30 julio 2022

Sesquidécada: julio 2007

He revisado mis lecturas de hace quince años y me ha apetecido volver por un momento a aquel verano del 2007 y experimentar como nuevas las sensaciones asociadas a algunas de aquellos libros. Creo que los tres que he seleccionado para esta sesquidécada siguen siendo hoy tan buenas novelas como lo fueron en su momento, así que quizá también a vosotros os sirvan en el caso de no saber qué leer en estas vacaciones. 

La primera es ya un clásico: Tokio blues, de Haruki Murakami. Más allá de la broma de quedarse siempre a las puertas del Nobel, este autor me marcó en su momento con una novela extraña y cercana a la vez, algo complicado para un lector occidental poco acostumbrado a la literatura japonesa. Recuerdo que acabé de leerla y estuve varios días con esa sensación de haber disfrutado de una obra destinada a permanecer en el tiempo, como creo que finalmente ha sido. Curiosamente, he intentado en alguna ocasión volver a leer algo de Murakami y no me he decidido nunca a acometerlo, no sé si por miedo a perder aquella sensación de mi primera lectura o simplemente porque no ha llegado todavía el momento. En cuanto a Tokio blues, no voy a desvelar nada: os animo a que os metáis en ella con la inocencia del profano. 


Mi afición por Luis Landero viene de largo, cuando caí seducido por una novela inicial, Juegos de la edad tardía, que permanece en el olimpo de mis novelas preferidas. Luego he leído casi todo lo que ha ido publicando, pero a mí me parece que es difícil superar aquella primera novela (quizá de ahí mi miedo a engancharme a Murakami). En julio de 2007 leí Hoy, Júpiter, una obra que, sin ser excelente, proporciona al lector el agradable deleite de una prosa cuidada y un argumento volcado en los recuerdos de una infancia rural. El mérito de Landero en esta novela y en otras similares consiste en convertir en literatura nuestra nostalgia sin caer en la idealización ni el sentimentalismo. Basta con leer y asentir, con leer y revivir. 

La última novela es La conjura contra América, de Philip Roth, una distopía política basada en acontecimientos históricos. La novela narra desde el punto de vista de la familia Roth los acontecimientos políticos durante la supuesta presidencia de Charles Lindbergh, que ha derrotado a Roosevelt. En esa situación se va acrecentando en los Estados Unidos el antisemitismo y el supremacismo, unas ideas que históricamente encajan en el personaje de Lindbergh, que fue en su momento portavoz del comité Estados Unidos Primero (America First Committee), ¿os suena? Es una novela muy interesante, a la que me gustaría volver en algún momento, porque intuyo que en ella aparecen muchos elementos que se han materializado en los últimos años, no solo en Estados Unidos. 

Con esto, os deseo un feliz verano. Buenas y frescas lecturas.