18 octubre 2015

Goliardos educativos


A través de José Luis Liarte, con quien ya participé en unas jornadas de competencias culturales y artísticas hace un año, recibí la invitación de Elena Baviera, asesora del Cefire de Xàtiva, para participar en otras Jornadas sobre Competencias y Proyectos Interdisciplinares sobre la Edad Media y Antigua, con una propuesta de interesantes y variados talleres. Elena está detrás, o delante, de PROESO, una asociación que promueve proyectos integrales de referencia que tienen a la música en el aula como eje fundamental.
De esa invitación surgió la idea de adaptar el taller videopoético, que ya había preparado en anteriores ocasiones, y convertirlo en un taller de videocuentos con los Carmina Burana de fondo, un leit motiv que atravesaba todas las actividades de estas jornadas. Ahí mostré algunas herramientas que había utilizado en mis proyectos y mencioné otras que están disponibles en la red. Para no complicarnos las cosas, usamos Picovico, un editor on line muy sencillo, que permite subir fotos y añadir música para luego descargar en mp4. Usamos FlickrCC para las imágenes y una versión copyleft del Oh, fortuna! de Carl Orff.
Como cierre de esas jornadas -cargadas de momentos emocionantes e improvisaciones artísticas-, intervine con una ponencia titulada Goliardos educativos, una reformulación a lo medieval de mi término "forajidos educativos". En ella sigo planteando la necesidad de que los docentes se muevan en los márgenes de la legalidad, siempre tratando de superar las limitaciones que suponen ciertas interpretaciones burocratizadas o formalistas de los currículos. Creo que los nuevos planteamientos curriculares, sobre todo los que promueven de manera clara los enfoques comunicativos integrales, nos dejan mucha libertad para trabajar por proyectos, para despegarnos de los contenidos y centrarnos en las competencias. Es una obligación profesional cambiar de perspectiva y abordar la lucha contra el gran enemigo, que no es la administración, ni el alumnado, ni las familias, sino el fracaso escolar. El cambio está en nuestras manos y no podemos seguir con excusas; cada uno debe asumir su parte de responsabilidad, y la de los docentes está en el aula (aunque puedan sufrir, como los goliardos, la persecución de los jerarcas y de los ortodoxos de todos los bandos).
Os dejo mi presentación, en la que he utilizado las magníficas ilustraciones medievales del Walters Art Museum Illuminated Manuscripts, y os animo, como siempre, a no caer en el desánimo, otro de nuestros grandes enemigos.


Crédito de la imagen: "Codex Buranus-91-giocatori" Facsimile on IMSLP.org

4 comentarios:

BIBLIOTECA CONSABURUM dijo...

Me encanta la presentación. Yo también quiero probar y me siento una forajida atrevida. Embarcarse en nuevos proyectos que puedan interesar a los alumnos es algo que siempre me entusiasma.
Un saludo,
Rosa.

Joselu dijo...

Es raro porque no se me ha actualizado tu publicación en mi blogroll. Ha sido por otro enlace que me he dado cuenta de que había un nuevo post. No entiendo.

Por lo demás, no sé si somos forajidos educativos o goliardos, pero lo cierto es que una nueva didáctica te hace trabajar en los límites pero no sé si tanto como de las burocracias educativas o la inspección sino más bien de tus propios compañeros que trabajan explicando siempre lo mismo de la misma manera. Y uno tiene la impresión de que puede no ser bien recibido. Por lo demás, no he encontrado que el sistema impida trabajar de una forma novedosa o alternativa. De hecho uno puede enfocar la clase como mejor le acomode. Yo aplico el Flipped Classroom y no hay ningún problema. Es más, a nadie le importa un ardite qué es lo que yo estoy haciendo. Solo una profesora me ha preguntado. All resto del instituto le importa tanto como las cosechas de acelgas en Pakistán.

Lo más interesante de trabajar con proyectos alternativos es que te dan oportunidad de experimentar y analizar los datos obtenidos para cotejar con otros modos de trabajo. Sería interesantísimo trabajar todos con planteamientos comunes, pero no es así. Un instituto es una suma más o menos afortunada de proyectos independientes y que no tienen nada que ver. El resultado es el que es. Nada orgánico. No existen los proyectos de centro más que sobre el papel. La educación es una suma de planteamientos diversos de tipo más o menos conservador o avanzado pero que no se comparten para nada. A nadie le interesa qué hace el que está al lado. La incomunicación es total. Supongo que habrá centros donde esto no sea así, pero es lo que conozco. En mi centro está en el centro del debate si se vuelve al libro de texto frente a los ordenadores portátiles que para mí son una herramienta extraordinaria.

Me ha gustado esta presentación que nos has dejado.

Nacho Gallardo dijo...

Preciosa y jugosa presentación, Toni. Ya está tardando que unos pocos goliardos podamos reunirnos en una buena taberna. Un abrazo.

mjchorda dijo...

Buena idea aunar literatura y música en favor de la rebeldía educativa que tanta falta hace. Siempre me cayeron bien los Goliardos :)