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07 diciembre 2015

Quijote News en 3º ESO

Acaba el trimestre y es tiempo de hacer memoria de lo acontecido en el aula. En los grupos de 3º de ESO hemos llevado a cabo el proyecto Quijote News. Ya tuvimos ocasión de ponerlo en práctica el curso pasado con el grupo de PQPI, pero no quería dejar pasar la oportunidad de hacerlo también con los dos grupos que tengo este año. También lo ha trabajado mi compañera de departamento Elena Verchili, aunque en su caso han optado por periódicos murales para exhibir en el aula.

El proceso que hemos seguido es este:

1.- Lectura de una adaptación del Quijote
Concretamente, la versión de la colección Cucaña de Vicens Vives nos ha dado la oportunidad de completar la lectura en el aula, dedicando dos semanas completas a leer en voz alta todo el texto. Como ya he comentado en otras ocasiones, cada día soy más defensor de la pedagogía de la lentitud. Tener por delante seis sesiones solo de lectura, sin más presiones que leer y escuchar en silencio, es un lujo que vale la pena aprovechar.
2.- Lectura de textos periodísticos. 
En otras dos sesiones leímos y comparamos las informaciones y opiniones de medios de comunicación diversos, tanto impresos como digitales. Es importante dedicar tiempo a ello, porque no son lectores de noticias ni tampoco son conscientes de cómo funciona la prensa y la televisión, ni de la ideología que transmiten, ni de la financiación a través de la publicidad. Por ejemplo, para ellos todo es gratis, incluido internet.
3.- Elaboración de los diarios quijotescos. 
Hemos pasado otras dos semanas en el aula de informática para elaborar los diarios del Quijote News. Previamente habíamos dedicado una sesión en la biblioteca para formar grupos, repartir tareas y esbozar los diarios. En nuestro caso, hemos optado por usar Google Drive, documentos y presentaciones compartidos, para todo el desarrollo del proyecto. 

De todo este proceso he podido sacar algunas conclusiones muy interesantes.
a) En general, se dedica muy poco tiempo en el aula a la lectura comprensiva. Ello provoca que en 3º de ESO haya bastantes alumnos a los que les cuesta leer en voz alta y, lo que es más preocupante, que leen sin entender lo que están leyendo o entendiendo lo contrario de lo que hay escrito. No hace falta decir que este problema se extiende a todas las asignaturas del currículo.
b) Hay bastante desconexión entre la Escuela y los medios de comunicación. Con estas edades, apenas han hojeado un periódico en papel o han seguido las noticias en medios de comunicación. Son consumidores accidentales de noticias que los salpican a través de las redes o de conversaciones familiares, pero reconocen que les cuesta mucho ser críticos porque no tienen información ni interés en ello.
c) Cuando hay una tarea marcada y unos objetivos claros, como era el caso de los periódicos, se organizan bastante bien para llevarla a cabo, salvo escasa excepciones. Es más, se establece entre ellos una competencia fructífera por ver quién es más original, creativo, divertido... Eso sí, necesitan tiempo, libertad y una presencia del docente como solucionador de problemas, especialmente para la toma de decisiones.
d) No es fácil integrar la evaluación de los proyectos en la nota del trimestre. Nos ha pillado la evaluación acabando los diarios. En principio, estaba prevista una coevaluación para que fuesen ellos los que se autoevaluasen, pero el calendario es inflexible y la pedagogía de la lentitud choca contra los boletines de notas trimestrales. He solucionado esto aparcando la autoevaluación para más adelante e integrando algunas de las habilidades desarrolladas en el proyecto en el propio control de evaluación. En ese control, que podéis ver aquí, el bloque que va de la pregunta 7 a la 10 se centra en cuestiones prácticas relacionadas con el Quijote News y vale el 50% del examen. Aún así, he compensado notas bajas si el trabajo de aula lo merecía. Estoy satisfecho porque en el examen he comprobado que alumnos con dificultades académicas han superado el listón gracias a ese bloque de expresión escrita en el que han estado trabajando durante estas semanas.

Por delante nos queda ahora mucho trabajo, sobre todo de cara al portafolio digital y al nuevo proyecto que abriremos para el siguiente trimestre: Lazarillo de Hollywood. Os dejo los materiales de todo lo mencionado y algún diario de muestra.






23 septiembre 2015

Sesquidécada: septiembre 2000

¿No tenéis la sensación a veces de que hechos del pasado se configuran con el tiempo, casi por azar, en presagios de lo que vivís en el presente? Esta sesquidécada, con protagonista único, es un ejemplo de esto que digo. En septiembre de 2000 entró en mi biblioteca Los trabajos de Persiles y Sigismunda, de Miguel de Cervantes. Podría decir que ya entonces estaba envenenado por el virus cervantino, pero en realidad compré aquella edición de Alianza porque tenía un disquete (sí, de aquellos de 1,44 Mb) con una edición digital del texto. Para los más jóvenes, habría que decir que en aquella época estaban empezando a funcionar algunas bibliotecas virtuales, entre la que destacaba precisamente la Miguel de Cervantes, hoy referente inexcusable para los filólogos (y en la que podéis encontrar una versión digital del Persiles). Al margen de aquellas excepciones, conseguir ediciones digitales dependía del afán de alguna universidad norteamericana o del trabajo solitario de algún letraherido con página web personal, como Luis López Nieves, el artífice de Ciudad Seva, otro monumento literario. Ante aquella modernidad del disquete, adquirí muy ufano dicha edición, aunque debo confesar que el formato en que venía el texto era tan extraño que acabé por arrinconarlo y leerlo en papel, como toda la vida. Sin embargo, gracias a esta anécdota, ya veis que en aquel lejano septiembre de 2000 se conjuraron, sin que yo lo presintiese siquiera, Cervantes y las TIC, lo digital y lo clásico, este binomio que quince años después todavía no he logrado deshacer.

Más allá de esas circunstancias particulares, el Persiles es una novela solo recomendable a buenos lectores que, además, conocen la tradición literaria del momento y valoran una obra en su contexto. Lo digo porque a veces, los profes de literatura explicamos la novela bizantina, el género en el que se incluye esta obra, diciendo que eran relatos de aventuras, con personajes enamorados que luchaban contra su destino, que superaban mil pruebas y que siempre andaban saliendo de una para caer en otra. Tenemos nuestra parte de razón, pero deberíamos reconocer que la novela bizantina, como género, es aburrida para el lector actual. Aburrida por previsible, por artificiosa, por la desnudez psicológica de sus personajes, demasiado tópicos. Curiosamente, esa rigidez era la que animó a Cervantes a escribirla, como exigían los cánones literarios del momento, y a considerarla además su obra más perfecta, por encima del propio Quijote. Fue para Cervantes su testamento literario, un empeño en el que entregó casi su último aliento. Dice así en el Prólogo, escrito tres días antes de su muerte:

Puesto ya el pie en el estribo, 
con las ansias de la muerte, 
gran señor, ésta te escribo
Ayer me dieron la Estremaunción y hoy escribo ésta. El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir (...)
Leí aquella novela hace quince años y me dejó un poso agridulce: también yo pensé que los profes de literatura me habían engañado prometiendo enredos que no llegaron a emocionarme, y no hallé en el Persiles esas aventuras divertidas y trepidantes que esperaba; sin embargo, como buen filólogo, comprendí que la literatura es también un juego del escritor con los lectores de su época, que Cervantes entregó en ese viaje a la perfección del Persiles toda su técnica narrativa en el mayor grado, que debía agradecerle que, 400 años después, yo pudiese sentirme un "lector normal" de aquellos años convulsos. Y sentí en aquel momento también un poco de pena por él, que hubiera preferido pasar a la fama por este Persiles y no por aquel Quijote que lo ha hecho inmortal.

P.D: Os recuerdo que en las redes, hasta fin de año, seguimos con Cervantes y las TIC en la segunda fase del proyecto Quijote News. Animaos a participar.

P.D. bis: Mi amigo Gorka ha empezado sus emisiones del Recreo, el podcast educativo que recoge en una de sus secciones (a partir del minuto 31) estas sesquidécadas.


24 junio 2015

En un lugar de las redes...


Llega el verano y es hora de volver a la aldea y poner en orden nuestra hacienda. Atrás dejamos polvorientos caminos y calurosas ventas. Regresamos, pero no lo hacemos derrotados por el Caballero de la Blanca Luna, todavía no, porque aún quedan caminos por recorrer. Hace unos meses, os invitamos a cabalgar con nosotros en este loco proyecto de caballería y periodismo, un proyecto llamado Quijote News que cierra ahora su primera etapa. Muchos docentes se han sumado a esta compañía ambulante que decidió homenajear al clásico cervantino en su IV Centenario. Acabado el curso, podéis visitar ya una gran cantidad de periódicos quijotescos de 25 centros, que constituyen una magnífica colección de buenas tareas de las que el propio Cervantes se hubiese sentido orgulloso:
Como decíamos, venimos a refugiarnos ahora del implacable sol manchego del verano, pero ya sabéis que volveremos en otoño a las andadas, pues el proyecto se cierra al finalizar el año del homenaje. Por eso, os animamos a todos a seguir lanza en ristre con las aventuras de Quijote y Sancho narradas al modo periodístico. Ahora no caminaréis a ciegas, pues tendréis a la vista los magníficos ejemplos de otros compañeros de viaje, aunque bien sabemos que, acompañado de los clásicos, uno nunca se encuentra desamparado.

¡Feliz verano 2015!

22 mayo 2015

Las noticias del Quijote. #ElQuijote2015 en PQPI


Después de varias semanas de trabajo con el grupo de 2º de curso de PQPI de Jardinería, al fin hemos concluido el proyecto de redacción de noticias relacionadas con el Quijote y su época, dentro del proyecto colaborativo Quijote News. El proyecto de aula ha tenido las siguientes fases:
  • Lectura en el aula de una adaptación del Quijote: cada lunes leíamos y comentábamos un capítulo.
  • Redacción de diversos textos periodísticos: noticias, entrevistas, etc. A partir de diversos fragmentos cada alumno debía redactar al menos dos noticias, dos entrevistas y un artículo suelto de otra sección. Todo el trabajo se hacía en documentos compartidos de Google Drive. Podéis ver todos los textos en sus portafolios digitales.
  • Análisis de la prensa actual. Debían visitar un quiosco real y comentar en clase la prensa impresa. También analizar qué personajes y noticias eran actualidad del momento y por qué. A partir de ahí se reflexionaba sobre la ideología de los diversos medios de comunicación.
  • Reflexión sobre el registro estándar. Partimos de una noticia de El Mundo Today: La CIA trinca un pavo que planeaba movidas y debían "traducirla" a lenguaje estándar (ver noticia en lenguaje estándar: ejemplo 1 y ejemplo 2)
  • Trabajo en equipo para el diseño de los periódicos quijotescos. Los catorce alumnos se organizaron en dos equipos. Se ocuparon dos sesiones para la puesta en común y la toma de decisiones acerca de los contenidos. 
  • Maquetación y publicación. Elegimos la herramienta MadMagz, sobre la que fueron volcando los textos que ya tenían compartidos en Google Drive.
  • Preparación de noticias para el diario audiovisual. Seleccionamos algunas de las mejores noticias y las repartimos para que preparasen su locución ante la cámara.
  • Noticiario en vídeo. En tres sesiones grabamos el telediario quijotesco con sus necesarias tomas falsas.
  • Tertulia final. Con el pase de vídeo, realizamos una tertulia a modo de reflexión sobre el proyecto, sobre el curso en general y sobre la metodología de aula en particular.
Hemos sufrido diversos contratiempos. Por un lado, la locura del calendario salpicado de fiestas e interrupciones, nos ha ido partiendo el proyecto, lo que ha retrasado el cumplimiento de tareas. Por otro lado, aunque uno de los equipos ha podido trabajar de manera colaborativa en MadMagz, el otro ha tenido que montar los trabajos individuales en una presentación de Google Drive. La herramienta en este caso ha dificultado el trabajo y ha provocado tensiones entre los colaboradores. Por suerte, hemos podido acabar con éxito el trabajo, que os dejamos aquí y que también podéis ver en el blog de aula Jardines del PQPI-2. Esperamos que os guste.


A mag created with Madmagz.




Vídeo noticias



Memoria-tertulia sobre Quijote News y sobre el resto del curso





Quijote News (making of) by Slidely Slideshow

21 enero 2015

QUIJOTE NEWS 2015. Buenas nuevas del QUIJOTE



Cuatro siglos después de su publicación, el Quijote sigue dándonos alegrías y preocupaciones. Un día leemos en el diario que unos investigadores descubren una venta en la que fue armado; a la semana siguiente nos enteramos de que han encontrado los papeles del verdadero Quijada o Quesada; un mes más tarde, aparecen restos del barco encantado... Al final, los avisados lectores de este siglo XXI, desde el limbo de esa realidad ficcional, no sabemos quién existió de verdad, si Don Quijote o Miguel de Cervantes. Por eso, como lectores y como docentes, en este IV Centenario de la publicación de la Segunda Parte de Don Quijote, hemos querido rendir un nuevo homenaje en las aulas a nuestro clásico, y qué mejor modo de hacerlo que proponiendo una relectura de las aventuras del hidalgo en clave periodística.
Quijote News Así pues, este proyecto Quijote News 2015 promueve la actualización de la obra cervantina a través de los géneros periodísticos y de las herramientas de creación digital y de difusión en las redes. La lectura del Quijote abrirá paso a la elaboración de un periódico que reúna en sus páginas diversos fragmentos, anécdotas, pasajes o aventuras quijotescas narradas en forma de noticia, crónica, entrevista, artículo de opinión, etc. Todo ello será recogido en un sitio web y difundido desde diversas redes educativas. En él podréis hallar la guía didáctica y los recursos, tutoriales y herramientas sugeridas para el proyecto.
Este primer ejemplar de QUIJOTE NEWS, elaborado como muestra de los textos que pueden surgir del proyecto, da idea del trabajo de adaptación que pueden realizar los alumnos.

Una vez más, los clásicos vuelven al aula para demostrar que son inmortales. Cada nueva lectura los hace revivir y también nos hace descubrir nuevos matices y detalles. Y mientras para el docente supone un reencuentro, para el alumnado siempre acabará resultando un feliz hallazgo.

Os animamos a participar en el proyecto y a transitar por los difusos y sugerentes márgenes entre la realidad y la ficción, ese limbo en el que resulta tan divertido aprender.


Equipo Impulsor del I Encuentro de Lenguas
Imagen1

También nos puedes seguir en Twitter @elquijote2015 y #elquijote2015

Correo: quijote2015@gmail.com 
Enlaces:

11 mayo 2013

Sesquidécada: mayo 1998


¿Recuerdas cuándo leíste por primera vez el Quijote? Detrás de la lectura del Quijote hay infinidad de historias e intrahistorias. Raro es el famoso de la tele que no menciona la obra de Cervantes cuando le preguntan por el libro que salvaría de un incendio; casi tan raro como encontrar gente normal de la calle que de verdad se lo haya leído. Personalmente, aunque pienso que el Quijote es una obra excepcional, no me siento un apóstol de su lectura, y menos en el instituto. En mayo de 1998, hace quince años, leía por segunda vez, de principio a fin, el Quijote. La primera vez fue en 1994, con 26 años y un largo historial de lecturas detrás. A pesar de que siempre hubo un Quijote en la librería de mi casa, yo apenas había pasado de algunas lecturas parciales de los episodios más célebres. Intuía que había algo grande detrás, pero era consciente de que todavía no estaba preparado para ello -guardo entre sus páginas alguna hoja con decenas de palabras para mí desconocidas: "rodela, adarga..."-. Por eso pienso que la labor que tenemos los docentes de Secundaria es acercar el universo cervantino a los estudiantes, mostrar el contexto, leer fragmentos, adaptaciones, textos complementarios... abrir el apetito para cuando realmente estén preparados para leer el Quijote con placer.
Aquella segunda lectura de la que hablo en esta sesquidécada me pareció mucho más jugosa que la primera, porque estaba en condiciones de captar mejor las referencias, los guiños, la sutileza con la que Cervantes nos regalaba. Desde entonces no he vuelto a leer el Quijote de principio a fin. Lo he leído en dosis pequeñas, medianas y grandes, según me lo pedía el cuerpo, porque ahora me resulta difícil no volver a sus páginas cuando echo de menos consuelo, alegría, indignación o aventura. Vuelvo a él para leerlo a trocitos en clase, para sincoparlo o para doblarlo.
No me considero un apóstol del Quijote, pero siento un poquito de pena por todos aquellos que no han sucumbido todavía a su lectura, sea de principio a fin, sea a minúsculas dosis, dosis terapéuticas, dosis balsámicas, dosis de literatura pura cien por cien.

10 febrero 2013

Sesquidécada: febrero 1998


El teatro del Siglo de Oro es un referente continuo en mis lecturas filológicas y ya ha aparecido en alguna sesquidécada. Al igual que ocurre con los romances, la comedia abarca un universo que parece inagotable: aventura, pasión, celos, ambición, humor y muerte. Siempre he imaginado al espectador de aquel teatro como un híbrido de lo que hoy son los apasionados del cine y los forofos del fútbol. Ya sé que no todas las obras barrocas están pensadas para ese público ruidoso de ebrios mosqueteros y matronas festivas, pero me gusta pensar que incluso en las comedias más morales habría quien hallase un punto lúdico que justificase pasar una tarde de teatro en el corral. 
En febrero de 1998 leí, entre otras, dos obras que podrían representar bien el alfa y el omega de este teatro áureo. Por un lado El cerco de Numancia, de Cervantes y por otro Los cabellos de Absalón, de Calderón de la Barca. Mientras la primera podría ubicarse en el nacimiento de lo que hoy llamamos la 'comedia nacional, la segunda se sitúa en la cima del teatro barroco, y a partir de ella comenzará su declive y extinción.

La Numancia se corresponde con las postrimerías del teatro renacentista, anclado en las normas aristotélicas y sujeto a sus unidades de acción, tiempo y lugar. Cervantes construye una tragedia en cinco actos plagada de muerte y desolación, con un deseo ferviente de provocarnos la catarsis, pero a nuestros ojos es una obra que no conmueve, que se queda a mucha distancia de historias como Fuenteovejuna, mucho más cercanas a las emociones del espectador. Cervantes tuvo clavada durante mucho tiempo la espinita del fracaso como dramaturgo, sobre todo cuando alguien hacía lo que yo acabo de hacer, compararlo con el exitoso Lope. Solo al final de su vida entendió que había prestado más atención a Aristóteles que a los ansiosos espectadores de su época. 

Tras el huracán teatral de Lope, será Calderón quien lleve el teatro a su máximo esplendor. En alguna ocasión he mencionado que la crítica ha sido injusta con el pobre Calderón, a quien acusan de dogmático, serio o austero por oposición a la desmesura lopesca. Sin embargo, las obras de Calderón tienen una perfección formal difícil de igualar. Incluso sus obras más complejas, las que parten de la historia o la tradición bíblica para moralizar sobre su tiempo, tienen una trama escénica que cautiva al lector y lo mantiene en vilo hasta el final. En el caso de Los cabellos de Absalón, los personajes bíblicos de Tamar, Amón y Absalón son el eje para reflexionar sobre la ambición humana y sobre el engaño basado en una interpretación errónea de los vaticinios -algo que emparenta esta obra con La vida es sueño-. Absalón, a partir de estas palabras: "Ya veo / que te ha de ver tu ambición / en alto por los cabellos", interpreta lo siguiente: "Luego justamente infiero, / pues que mis cabellos son/ de mi hermosura primeros / acreedores, que a ellos deba / el verme en el alto puesto; / y así, vendré a estar entonces / en alto por los cabellos.". Su vanidad, arrogancia y ambición lo llevarán a la guerra, al asesinato, al incesto y a su fin trágico ahorcado por su propio cabello, un cuadro final que servirá para que el público comprenda que no hay error sin castigo. 

Soy consciente de que esta sesquidécada es un bocado casi exclusivo para filólogos, de modo que aún me atreveré a mencionar otra obra muy alejada en tiempo, género y tema de las anteriores, pero también destinada a un lector con cierto conocimiento de los ambientes universitarios. Se trata de la novela de David Lodge, El mundo es un pañuelo, una narración de enredo protagonizada por profesores visitantes y que constituye una crítica más o menos amable de ese extraño mundillo de favores y rencores. Recuerdo que me resultó una novela divertida que me provocó más de una risa, quizá porque todavía tenía muy presentes los entresijos de la vida en la facultad, los congresos y las disputas de eruditos. Tal vez ahora me resultase muy muy lejana, más incluso que Calderón.

15 enero 2013

Sesquidécada: enero 1998

Hace ahora quince años, comencé 1998 inmerso en el Siglo de Oro, una época muy bien sintetizada en un ensayo de Bartolomé Bennassar que leía por aquellos días, La España del Siglo de Oro, y que considero muy recomendable para quienes busquen un acercamiento general a la sociedad y cultura en la que se forjaron las mejores obras de nuestra literatura. En aquellos días, me afanaba con numerosas lecturas centradas en ese periodo y, básicamente, con dos frentes abiertos. Uno de ellos, la imagen de la mujer en la literatura del Siglo de Oro, ya ha ocupado las últimas sesquidécadas. El otro caballo de batalla fue un estudio sobre los gitanos también en la literatura áurea; como ya expliqué, este estudio correspondía a un curso de doctorado sobre 'Minorías y literatura en los siglos de oro', dirigido por Julio Alonso Asenjo, quien un tiempo después se convertiría en el mentor de mi inacabada tesis doctoral. 

A partir de aquellas lecturas, surgió en mí un interés creciente por los límites de lo literario, por esos subgéneros que en muchas ocasiones han sido ignorados por la crítica a pesar de contar en su día con gran público (el caso de los diarios, de la literatura conventual, de entremeses costumbristas, de relaciones de sucesos...). En enero de 1998 leí dos ensayos de carácter general sobre los gitanos, uno de J.P.Clébert y otro de J.P.Liégeois, pero la monografía más interesante fue una obra de Bernard Leblon: Les Gitans dans la littérature espagnole. Gracias a él descubrí, por ejemplo, la constante aparición de gitanos en obras teatrales breves, en la comedia barroca y en buena parte de los textosa de Cervantes, por ejemplo en Pedro de Urdemalas o en la clásica novela ejemplar La Gitanilla, que a pesar del nombre no era gitana auténtica.

Para quienes deseen acercarse al tema, publico ahora aquel trabajo que aborda de una manera muy somera aspectos antropológicos, culturales y literarios de la cultura gitana, junto con la reseña de la citada obra de Leblon en forma de anexo. Seguro que a estas alturas hay bibliografía más reciente, pero creo que puede resultar interesante para tener una visión global y para curiosear sobre unos textos descatalogados y difíciles de hallar. Para mí fue un trabajo sumamente enriquecedor en el que aprendí muchísimas cosas sobre una cultura con la que tengo que convivir a diario en las aulas.

07 agosto 2009

Sesquidécada: agosto 1994

Esta sesquidécada de agosto ha venido a caer al lado de la de julio: cosas del verano y de la sequía bloguera (aunque ya he comprobado que muchos no han echado el cierre definitivo). En el lejano agosto de 1994 aproveché para leer a Pere Calders, Rubem Fonseca, Martin Amis y a la imprescindible Víctor Català (Solitud es una novela difícil de olvidar). Pero debo ser más conciso y me quedo con dos recomendaciones:
La fiebre amarilla, de Víctor Canicio, es un breve poemario del que ya hablé hace siglos en este blog que tiene el aliciente de ser lúdico, sugerente, y lleno de agudeza. Algunos de sus poemas parecen retos lingüísticos al modo de los que se proponen en Verbalia(*), otro sitio recomendable para verbívoros, en el que nos escondemos bajo seudónimo algunos profes de lengua. Además de los poemillas que ya recogí en aquella lejana nota, copio aquí otro:
RASPA
creo y destruyo
lo que quiero

por eso escribí versos
en papel de lija


La segunda recomendación tiene que ver con mi próximo regreso al 1º de Bachillerato, con lo que me reencontraré con el Romancero. Aunque no pueda afirmar que me leí el romancero en un mes, creo que fue a partir de aquella lectura veraniega cuando descubrí de verdad un género apasionante, también sintético a su manera, en el que cabía casi todo lo que merecía ser contado (¿era el romancero un precursor del blog?).
Unos años después, en un curso de doctorado sobre la literatura oral y el romancero (en el que coincidí con Laura Gallego), tuve la ocasión de profundizar en los vericuetos que convierten los romances tradicionales en cancioncillas populares de la España rural (hoy en declive gracias a la televisión e internet). Preparé un trabajo sobre la transmisión de un romance (en realidad no era más que una síntesis de un artículo de Diego Catalán) que abordaba el asunto del corazón de Durandarte; este héroe de la compañía de Roldán, al morir, encarga a su primo Montesinos que le saque el corazón y se lo lleve a su amada Belerma:
¡Oh Belerma!, oh Belerma!,
por mi mal fuiste engendrada!,
que siete años te serví
sin de ti alcanzar nada;
agora que me querías
muero yo en esta batalla.
No me pesa de mi muerte,
aunque temprano me llama;
mas pésame que de verte
y de servirte dejaba.
¡Oh mi primo Montesinos!
lo que agora yo os rogaba:
que cuando yo fuere muerto
y mi ánima arrancada,
vos llevéis mi corazón
adonde Belerma estaba
y servilda de mi parte,
como de vos yo esperaba (...)
(Ver romance completo)
Este trágico episodio de amor más allá de la muerte sirvió a Cervantes para una humorística parodia en la segunda parte de Don Quijote:
Al cabo y fin de las hileras venía una señora, que en la gravedad lo parecía, asimismo vestida de negro, con tocas blancas tan tendidas y largas, que besaban la tierra. Su turbante era mayor dos veces que el mayor de alguna de las otras; era cejijunta y la nariz algo chata; la boca grande, pero colorados los labios; los dientes, que tal vez los descubría, mostraban ser ralos y no bien puestos, aunque eran blancos como unas peladas almendras; traía en las manos un lienzo delgado, y entre él, a lo que pude divisar, un corazón de carne momia, según venía seco y amojamado. Díjome Montesinos como toda aquella gente de la procesión eran sirvientes de Durandarte y de Belerma, que allí con sus dos señores estaban encantados, y que la última, que traía el corazón entre el lienzo y en las manos, era la señora Belerma, la cual con sus doncellas cuatro días en la semana hacían aquella procesión y cantaban, o, por mejor decir, lloraban endechas sobre el cuerpo y sobre el lastimado corazón de su primo; y que si me había parecido algo fea, o no tan hermosa como tenía la fama, era la causa las malas noches y peores días que en aquel encantamento pasaba, como lo podía ver en sus grandes ojeras y en su color quebradiza. «-Y no toma ocasión su amarillez y sus ojeras de estar con el mal mensil, ordinario en las mujeres, porque ha muchos meses, y aun años, que no le tiene ni asoma por sus puertas; sino del dolor que siente su corazón por el que de contino tiene en las manos, que le renueva y trae a la memoria la desgracia de su mal logrado amante; que si esto no fuera, apenas la igualara en hermosura, donaire y brío la gran Dulcinea del Toboso, tan celebrada en todos estos contornos, y aun en todo el mundo.»
Don Quijote, 2ª parte, cap.XXIII
Y la historia llega, ¿finalmente?, a la montaña asturiana del siglo XX, donde los investigadores del equipo de Diego Catalán encuentran una versión en la que Belerma se convierte en "Guillerma", y la espada en "fusilín":
Caminaba Montesinos
por una verde montaña,
con el fusilín al hombro
como aquel que va de caza,
y encontrara un hombre muerto
en par de una verde faya.
(...)
Le levantó el sombrero
y le descubrió la cara.
-¡Oh mi amigo Montesinos,
mal nos fue en esta batalla,
que mataron a Guarín,
capitán de nuestra escuadra!
Me sacas el corazón
por la más pequeña llaga,
lo llevas al Paraíso,
a donde Guillerma estaba. (...)
Lo dejamos aquí, que los rigores del verano harán mojama de nuestro seso, aunque con la recomendación de dos sitios de referencia para encontrar romances:

Crédito de las imágenes: La fiebre amarilla; El Romancero.

(*) El alma de Verbalia es Màrius Serra. Hace muy poquitos días falleció su hijo Lluís, un luchador a quien dedico esta nota.