29 diciembre 2009

Sesquidécada: diciembre 1994

Se cumple con ésta un año de sesquidécadas, notas en las que recupero algunas de mis lecturas de hace quince años. Lo que comenzó como una distracción banal se ha convertido en una serie reflexiva sobre gustos literarios y sobre la trastienda vital de mi biografía lectora. Pero estos escritos también han constituido una magnífica excusa para compartir impresiones sobre libros con algunos de los que pasáis por aquí. Por eso, creo que durante el próximo año seguiré con la serie sesquidecádica, a menos que se alcen voces contrarias.
Para este cierre anual, he elegido a dos autores mediterráneos muy dispares: Joan Perucho y Manuel Vicent.
En tiempos de lecturas vampíricas, convendría recuperar Les històries naturals, de Joan Perucho, uno de los grandes autores de la literatura catalana (hay ediciones en castellano en Edhasa y Quinteto). En la novela, Antoni de Montpalau, un erudito que dedica su vida a la ciencia y la explicación racional del entorno natural, se ve envuelto en la investigación de una serie de asesinatos en un aislado pueblo del Priorat, por parte de un ser vampírico llamado dip. Es una novela con muchos guiños a la Ilustración y a la novela gótica, aunque no tiene nada que ver con estas sagas crepusculares de vampiros adolescentes que están tan de moda hoy día. La novela de Perucho está escrita en una prosa elegante y con un fino humor que satisface al lector exigente. Recordándola estos días, me vino a la memoria también una película con la que tiene cierta relación: El baile de los vampiros, de Roman Polanski (triste condición humana y tristes destinos -el de Sharon Tate, el de Polanski y sus delitos-, en un azar que salda cuentas donde menos lo esperas):



La otra novela que recupero es Tranvía a la Malvarrosa, de Manuel Vicent. Personalmente, me gusta mucho más Son de mar, pero no puedo traicionar la cronología de lecturas que yo mismo he marcado. Esta novela constituye un ejercicio de memoria del propio autor, en el que recupera sus años de estudiante en Valencia, creo que con un valor más documental que literario. La novela tiene ese sabor mediterráneo y epicúreo que impregna muchos de los escritos de Vicent, tanto en las novelas como en las columnas que publica en El País. Hace unas semanas, mi amigo Miguel hablaba en su blog de una exposición de Sorolla con los cuadros de la Hispanic Society de Nueva York, y le comentaba que algunas de aquellas pinturas me recordaban a Manuel Vicent. Después de visitarla ayer, confirmo mis impresiones: En ambos se aprecia el brillo, la humanidad, el color, la vida... tantos detalles que nos hacen felices; el propio Vicent afirma:
Al final de todas las religiones y filosofías, en medio de tantos dioses, héroes y sueños, resulta que la vida no es sino un conjunto de chismes y un nudo de aromas, una pequeña costumbre cuyos pilares tan sólidos son de humo y salen de ciertas tazas frente a las cuales uno ha sido feliz.
Con estas palabras y con las pinturas de Sorolla que abren y cierran esta nota, soleadas y luminosas, despido este fértil año; esperemos que el 2010 sea para todos igual de feliz.

15 comentarios:

Joselu dijo...

No he leído a Joan Perucho ni el libro que reseñas de Manuel Vicent. Leí sí Son de mar. Sin embargo, hay un rito dominical en la lectura de El País: los artículos de Javier Marías (o Javier Manías)y la deliciosa columnita de Manuel Vicent que me suelen deslumbrar por lo bien escritas que están y la densidad de lo que proponen. Sin pretensiones, con voz queda, escribe unos magníficos miniensayos llenos de luz mediterránea que me encantan. Uno de los últimos sobre la excavación de la tumba en que supuestamente había de estar Lorca era espléndido. Saludos. Feliz 2010.

JLG dijo...

Antonio, qué grande fue Perucho. Lo primero suyo que leí fue una edición de kiosco de Las aventuras del caballero Kosmas. A partir de entonces me convertí en seguidor incondicional de su obra.

Un abrazo y feliz 2010.

Blogmaníacos dijo...

En un tono muy de estar por casa, paso a desearte lo mejor para el año que va a empezar y a pedirte que consideres la posibilidad de no sustituir tus entradas en el blog por los alegres gorjeos entre los árboles. No es que estén mal estos últimos, pero puestos a elegir, no hay color. Para muestra este botón.
Lo digo por las apocálípticas voces que anuncian el final de los blogs este año que viene y por la tendencia cada vez más marcada de gorjear en vez de hablar.
No quisiera renunciar a mi nave nodriza entre los blogs.

¡Salud, feliz 2010 "bloguero", felices lecturas y prósperas lecturas nuevas!

Lourdes Domenech dijo...

Las palabras de Joselu parecen dictadas por mi pensamiento. No he leído a Perucho, y sí a Manuel Vicent, del que además de las columnas admiro otras series que ha publicado en El País, como los daguerrotipos de escritores o la serie "Hoteles" que publicó este verano.

Un buen cierre, para este año tan fértil para tu blog.

eduideas dijo...

Esperemos que las sesquidécadas continúen, el material no se te acabará porque sigues leyendo; es una oportunidad buenísima para compartir libros y hacernos descubrir alguna joya

Evaristo dijo...

Yo tampoco he leído a Perucho pero me encanta el Vicent cronista del Mediterráneo como "Tranvía a la Malvarrosa" o "Comer y beber a mi manera".
Me apunto a Joan Perucho como una de mism primeras l
ecturas del año.
Feliz 2010

Eduardo Larequi García dijo...

Hubo una época en que me harté de leer a Perucho, sobre todo sus cuentos. Un autor delicioso, sutil, imaginativo, fascinante.

Feliz 2010, Toni.

Miguel dijo...

Los dos autores me gustan. Ambos tienen una fuerza increíble. Y un dominio del catalán (Perucho) y del castellano (Vicent) maravilloso. Yo también soy de los que leen la columna de los domingos de Manuel Vicent en El País. Hay algo en este autor que me atrae, y creo que es su dimensión mediterránea y sus recuerdos que siempre aparecen en sus escritos.

Un abrazo y feliz año nuevo.

Toni Solano dijo...

Joselu: Vicent, Marías, Millás... buenos autores que alternan escritos de puro trámite con auténticas joyas de la concisión. Anímate con Perucho, que no es novela negra, pero tampoco gris (por cierto, hoy he comprado una novela de una pareja sueca que me recomendaste).
José Luis: Ésa no la conocía, así que a la (larga) lista va.
Conchita: Twitter es como picar entre horas y el blog es el menú diario; me alegra que te gusten mis comidas caseras.
Lu: Seguimos las mismas series de reportajes, aunque yo prefiero las de Millás y sus proyectos-sombra.
Eduideas: El miedo no es que se acaben los materiales, sino que acaben siendo notas tediosas.
Evaristo: Para los del terreno, Vicent tiene el atractivo añadido de convertir en literatura algunos de los paisajes cotidianos en los que nos movemos.
Eduardo: Ya me imaginaba que a un forofo de la literatura fantástica no lo iba yo a sorprender con Perucho. ¡Vaya base de datos!
Miguel: Pasear por tu blog también tiene un agradable sabor mediterráneo.
A todos, GRACIAS Y FELIZ AÑO.

caperucitazul dijo...

Hola Antonıo: de Perucho he leıdo Lıbro de Caballerıas y Las aventuras del caballero Kosmos.Creo que Perucho es muy conocıdo en Catalunya y cası desconocıdo en el resto de la penınsula`lo que me parece una pena; me apunto la obra que cıtas :)
Sın embargoö tengo que reconocer que Son de Mar de Vıcent me aburrıo soberanamente...
Un saludo y felız 2010!!! (dısculpa las faltas de ortografıa pero no estoy en un teclado espanol)

Anónimo dijo...

Antonio, le deseo un Feliz y provechoso año 2010. Un Abrazo y gracias por seguir por ahí y por aquí..

Ronsel dijo...

Que el 2010 sea, como mínimo, un poquito mejor que el 2009. Gracias por seguir ahí.
Saludos

Unknown dijo...

Feliz Año
Gracias por enseñarme tanto con vuestros comentarios y actividades.

Marcos Cadenato dijo...

Con Joselu, Lu y Evaristo coincido en que conozco al Vicent periodista, cronista y autor de reportajes de El país y me gusta mucho. De lo demás, como casi siempre, Toni, sigo aprendiendo...

Marcos Cadenato dijo...

Perdón, se me olvidaba: también coincido con todo lo que habéis señalado de la pintura de Sorolla y, por supuesto, que os deseo también ¡un feliz año digital 2.0 10!