10 diciembre 2016

Sesquidécada: diciembre 2001

Diciembre de 2001 fue un mes extraño, en el que se preparaban grandes cambios en mi vida, y en el que las lecturas de aquel momento evidencian el rumbo errático de mis gustos e intereses: lo mismo leía la erudita prosa de la Historia de la bibliografía en España, que la violencia explícita de La virgen de los sicarios; al tiempo alternaba la didáctica de La adquisición del español como lengua extranjera, con la ficción oscura de Cerbero son las sombras; el ensayo riguroso de El señor inquisidor, con la deliciosa narrativa de El diablo meridiano... Ya veis, todo un popurrí inconexo de lecturas para un lector descoyuntado.

Pero estas sesquidécadas me obligan a seleccionar y, en esta ocasión, aprovecho para rendir homenaje al recientemente fallecido Umberto Eco. Me animo a reseñar quince años después su curiosa novela Baudolino, novela de intriga y aventura ambientada en la Edad Media con un protagonista que tiene algo de cervantino pero que, a veces, recuerda un poco a Forrest Gump. Quizá no sea ésta una obra recomendada para todos los públicos, pues las múltiples intertextualidades con el universo histórico y literario medieval hacen que el lector poco avisado la lea como una novela de aventuras sin mucho sentido. Sin embargo, si os gustan las narraciones clásicas de viajes, el mundo de los bestiarios y la novela bizantina, disfrutaréis bastante de este relato. En estos días de sofá y mantita que se acercan, a muchos viajeros de salón nos apetece soñar con aventuras remotas; viajar por la Europa real y fantástica del siglo XIII puede ser divertido si uno no tiene prisa por llegar a puerto, incluso si no tiene pensado llegar a puerto alguno. Felices lecturas.

2 comentarios:

eduideas dijo...

Coincido en que es un libro que no es para todo el mundo, aunque más asequible que El péndulo de Foucault . Me gustó, aunque no tanto como El nombre de la rosa o alguno de los ensayos de Eco. Eso sí, la cantidad de referencias hace las delicias de cualquier humanista

Toni Solano dijo...

Gracias, Eduideas. Coincido contigo en que Eco es apto sólo para eruditos más o menos consolidados :)