27 noviembre 2022

Sesquidécada: noviembre 2007


De aquel mes de noviembre de 2007 tengo dos lecturas de didáctica, una de T.W. Moore y otra de Fernando Savater, que apenas recuerdo, y otras dos obras que reseñaré brevemente en esta sesquidécada.

La primera es un breve ensayo de Noam Chomsky e Ignacio Ramonet, Cómo nos venden la moto, que supongo que conoceréis. Es un librito fácil de conseguir y de leer, que explica cómo actúa la propaganda sobre nosotros a través de los medios de comunicación dependientes de intereses económicos y políticos. Se trata de una obra de 1995, que casi treinta años después sigue teniendo la misma vigencia. Han cambiado los canales y se ha diversificado la manera de difundir y recibir la información, pero las estrategias siguen siendo las mismas. Merece la pena releerlo de vez en cuando.


El otro libro es un clásico de Galdós, Marianela, una lectura que hemos usado alguna vez en 4º de ESO. Es una obra que resulta interesante recuperar, porque tiene diversos niveles de lectura y aporta una visión muy rica de lo que era la sociedad de finales del siglo XIX, pero también da pistas de lo poco que hemos cambiado en ciertos aspectos como la caridad o la justicia social. 


05 noviembre 2022

Sesquidécada: octubre 2007

Es difícil rastrear el momento exacto en el que uno se aficiona a un género. Aunque suele leer de todo, la novela policíaca nunca había sido mi pasión, pero creo que hace más o menos 15 años, los que recuerdan estas sesquidécadas, empecé a formalizar mi relación con los clásicos del género negro. En este mes de octubre aparecen dos de ellos.

El primero es Los mares del sur, uno de los libros de la saga de Pepe Carvalho, el detective eterno creado por Manuel Vázquez Montalbán. No es la primera novela de la serie, pero quizá es la más conocida por haber recibido el premio Planeta en 1979. El contraste entre los barrios altos y los bajos fondos de Barcelona acompañan al lector en una intriga por las pasiones y por la historia más o menos reciente de nuestro país. Las novelas de Vázquez Montalbán (y las de otros de su generación, como Marsé o González Ledesma) permiten acercarnos a los pequeños detalles que no se cuentan en las enciclopedias, como si viajásemos en el tiempo y pudiéramos asomarnos por las ventanas de la España gris de los años 60 y 70. Muy recomendable.  

Otro clásico del género es La dama del lago, de Raymond Chandler. Tal vez esa afición por el género que reconocía arriba se deba en parte a aquella colección de quiosco que venía con el diario El País, con novelas imprescindibles y autores que no había leído jamás, pero que, a partir de entonces, se convirtieron en favoritos. Libros de baja calidad material (qué podemos pedir por un euro que costaban) pero exquisita calidad literaria. Libros que han acabado en la biblioteca del instituto o en las librerias de saldo, porque uno ya no cabe en casa. La novela de Chandler está protagonizada por otro detective inolvidable: Philip Marlowe. Novela negra estadounidense, novela que se impregna también con las adaptaciones cinematográficas, con las caras de actores que acaban adueñándose de los personajes. Cine y literatura, drama y pasión, dinero, poder, sexo... La vida en blanco y negro.

Finalmente, para mi grupo de 2º de bachillerato elegí como lectura una selección de cuentos de Julio Cortázar: La autopista del sur y otros cuentos. En aquellos años no había literatura en Selectividad, así que aproveché la oportunidad que brinda el relato breve de Cortázar para acercarlos a la literatura de calidad. Cada quince días leíamos y comentábamos alguno de los relatos del libro, y les ofrecía en el blog adaptaciones o versiones sobre ellos. Era días de lecturas y tertulias que permitían un descanso en el ritmo frenético de ese nivel. Creo que ahora no lo podría hacer, y es una pérdida para mí y también para mis estudiantes, porque las aulas están hechas para leer obras, no para estudiar teoría sobre ellas.