Re(paso) de lengua
Para los profesores de lengua y literatura, este blog pretende ser la Cueva de Alí Babá, en la que encontrar alguna idea, algún germen que permita abrir caminos, sembrar dudas, avivar el seso de los más inquietos.
31 octubre 2025
Sesquidécada: octubre 2010
29 octubre 2025
Aniversario del dolor
Hoy es también un día difícil para olvidar. Olvidar que ya por la mañana estábamos viendo rescates de personas arrastradas por el agua. Olvidar que a mediodía y en la sobremesa ya había decenas de muertos y que una avalancha de barro bajaba desde las montañas hacia la Albufera. Olvidar que los máximos responsables de las emergencias estaban mareando la perdiz mientras esperaban las órdenes de un presidente que, un año después, todavía no sabemos dónde andaba ni qué hacía. Olvidar las imágenes y los testimonios de las víctimas y su desamparo.
Hoy es ese día en el que hubiera preferido escribir de libros y no de muerte. Pero cada día que vuelvo a visitar las calles de mi infancia y juventud, cada vez que abrazo a mis padres, cada vez que hablo con mi prima, sé que tenía que dejar constancia de este dolor, de esta rabia, de esta impotencia. Y poner la televisión o asomarse a las redes para ver la hipocresía de los responsables de este horror solo acrecienta esta indignación.
06 octubre 2025
Mi primera escuela
Me cuentan que mi primera escuela fue una guardería (una “miga” la llamaban en mi pueblo) a la que asistí con apenas 3 años; de aquello no recuerdo nada. Mi memoria empieza en un colegio nacional en el que hice toda la EGB. Era el colegio del barrio, en un pueblo cercano a Valencia, un colegio pequeño que compartía territorio con otros dos colegios concertados a los que iban algunos de mis vecinos. En aquel momento no lo entendía, pero resultaba curioso, ya en los años 70, que las familias de clase media llevasen a sus hijos a colegios diferentes de los que íbamos los de clase más baja. En mi clase, casi todos éramos hijos de inmigrantes, hijos e hijas de esas familias que venían de Albacete, de Badajoz, de Jaén o de Córdoba, como era mi caso. Por eso nadie hablaba valenciano (luego supe que los otros niños del lugar tampoco podían hablar valenciano en sus colegios selectos, que eso solo era para casa). Mi primera escuela era la escuela de muchos niños humildes de aquella época, una escuela en la que aún se formaba en filas con la mano en el hombro y en la que se rezaba al empezar el día y al acabarlo. De la etapa de infantil solo albergo un vago recuerdo de mi maestra doña Remedios, que propuso que me adelantasen de curso para empezar la EGB con cinco años. Así pasé toda mi etapa primaria siendo el más pequeño de la clase, un niño esmirriado que era poco menos que la mascota del grupo. Tengo buenos recuerdos del patio de tierra y árboles, de mi abuela llevándome a la valla yogures para almorzar, de jugar a pillar o a la cadena o al “churro va”. En mi memoria, el colegio era amplio y espacioso, y entrar en él después, ya de adulto, supuso un impacto enorme al descubrir que era justo lo contrario, un edificio angosto y reducido. Mi primera escuela tenía maestras en los niveles más bajos (tanto que no guardo apenas recuerdo de ellas) y maestros a partir de 4º de EGB. Entre ellos los había estrictos, muy autoritarios al estilo del franquismo, incluso con capones y tirones de pelo en las patillas, otros a los que se les notaba ya derrotados, con signos de estar en un lugar en el que no les apetecía, y algún otro que todavía mantenía la vocación de educar. En cuanto a los compañeros, esos treinta y pico en clase de aquellos años, eran como dije al principio un revoltijo de chavales de familias humildes, con bastante absentismo a partir de los doce años y también con algunos repetidores, la mayoría de ellos con necesidades educativas muy acentuadas. De todos ellos, apenas un tercio siguieron con estudios de bachillerato o formación profesional; el resto entraba como aprendiz en las numerosas fábricas de muebles de la zona o en pequeños talleres familiares. En estos momentos en los que se habla tanto de disciplina en las aulas, recuerdo que también había “gamberros” en mi primera escuela: chavales a los que la escuela les daba la espalda y saltaban por la ventana para escaparse, chavales que fumaban (igual que el maestro que lo hacía en pipa en el aula), chavales que ya estaban trabajando sin que nadie se escandalizase. Mi primera escuela era mi mejor escuela, porque no había otra y porque, junto con la biblioteca municipal, era el único lugar en el que saciar mi curiosidad. Ojalá recuperar aquella escuela, no para volver a los capones y castigos, sino para satisfacer esa ansía de curiosidad que todos los niños tienen y que, a veces, no sabemos colmar.
24 septiembre 2025
Sesquidécada: septiembre 2010
La primera es un clásico de larga duración, Marina, de Carlos Ruiz-Zafón. Es una novela de intriga con un punto de terror que se sitúa en Barcelona y que suele funcionar bastante bien para los chavales de 14 a 16 años (y creo que también para adultos). Del mismo autor hay otras dos novelas de este estilo que también me han funcionado: El príncipe de las tinieblas y El palacio de la medianoche.
25 agosto 2025
Sesquidécada: agosto 2010
Pórtico, de Frederik Pohl, es un clásico de los viajes interestelares y el primero de la saga Heechee. Además de las intrigas propias del género de este tipo de viajes, sus riesgos y amenazas, tenemos una novela con pinceladas distópicas basadas principalmente en el colapso malthusiano. A pesar de su fama, se ha intentado en alguna ocasión llevarla a la pantalla como serie de televisión, pero aún no se ha llevado a cabo.
Otra novela que daría la talla en el cine es Muerte de la luz, de George R.R. Martin, sí, nuestro admirado procrastinador de la Canción de Hielo y Fuego. Curiosamente, esta novela se publicó el mismo año que la anterior, en 1977, aunque, a mi juicio, se mantiene más fresca y actual, lo que demostraría que este autor tiene más interés en el entretenimiento que en la reflexión filosófica. En esta novela se mezcla una historia de amor con el retrato elegíaco de una cultura condenada a perderse. Martin prefigura aquí su habilidad para enganchar al lector con una trama y una narración en la que no puedes dejar de avanzar.
Por último, una novela juvenil que suele funcionar muy bien para el alumnado de 13-15 años es Donde esté mi corazón, de Jordi Sierra i Fabra. No hace falta contaros mucho del autor, uno de los referentes de la literatura juvenil y, sin duda, el más prolífico. En cuanto a la novela, aborda una relación sentimental con algunos elementos añadidos que dan pie a tertulias y debates en clase. Podéis tenerla en cuenta para cuando volvamos en septiembre al aula, que eso ya está ahí, a la vuelta de la esquina.
17 agosto 2025
Memòries ferroviàries i literàries
Si t’agrada viatjar, tens curiositat per la geografia i l’urbanisme, t’encanten els estudis d’humanitats i, sobretot, si t’apassionen els trens, Memòries d'un vagó de ferrocarril és un llibre que no podràs parar de llegir. Li afegiria a aquest llibre un subtítol més ample que el que té: història sentimental, ètica, estètica i política del corredor mediterrani. Antoni Martí Monterde és un assagista de primera (i per això ha sigut reconegut amb diversos premis d’aquest gènere), però és també un viatger impenitent, curiós i valent, que és capaç de renunciar a les comoditats de l’alta velocitat en aras del sacrifici dels trens regionals.
L’autor comença el relat en la infantesa i joventut a la ciutat de València, amb la memòria dels trens de via estreta i la poderosa imatge de l’Estació del Nord, alçada com a tòtem durant bona part del llibre. Amb l’evolució personal i professional, ens anirà portant a Barcelona i les seues estacions, tant de la ciutat com del contorn nord, i després a Girona, on s’ha establert definitivament, si n’hi ha alguna cosa definitiva al món. Més tard, ens mostrarà els apèndixs cap a Portbou i Cervera, i cap a la Pobla de Segur i Canfranc, en un recorregut que voreja les fronteres amb França per un i altre costat.
Tot això pel que fa a la geografia, però ja hem dit que també tenim altres tòpics. Per exemple, les reflexions sobre les cantines ferroviàries i les relacions amb els cafès, els llocs on es forgen molts dels moviments artístics i polítics dels últims segles. Perquè en aquest assaig la política està ben present, sobretot en allò relatiu a la vertebració del territori, el sistema radial del ferrocarril heretat i mantingut per polítics centralistes que només gestionen pensant en alta velocitat amb epicentre en Madrid.
També tenim prou referències literàries i artístiques, relacionades amb les estacions i els que viatjaven per elles, en especial figures com Josep Pla. Imprescindible el capítol dedicat a Walter Benjamin i Portbou, amb totes les reflexions sobre ciutadania i fronteres que s’hi deriven.
Després de la lectura comprenem millor que l’Espanya buidada s’hauria de replantejar com a Espanya desballestada, primer per una planificació deficient i després per una manca de visió de futur que es permet tancar línies i serveis públics que resulten fonamentals per a mantenir viu el territori. També entenem que l’abandonament que sofreix el corredor mediterrani (no només a les relacions interurbanes, sinó també a les rodalies) no és casual, sinó que respon a una deliberada intenció d’afavorir altres eixos econòmics i logístics.
Però, com apassionat dels trens, allò que més m’ha agradat és acompanyar l’autor pels paisatges i memòries ferroviàries, molts dels quals compartisc amb ell. Compartisc les alegries de viatjar per línies abandonades, de descobrir restes d’antigues estacions i traçats urbans abandonats, de perdre el temps mirant per la finestra… Compartisc la ràbia de vore desmantellades infraestructures que donaven servei a territoris, de sofrir uns trens, uns horaris i uns preus insoportables entre València i Barcelona, de mirar amb enveja les relacions ferroviàries europees… I també, com ell, pense que “Europa serà ferroviària, o no serà”.
Memòries d'un vagó de ferrocarril. Història sentimental del corredor mediterrani
Antoni Martí Monterde. Editorial Bromera. 2024
25 julio 2025
Sesquidécada: julio 2010
Hyperion, de Dan Simmons, es la primera novela de una tetralogía impresionante, obra cumbre de la ciencia-ficción moderna. Tanto la estructura de la trama como el universo creado son espectaculares, con el añadido de unos referentes literarios que no pasan desapercibidos. Creo que es algo así como el equivalente al Señor de los Anillos en la novela de fantasía. Una delicatesssen para los fanáticos del género.
Los relatos de viajeros por España en tiempos pasados son una fuente jugosa de curiosidades y detalles que nos dan idea de lo que fuimos y lo que seguimos (o no) siendo. Entre los clásicos de este género está Aventuras de un irlandés en España, de Walter Starkie, un autor que también escribió acerca de los gitanos en nuestro país. Starkie viaja por España en 1931 y muestra un país que vive casi en la Edad Media, pero que se prepara para cambios que tardarán una cuantas décadas en llegar. Es un libro que engancha desde el primer momento, por esa mezcla entre la mirada objetiva y las propias valoraciones o prejuicios del autor. Hay una edición moderna que podéis encontrar fácilmente en las librerías.