11 agosto 2008

La envidia de Virgilio

Alguna vez he hablado de mi incontrolada afición a las listas, sean del tipo que sean: libros, discos, premios, concursos de traslados... Hoy he comprado el diario El País porque el suplemento semanal ofrecía como portada este sugerente título:
Estaba claro que no lo podía evitar. El primer ejercicio ha sido comprobar cuántos de esos libros me había leído. Como suele ocurrir, el saldo es ridículo: apenas un 40 %; podría dedicar un año a completar la lista, pero seguro que volvería al mismo resultado en el siguiente canon.
Pero, de todo este asunto, lo que me ha llamado la atención es que en el suplemento ofrecían una lista parcial de todos los libros elegidos (que se puede descargar completa desde ese mismo artículo en internet). Siguiendo con mi particular vicio, he constatado, al menos ocho errores difícilmente achacables a erratas:

  • Los hijos del capitán Aterras, de Julio Verne: Extraña mezcla de Las aventuras del capitán Hatteras con Los hijos del capitán Grant.

  • Mi corazón es un cazador solitario, de Carson McCullers: Quizá por dolor del propio redactor, añade un posesivo donde no toca.

  • Derrerum natura, de Lucrecia: Puede ocurrir que no conozcas el suficiente latín para hablar De rerum natura, pero travestir al pobre Lucrecio...

  • Brindas, de Pérez Galdós: No sé si Galdós hubiese brindado al ver así La de Bringas.

  • La madre, de Máximo Gorka: célebre escritor vasco.

  • Envidia, de Virgilio: Supongo que el gran poeta acabó escribiendo culebrones venezolanos.

  • El maestro y Margarita, de Nikita Bulgaz: Que debe de ser el negro de Mijail Bulgakov.

  • Elogios, de Sant Jon Terce: El premio Nobel Saint-John Perse se sentirá feliz por su elevación a los altares.

En fin, un despropósito sólo excusable por los estragos veraniegos en las redacciones de los periódicos. No he tenido tiempo de seguir repasando la lista completa. Es una lástima que no sean más rigurosos a la hora de comprobar las referencias (sin duda, algunas han sido tomadas de oído sin ser verificadas después).
Si encontráis alguna errata más, me lo decís. Felices lecturas.
Crédito de la imagen: www.flickr.com/photos/40421323@N00/80802561

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienen gracia tus pesquisas.
Si te apasionan las listas, seguro que habrás disfrutado con la novela La vida instrucciones de uso.

JLG dijo...

Antológico: sin duda, la entrada más divertida que he leído este verano (y no han sido pocas, que conste). A seguir disfrutando, Antonio, que esto se acaba.

Unknown dijo...

¡Hola! Llegué a este blog a través de otros sobre educación y te leo desde hace un tiempo. Ayer yo también me indigné con los errores de la lista... te añado otros cuantos que encontré:

Autores con el nombre o el apellido cambiado:
Los hundidos y los salvados, Carlo Levi (por Primo Levi, que sin embargo sí aparece como autor de otras obras)
Peter Pan, de J. M Barrior (por J. M. Barrie, que aparece algo más abajo en la propia lista)
Poesía completa, Cadafis (pobre Kavafis)
La historia de Genji, Murasaki Yikibu (bueno, reconozco que lo de escribir bien Murasaki Shikibu es un poco más difícil)

Obras con el título cambiado:
Los Brundembutgh, Thomas Mann. (no sé si Los Buddenbrook se sentirían identificados)
Capitán Aterras, Julio Verne (reincidiendo contra Las aventuras del capitán Hatteras, aunque el error viene directamente del corrector de word).

Mini-errores:
Diálogos sobre la religión natura, David Hume (en lugar de natural)
Coplas a la muerte de su padre, Jorge Manrique (en lugar de “por la muerte…”)
Residencia en tierra, Pablo Neruda (en lugar de “en la tierra”)
Mientras yo agonizo, William Faulkner (en lugar de Mientras agonizo, que está escrito tres veces en la misma lista)
Cosmos, Carl Saga (Le quitaron una letra al pobre Carl Sagan…)
La voz a ti debida, Pedros Salinas (… y se la pusieron al bueno de Pedro, que se multiplicó)

Hay también una lista curiosa donde al autor le cambió la vida la obra "Inferno Purgatorio", de Dante Alighieri, en el puesto ocho, con algo más de relevancia de lo que, en el puesto diez, se la cambió La Divina Comedia, de Dante Alighieri.

En fin, que parece que los becarios de El País no tienen muchas ganas de trabajar en agosto, con la calor.

Felicidades por el blog, por cierto.

Toni Solano dijo...

Felipe: ¡Vaya!, otro título más en mi lista de pendientes, aunque espero dar cuenta de él muy pronto.
José Luis: También te leo en estos días en los que no paras de regalarnos podcasts. Gracias por tus palabras.
Pamera: ¡Menudo despliegue! Yo había encontrado un "Eduerdo" Cirlot, pero me ganas por goleada. Gracias por el comentario y bienvenida.

Anónimo dijo...

enhorabuena por el blog. te sigo por rss.

lo de los títulos sería para mondarse de risa si no lo publicaran donde lo publican.

el corrector ortográfico de word y las vacaciones de editores y redactores causan estragos.

Anónimo dijo...

Pues tienes razón, hay más errores de los deseados. Yo añado a la lista Sthendal y Graham Green.

Joselu dijo...

Añado Santurio de William Faulkner. En todo caso no creo que se pueda plantear una lista en base a libros que cambiaron nuestra vida. Se podría hablar de libro que nos emocionaron o que nos conmocionaron, pero cambiar nuestra vida es hiperbólico. He leído también con sumo placer las listas de los escritores y coincido contigo en que no habré leído ni un cuarenta por ciento... Estas listas me abren el apetito. Un cordial saludo allá donde estés.

Vanlat dijo...

Esto es un poco lo mismo que los 1001 libros que hay que leer antes de morir... Sólo que en el caso de esa lista es académica y, por tanto, una parte normativa y no hay quien la entienda si no es a golpe de talonario.

Esta está presentada como algo mucho más subjetivo... un libro que te cambia la vida, de esos todos tenemos y da igual cuál sea el de al lado, lo importante es el que te afectó a ti.

Si yo tuviera que hacer mi propia lista os diría que mi vida la cambió:

La pipa de Pepa el único libro que recuerdo de aquellos con los que aprendí a leer (y lo recuerdo perfectamente)
UN libro de cuentos varios cuyo nombre no recuerdo, pero estaba Rapunzel, el príncipe comilón y mucho más y los leía y los grabada, y era genial ver al príncipe verde...
101+19 poemas de Ángel González
Las edades de Lulú de Almudena Grandes
Arden las perdidas de A. Gamoneda
1984 de G. Orwell.

No digo que sean lo mejor que se ha escrito, pero para mí significaron mucho...

Toni Solano dijo...

Gracias Alberto, Da-beat, Joselu y Vanlat. Creo que estos meses nos remiten siempre a lecturas perdidas y reencontradas (¿recordáis del año pasado el meme aquel de las lecturas de nuestra juventud?).