15 marzo 2023

Sesquidécada: marzo 2008

NO ACOSEN AL ASESINO FG - JOSE MARIA GUELBENZU FERNANDEZ - 9788466369428

En esta sesquidécada rescataré dos novelas negras muy diferentes, muy distantes. La primera  nos lleva a las verdes tierras de Cantabria y la segunda a la América profunda. Vamos con ello.

 

No acosen al asesino, de José María Guelbenzu, es la primera novela de la serie protagonizada por la jueza Mariana de Marco. Recuerdo que fue una obra que me dejó una agradable sensación y que prometí seguir leyendo más del autor, al que solo conocía por antologías de relatos. Quince años después, sigue en lista de espera y quizá este homenaje en la sesquidécada sirva para ponerme al día con las pesquisas de la Mariana de Marco. Bueno, también me gustaría tener tiempo para leer otras obras del autor que tienen muy buena pinta.

 

 1280 almas

La segunda lectura es 1280 almas, de Jim Thompson, una novela peculiar que tiene rasgos compartidos de la novela negra, el western y el thriller psicológico. Es una obra extraña, que no deja indiferente al lector, porque rompe con las expectativas del género y se resiste a cualquier previsión. Un clásico que merece la pena visitar.


18 febrero 2023

Sesquidécada: febrero 2008


Con tan poco tiempo para leer como tengo ahora, no es de extrañar que elija para esta sesquidécada una novela corta y una novela gráfica. No es por pereza ni por comodidad, sino porque de mi lista de lecturas de aquel febrero de 2008, las que más poso han dejado han sido estas dos, así que vamos a por ellas.

El señor Ibrahim y las flores del Corán, de Eric-Emmanuel Schmitt, es una novela breve, que se lee en una tarde y que proporciona al lector el placer de una delicatessen literaria. Es de esas obras que no sabes bien por qué te acaban dejando un recuerdo imborrable. Es posible que la clave se encuentre en esos dos personajes entrañables del niño rebelde y del tendero sabio, esa combinación de ingenuidad y experiencia tan típica en la literatura clásica, desde el Lazarillo a Huckleberry Finn. Llegué a esta obra a través de Joselu y su blog Profesor en la Secundaria (cuya relectura recomiendo, especialmente de la serie de artículos dedicados a la educación entre los años 2005 y 2016), y llegué a recomendarla como libro de lectura voluntaria para el alumnado de Bachillerato. No he vuelto a ella desdde entonces, pero creo que sus ingredientes no caducan fácilmente, así que debe de ser una buena recomendación todavía.


La segunda recomendación es Maus, la novela gráfica de Art Spiegelman. Supongo que la mayoría de mis lectores la conocen y muchos también la habrán leído. Se trata de una fábula de gatos y ratones con trasfondo histórico, concretamente el genocidio nazi, así que ya podéis imaginar quién es quién. Es un clásico del cómic y creo que también es ya un clásico de la literatura contemporánea, que tiene que asumir la novela gráfica también como un género más, sin relegarlo a un nivel más bajo o desplazarlo fuera del canon literario. Obras como Maus, Persépolis o Los surcos del azar, por poner solo unos ejemplos, son auténticas joyas para lectores exigentes y merecen su lugar entre los clásicos.


08 febrero 2023

Un viaje por las Letras


¿Se puede vivir sin literatura? Algunos de nuestros alumnos a veces se quejan por tener que leer libros de ficción. “Maestro, ¿esto para qué sirve?” Tienen razón: casi nunca nos hemos parado a explicarles que la literatura no es útil, al menos en el sentido en que ellos parecen preguntarlo. ¿Para qué vas al cine? ¿Para qué comes pipas en el parque mientras hablas de nada con tus amigos? ¿Para qué te quedas embobado mirando a la chica o chico que te gusta? La literatura es prescindible, al menos la historia de la literatura, tal y como forma parte de sus vidas académicas. Sí, los hará más sabios, les proporcionará una visión del mundo más intensa, los acercará a su patrimonio cultural y todo eso. Pero también es cierto que esa parcela de la literatura llena de fechas y autores probablemente se marchitará en sus memorias, si no la riegan de vez en cuando. Sin embargo, hay que decirles que existe otra literatura imprescindible, esa literatura que atraviesa la historia de la humanidad de punta a cabo, esa literatura oral, tradicional, colectiva, clásica, mítica, épica… esa literatura que no se construye tanto con nombres y fechas, sino con personajes, tópicos o motivos universales. Son los cuentos contados al calor del hogar, las canciones compartidas en la siega, los poemas de amor y desamor, los dramas representados en las plazas de los pueblos… Sobre esos cimientos de la cultura literaria (cuentos, epopeyas, mitos, tragedias, romances…) se ha construido todo nuestro patrimonio literario, ese que va creciendo con los siglos y enriqueciendo nuestra cultura. Del mismo modo que la tecnología y la ciencia nos permiten avanzar en derechos y comodidades, los movimientos literarios nos han llevado a lo largo de los siglos a entender mejor quiénes somos, dónde estamos y para qué vivimos. Y del mismo modo que nunca despertaríamos vocaciones científicas entre los jóvenes recomendando monografías sobre física o álgebra, tampoco vamos a fomentar el amor por la lectura y la literatura lanzándolos sin salvavidas al piélago de los clásicos. Invitamos a descubrir la ciencia examinando una mosca con el microscopio, recogiendo hojas en un paseo por el bosque, lanzando objetos al aire… ¿Por qué nos resistimos tanto a mostrar el lado lúdico y curioso de la literatura? ¿Por qué esa proverbial desconfianza de los cómics, de la literatura juvenil, de los clásicos adaptados, de la divulgación sin pretensiones…? ¿Por qué no tenemos un Google maps de la historia de la literatura que nos permita planificar un viaje literario antes de hacer turismo de verdad? Es evidente que una cosa no puede sustituir a la otra, que podremos hacernos una idea de lo que nos vamos a encontrar, pero nunca lo viviremos como si estuviésemos allí. Un viaje por las Letras, de Pedro Cifuentes, funciona un poco como ese navegador virtual que anima a los profanos y a los curiosos a preparar el viaje por la historia universal de la literatura y les facilita un itinerario seguro y eficaz para no dejarse nada sin ver. Un mapa que recorre milenios a lo largo de nuestra tradición y de nuestro mundo, desde Mesopotamia a Europa, de la Antigüedad al Siglo XXI. No es fácil trazar un viaje por tan vasto territorio, pero si algo bueno tiene la literatura es que permite viajar en todas las dimensiones, porque su materia prima es la ficción, la misma que nos sirve para construir los sueños, las mentiras, los delirios y las esperanzas. Con esos ingredientes tan etéreos, solo un artista como Pedro Cifuentes se atrevería a cocinar esta delicatessen, una preciosa guía por los escenarios de la literatura, contemplados ahora por la mirada sorprendida de los más jóvenes, esa misma mirada que se asoma a empujones al microscopio, la mirada jovial del bisoño explorador en busca de insectos o plantas. Asómate tú también.

Un viaje por las Letras (Harper Collins). Pedro Cifuentes

03 enero 2023

Sesquidécada: enero 2008

Vamos a por el decimoquinto año de sesquidécadas, un año que me llevará a un curioso bucle de lecturas y relecturas, ya que al acabar coincidiré con el inicio de estas sesquidécadas, en enero de 2009. ¿Tendré que reseñar entonces aquellas relecturas y doblar como un calcetín la sesquidécada o habré de ceñirme exclusivamente a las lecturas contemporáneas? Eso me pasa por no prever con antelación que quince años no son nada...

En cualquier caso, tengo por delante todo un año para reflexionar sobre ello, incluso con la azarosa probabilidad de que deje de escribir aquí o que cierren definitivamente los blogs, cumpliéndose aquel pronóstico que viene de tan lejos. Pero, dejémonoso de elucubraciones y vayamos al lío.


Tenemos en esta sesquidécada un trío de lecturas variadas. Para empezar, un clásico de los superventas, que sigue siendo una buena propuesta para el aula, aunque ya hay película: El niño con el pijama de rayas, de John Boyne. No es necesario explicar su argumento, centrado en los campos de concentración nazis, porque casi todo el mundo ha oído hablar de ello. Es una novela ligera, con un enfoque bastante original y sin demasiados elementos melodramáticos, si exceptuamos su desenlace. Como digo, puede ser una lectura recomendada para trabajar en el aula, ampliando su sentido hacia cualquier tipo de exclusión o xenofobia. 


La segunda novela me marcó bastante en su momento. Se trata de La carretera, de Cormac McCarthy. Es una narración dura, muy en la línea de su autor, con una sobriedad que ayuda a marcar la soledad y devastación que rodea a sus protagonistas. Una road movie distópica que también habla de afecto y esperanza, a su manera. Creo que es un clásico de nuestra época, una obra que ha creado escuela y que merece la pena leer.

Finalmente, recomiendo un ensayo de José Antonio Millán, Perdón, imposible, un libro divulgativo muy ameno sobre cuestiones referidas a la puntuación. Al margen de las cuestiones ortográficas o de estilo, el autor utiliza unos ejemplos y textos sugerentes, que evitan que se convierta en una lectura demasiado técnica. Ideal para ese gramático que todos llevamos dentro. 



12 diciembre 2022

Buscando respuestas en el infierno

Demonios, una novela de medias verdades.

No es fácil reseñar la novela demonios de Javier Vicente Moreno sin desvelar algún elemento esencial de su trama. No se trata de una novela de intriga ni tampoco un drama amoroso que pueda desmontarse si salen a la luz los detalles que el lector desconoce. Pero en el fondo sí que se trata de un drama amoroso con intriga, aunque también podría decirse que es una comedia negra con tintes fantásticos. En mi opinión, esa es la gran virtud de esta obra de Javier Vicente: conseguir que la tragedia se disfrace de comedia a través de un hábil narrador que maneja los hilos de una trama llena de recodos y habitaciones sin visitar. El juego de puntos de vista articula esas zonas de luz y sombra con maestría, dejando al lector a merced de un narrador demiurgo, que administra con rigor y crueldad los datos precisos para descubrir la gran pregunta, esa pregunta que lleva al protagonista a su particular descenso a los infiernos. Se puede apreciar que me gusta el narrador, creo que es el gran logro de la novela, más allá incluso de sus personajes poliédricos y esquivos. He intentado buscarle antecedentes a ese tono erudito, soberbio y socarrón que se gasta en bastantes ocasiones, un estilo que recuerda un poco a Eduardo Mendoza y otro poco a John Kennedy Toole: esa mezcla de lo ácido, lo cómico y lo sórdido están ahí presentes. Por supuesto, hay mucha literatura clásica detrás, referentes que no es necesario desgranar, desde la mitología o la epopeya, hasta la novela decimonónica. Sin embargo, esta intertextualidad se encuentra diluida en una prosa ágil y esmerada, una prosa que busca continuamente la complicidad del lector, de ese lector que es capaz de disfrutar por igual de la sobriedad de Baroja que de la riqueza de Luis Martín-Santos. Así pues, demonios es una novela que merece la pena leer, una primera novela de un autor que tiene mucho que contar y que sabe hacerlo bien. Es una novela sin moralejas pero con mensaje: la verdad es demasiado compleja como para ser única, y mucho más si la confiamos a la memoria. En cuanto a los demonios, conviene que cada uno tengamos a mano la pregunta adecuada por si, de repente, llega el momento de pedirles explicaciones, porque el cielo puede esperar, pero el infierno, no.

Página web de la editorial Saralejandria: demonios

10 diciembre 2022

Vuelve #poema27... y son ya 15 ediciones


Por diciembre vuelve el acontecimiento poético por excelencia: #poema27, y este año se cumplirán 15 desde que inicié en este blog, con ayuda de muy buenos colegas esta llamada poética. Para los más despistados, hay que recordar que esta cita anual celebra el acto fundacional de la Generación del 27, cuando en los próximos días 16 y 17 de diciembre se cumplan los 95 años del encuentro de algunos autores de ese movimiento literario en el Ateneo de Sevilla. Este aniversario poético lo celebramos llenando la red de poemas y versos de aquellos poetas. Cada año, docentes, alumnado y aficionados a la poesía en general, se suman a esta invitación y comparten en redes sus poemas o versos preferidos.

Así pues, a lo largo de esta semana podéis publicar cualquier homenaje poético en los blogs, en Facebook, en Instagram y, por supuesto, en Twitter, bajo la etiqueta #poema27. La nómina de autores es bastante extensa y podéis encontrar suficientes poemas de ellos en la red, sin olvidar a las mujeres de la Generación, esas olvidadas que tímidamente asoman en los últimos años bajo la etiqueta de Las sinsombrero, como si necesitaran unirse para ser escuchadas tantos años después. Es también una oportunidad para llenar las aulas de poesía y para jugar en familia con la narrativa digital. Os dejo unos ejemplos y variados enlaces al final por si queréis investigar. Para el aula se pueden repartir poemas (por ejemplo, esta antología del 27), para ser grabados en podcast o vídeo de manera voluntaria. ¿Os animáis?


Mis homenajes:
Año 2017: Al final de la tarde (Ernestina Champourcín)
Año 2016: Underwood girls (Pedro Salinas)
Año 2015: La tarde... Josefina de la Torre
Año 2014: Dos poemas y más
Año 2013: Canción que nunca pone el pie en el suelo (Rosales)
Año 2012: Al oído de una muchacha (Lorca)
Año 2011: Amor oscuro (Altolaguirre)
Año 2010: Cernuda y Morente
Año 2009: Cernuda

Sesquidécada: diciembre 2007


La literatura de terror no es mi género preferido, aunque sí que he disfrutado muchísimo con autores como H.P. Lovecraft, Richard Matheson, Robert Bloch o los clásicos como Poe o Maupassant. En diciembre de 2007 me acerqué a un autor relativamente actual que me habían recomendado: Clive Barker, cuyos Libros de sangre protagonizan esta breve sesquidécada. Se trata de un conjunto de relatos de terror variados y originales, que combinan el horror con el suspense, en unas tramas ágiles e inquietantes. Estan recogidos en diversos volúmenes, pero os recomiendo que os acerquéis al primero y echéis un vistazo primero, no sea que el miedo se apodere de vosotros y no tengáis ánimo de seguir con el resto (aquí podéis leer uno de ellos). En serio, vale la pena su lectura y creo que incluso algunos de ellos se han convertido en película o serie. 

Tengo asimismo anotadas en mi registro un par de comedias de Plauto, supongo que para contrarrestar el pánico: también para eso sirven los clásicos.   

27 noviembre 2022

Sesquidécada: noviembre 2007


De aquel mes de noviembre de 2007 tengo dos lecturas de didáctica, una de T.W. Moore y otra de Fernando Savater, que apenas recuerdo, y otras dos obras que reseñaré brevemente en esta sesquidécada.

La primera es un breve ensayo de Noam Chomsky e Ignacio Ramonet, Cómo nos venden la moto, que supongo que conoceréis. Es un librito fácil de conseguir y de leer, que explica cómo actúa la propaganda sobre nosotros a través de los medios de comunicación dependientes de intereses económicos y políticos. Se trata de una obra de 1995, que casi treinta años después sigue teniendo la misma vigencia. Han cambiado los canales y se ha diversificado la manera de difundir y recibir la información, pero las estrategias siguen siendo las mismas. Merece la pena releerlo de vez en cuando.


El otro libro es un clásico de Galdós, Marianela, una lectura que hemos usado alguna vez en 4º de ESO. Es una obra que resulta interesante recuperar, porque tiene diversos niveles de lectura y aporta una visión muy rica de lo que era la sociedad de finales del siglo XIX, pero también da pistas de lo poco que hemos cambiado en ciertos aspectos como la caridad o la justicia social.