.

No he leído El don apacible, pero ganas no me faltan, aunque no sé si ya me atrevería con novelones de estos que leí con fruición hace alguna sesquidécada atrás.

GorkaFM dijo...

Tengo esa dificultad para leer novelas lentas, las reflexiones tanto tuyas como de Joselu me son muy cercanas, porque yo no he llegado nunca a coger ese ritmo sosegado de lecturas clásicas. Ahí tengo aún "La montaña mágica" esperando a ser escalada.
Tu relato, me ha gustado, me ha recordado a la historia de Alberto Méndez en el que un miliciano espera a muerte de su hijo al que alimenta con la leche de una famélica vaca, creo que es la segunda de las cuatro historias que cuenta en "Los girasoles ciegos".
Gracias por hacerte eco del programa de radio y muchas más por partipipar en él. Radio Tres Tizas ya está preparada para ser publicada el próximo viernes, ha quedado chulo eso de callejear haciendo radio.
Saludos:
GRK

mjchorda dijo...

No he leído la novela que citas, pero hablando de novelones, estoy disfrutando releyendo M. Bovary en clase con los de 2º bach. Magníficas las decripciones y fragmentos de la novela que detienen el tiempo.Hay una descripción de la caída de una hoja, fantástica, aunque a los alumnos les cuesta. También es complicado para ellos no etiquetar, son de un maniqueo impresionante. En cuanto al relato, siempre pensé q debías ser un buen escritor y ahora lo corroboro, creo que tendrías que prodigarte más :). El relato es duro, me ha gustado mucho como está escrito, sobre todo como describes la rotura de cuello del niño.

Lourdes Domenech dijo...

Aunque ficción, tu historia es el espejo de tantos y tantos milicianos que palparon el frío de la tierra y que yacen olvidados. Estas historias, que siguen conmoviéndonos, hay que sacarlas a la luz.

Lourdes Domenech dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marcos Cadenato dijo...

Gorka, Félix, Toni acabo de terminar de escuchar vuestras intervenciones en la radio y siguen viniendo preguntas y más preguntas a mi cabecita loca: ¿cómo es posible intentar erradicar la memoria histórica?, ¿cómo es posible que el juez Garzón sea inhabilitado en un país en el que Camps y Costa son declarados no culpables?, ¿quién homenajea a Fraga Iribarne?,¿qué pasa en la Comunidad Valenciana para que una y otra vez los PPolíticos campen a sus anchas elección tras elección?, ¿por qué la policía valenciana golpea a sus hijos y a los amigos de sus hijos?, ¿cuánto durará la #primaveravalenciana?
Felicidades por el Manuscrito perro: sabíamos de tus cualidades literarias... ¡insiste en ellas, maestro!

Lourdes Domenech dijo...

Aunque ficción, esta historia es el reflejo de muchas personas cuyos cuerpos yacen en la fría tierra, sin que nadie sepa su paradero.

¡Qué necesario es contarlo y contarlo y contarlo...!

Joselu dijo...

Es extraño ese dejarse morir cuando todo pugna por la voluntad de seguir, de sobrevivir, pese a quien pese o frente a cualquier circunstancia por adversa que sea. Un relato bien escrito, bien equilibrado, digno… que expresa el dolor de los derrotados y que todavía pugnan por ser rehabilitados, siendo sacados de las cunetas. Ignoro si la absolución de Garzón (ya no se puede decir juez) implica que se abran otras vías para la reivindicación de la memoria histórica. El auto parece desestimar que se puedan aplicar leyes sobre el genocidio o de crímenes de lesa humanidad, que son posteriores a los hechos juzgados, y, por otra parte, se dice que no es labor de la judicatura sino del Estado hacerlo. Aunque esto último, con el gobierno que tenemos, me temo que es poco menos que un sarcasmo.

Toni Solano dijo...

Eduideas: A diferencia del espiritualismo psicológico de las novelas rusas del XIX, Shólojov es más dinámico en la trama y reduce la introspección a lo mínimo, lo que hace más llevadera la lectura.
Joselu: La situación valenciana es de enfermedad crónica; no entiendo cómo hemos mantenido esta ceguera promovida por políticos que sabían que tarde o temprano todo saldría por los aires. Ahora que se ha desmontado el chiringuito, pagan los desgraciados con el desempleo y los funcionarios con las nóminas. Eso sí, ellos, los que se llevaron millones a espuertas, todavía no han pagado nada, ni parece que vayan a pagarlo, ni tan siquiera a efectos políticos.
Gorka: El relato está muy emparentado con la novela que citas y que merece la pena leer. Te animo a que descubras el conjunto de novelas de Max Aub que conforman el "Laberinto mágico".
Mª José: Gracias por tus palabras. Mi prosa es un tanto gongorina, aunque intento desbrozar :)
Marcos: Gracias. No me veo con cualidades literarias; soy un pasable imitador y, a veces, un gracioso componedor de parodias. Me conformo con escribir a mi gusto :)
Lu: La desmemoria nos conduce a la repetición de errores. A quienes reivindican el derecho a pasar hoja habría que recordarles que durante 40 años hubo una exaltación fanática de los "caídos por Dios y por la Patria"; quienes realmente murieron defendiendo una constitución y un gobierno votado en las urnas merecen al menos el derecho a una tumba con su nombre.
Joselu: No debe ser casual que esta vez absuelvan a Garzón cuando ya lo han hundido una semana antes. Cuando medio mundo mira hacia España por si defiende los crímenes de la Dictadura, era casi obligado hacer un gesto democrático que, como bien dices, quedará en eso, en un gesto y nada más.

Unknown dijo...

Te oigo y creo, efectivamente, que los recortes ya vienen de atrás, que en vuestra Comunidad lo de la calefacción es la gota que ha colmado el vaso. Me temo que asistiremos a un desmantelamiento aún mayor, aunque no es eso lo que espero, aún confío en nuestra capacidad de reacción. Auqnue son tremendos los argumentos que se dan para desprestigiar las movilizaciones. En cuanto a la dificultad para leer ciertos novelones, lo entiendo, pero si uno se ve atrapado en sus redes, no hay placer mayor. Me ha gustado mucho el cuento, Toni, también me ha recordado a "Los girasoles ciegos". Un abrazo.

Toni Solano dijo...

Carlota Bloom: Nuestra comunidad es pionera en muchas cosas, casi todas nefastas. El derroche se hizo a costa de determinados servicios públicos que no eran tan vistosos; no negaré que se han hecho parques, carreteras y polideportivos, pero tampoco que los equipamientos educativos y sanitarios siempre han ido a peor.
En cuanto al relato, lo escribí allá por el año 2003, antes de la publicación de 'Los girasoles ciegos'; creo que los referentes son los mismos en ambos casos, y hay suficientes novelas y cuentos de la guerra civil que están emparentados en éste. Gracias por tu comentario.

CMG dijo...

En la asignatura de novela con Oleza, además de las lecturas obligatorias o textos de trabajo, teníamos otros textos de referencia y las de contexto internacional.
Yo las he leído con el tiempo, no todas, pero alguna por curiosidad.
Sholojov aparecía en el tema "De las Vanguardias al periodo bélico" junto a Kafka, Dos Passos, Faulkner y Huxley.
Con tus sesquidécadas me haces recordar todo el temario de la Facultad ja,ja,ja.