14 diciembre 2009

Leyendo en clase... y fuera (II)

Mis dos grupos de 1º de Bachillerato me están dando alegrías y tristezas por igual. Alegrías al verlos participar en actividades TIC de un modo bastante autónomo y tristezas al comprobar que muchos siguen contagiados de esa desgana más propia de la ESO. Pero, no adelantemos conclusiones antes de contar los proyectos lectores con estos grupos.
Para Bachiller tenía un blog de 2º curso (Seres de lengua) que he abandonado de momento. Consideré que valía la pena abrir un proyecto nuevo y así nació es todo el mundo un prodigio, el blog de aula de 1º de Bachillerato. Sabía que algunos alumnos de estos grupos ya habían trabajado conmigo los blogs en 3º de ESO; otros habían repetido experiencias TIC el año pasado en el Trabajo Monográfico, con Google docs, wikis, Scribd, Slideshare... De modo que contaba con suficiente apoyo logístico para proponer que los trabajos de aula se subiesen habitualmente al blog.
En el apartado de las lecturas propuestas, seguí con mi planteamiento habitual: En la medida de lo posible, los clásicos curriculares se leerían en clase y, para casa, habría posibilidad de leer novelas contemporáneas que incrementasen la nota. Estas últimas quedaban recogidas en una amplia lista con posibilidades de aceptar otras lecturas no reflejadas allí. Sobre esos libros complementarios, se encargan trabajos a medida, tratando de huir de resúmenes y análisis de personajes. Algunos de esos trabajos se pueden ir leyendo ya en el blog, como la magnífica reseña de La guerra de las salamandras, de Karel Capek.
En cuanto a los clásicos literarios, este trimestre hemos leído el Romancero español (Bruño). Durante cuatro o cinco sesiones he seleccionado romances que han leído los alumnos en clase. Cada romance nos daba pie a comentar aspectos de interés sobre la vida y la literatura medieval. Acabada la lectura, propuse unos trabajos en grupo de análisis concreto de un romance del libro. Algunos de esos trabajos han seguido automáticamente el camino Scribd+blog sin necesidad de mi tutela; a otros alumnos se los he colgado yo. También subieron al blog sus investigaciones sobre aspectos de la sociedad y la cultura medieval, una tarea que para muchos fue su primer contacto con las TIC en educación.
Para el próximo trimestre, la lectura de La Celestina quizá nos dé pie a utilizar el microblog. No veo que sea una herramienta que les interese mucho, quizá porque no hay tiempo ni equipamiento para que lo hagan en horas lectivas. No obstante, me doy por satisfecho con lo que hay hasta el momento.
¡Ah! y mis quejas del principio son producto de esa visión tan extendida que nos lleva a pensar que los alumnos, por estar en bachiller, son ya adultos. Espero que conserven por mucho tiempo esa fe inocente en el futuro.

2 comentarios:

Marcos Cadenato dijo...

Por lo que cuentas, Toni, quizá sin el entusiasmo o el interés que debíamos exigirles - que nos exigimos a nosotros mismos muchas veces- sí parece que estén trabajando, leyendo y compartiendo cosas... En los tiempos que corren, no es moco de pavo, amigo mío...

Lourdes Domenech dijo...

Antonio, ¿se infantilizan los jóvenes por aquello de la sobreprotección? Hay promociones y promociones, pero de primero a segundo de bachillerato sí maduran bastante. Será el estar a las puertas de la universidad, será el vértigo de la incertidumbre, pero en segundo les cambia la expresión y se les pone un gesto más grave.
Me gusta cómo expresas tu deseo: "que conserven por mucho tiempo esa fe inocente en el futuro."