13 abril 2014

No vamos a disimular


Este es mi segundo año con el PQPI de 2º curso, ese nivel diseñado para que alumnos abocados al fracaso escolar puedan obtener el graduado de Secundaria de manera presencial. Tal vez el año que viene sea el último, si se implanta la Formación Profesional Básica. Sobre ese cambio legal, hay opiniones para todos los gustos: hay quienes piensan que dignificará la etapa con un título profesional, mientras otros pensamos que pone más trabas a quienes, salvando el fracaso, busquen otras salidas académicas. Sin embargo, mi nota no busca entrar en ese debate, sino mostrar algunas reflexiones más prácticas sobre lo que ha supuesto mi experiencia en este nivel.

Durante el curso pasado, establecí para el PQPI una metodología práctica para cumplir con los objetivos establecidos en el currículo de formación de personas adultas por el que se rige este curso. Sin embargo, aún sentía la necesidad de realizar exámenes para obtener alguna evidencia de evaluación en forma de nota numérica. Los resultados eran descorazonadores, pues había alumnos que sin trabajar nada en el aula sacaban un cinco, mientras que otros más constantes y esforzados apenas lograban un tres. Pese a que la rúbrica de evaluación compensaba estos problemas, este año he decidido eliminar definitivamente el examen. Pensé que no valía la pena plantear una prueba simplemente para disimular o para hacer creer que estudiábamos teoría. Las clases en el PQPI son cualquier cosa menos pasivas. Los lunes leemos: puede ser una adaptación del Quijote, relatos de acoso escolar, etc. Los martes planteamos proyectos de escritura y trabajamos en Google drive, que ha desplazado por completo a la libreta tradicional. Buena parte de esos proyectos son propuestas que vemos en la red y a las que nos sumamos enseguida. Los viernes tenemos sesión de debate oral, generalmente a partir de un cortometraje; en ocasiones tenemos alumnos invitados que se quedan para participar.
Las distintas destrezas trabajadas en el aula se recogen en esta rúbrica de autoevaluación:

Así pues, a partir de ahora, no vamos a disimular más. Las notas serán producto de sus autoevaluaciones y de mi aplicación de criterios de observación directa en el aula. Creo que trabajan bastante en el aula, más incluso que alumnos de otros niveles que se limitan a copiar ejercicios de la pizarra. Sus textos van mejorando de una vez a otra, todo un reto si tenemos en cuenta que llevan a la espalda años de barbecho académico.


Si queréis ver cómo va funcionando esta metodología, aparte de los textos que he insertado en esta nota, os dejo los enlaces a su blog de aula:
Por cierto, muy pronto tendrán listos sus diarios del Stanbrook, un particular homenaje al exilio.

9 comentarios:

mjchorda dijo...

Hacéis bien en no disimular, tampoco os hace falta por lo que se puede observar :) También tengo post pendiente con lo de las tertulias. Hay mucho que decir de los pqpitos.

jaramos.g dijo...

Creo que es una forma excelente de plantear el trabajo de esa clase, que es de verdad "de uso de la lengua". Te felicito.

Marimar dijo...

Si no adaptas la enseñanza a las necesidades de los alumnos, para qué sirve? Me parece muy adecuado el planteamiento de trabajo que les propones y como has comprobado cuando leen, escriben, crean... Para que sirve un examen en el que tienen que definir sintagma con sus propias palabras. El desarrollo y el trabajo de competencias exige otras estrategias para evaluar.
Ojala que el curso que viene no tengas que cambiar demasiado.

Joselu dijo...

Tengo el tema del PQPI muy cerca en mi casa, pues mi mujer es tutora de uno de estos cursos. Sin embargo, por lo que dices, la organización de los mismos no es igual aquí que en la comunidad valenciana. La duración de dos años, el hecho de que tengan profesores especialistas como tù que lo erer de lengua, no es lo mismo aquí. Y un objetivo fundamental es prepararlos para la prueba de accesos a ciclos formativos. Ignoraba que fuera un curso en que tuviera cabida la imaginación, teniendo en cuenta que se les está preparando para una prueba específica con unos contenidos muy determinados. Cualquier aportación pedagógica es interesante, pero tengo mis dudas cuando se les está llevando a enfrentarse a una prueba de nivel, mínimo, pero de nivel. La realidad que me encuentro cuando imparto clase es si ser imaginativo o no. No basta con que nuestros alumnos lean interesantes creaciones sobre animales fantásticos. La realidad es que lo normal es que cometan innumerables faltas de ortografía a cada cual más espeluznante, además de tener un léxico paupérrimo y un sentido de la puntuación de textos inexistente, a la vez que nula competencia de hilvanar un discurso. Eso es lo que me suelo encontrar y no quiero ni pensar qué nivel deben de tener estos muchachos de PQPI. Admiro tu ilusión, tu heterodoxia sobre los exámenes es encomiable, pero qué nos dices de lo otro, del subtexto que representa su competencia real en el nivel ortográfico, expresivo, léxico, de conocimientos básicos sobre categorías gramaticales, el uso de los tiempos verbales. Yo no sabría qué hacer, Toni. Sé lo que hace mi mujer como profesora única generalista y sé de su lucha para salvar a algunos de esos muchachos que se apuntan a un PQPI sin real gana de hacer nada muchos. No obstante resulta admirable que alguien les lleve la imaginación a sus aulas. Pero ¿y lo otro? Un cordial saludo.

Toni Solano dijo...

Mª José: Resulta hasta divertido escuchar ese comentario entre muchos profes de PQPI: "habrá que hacer un examen, aunque sea por disimular..." Pues eso, que se pueden hacer otras cosas.
Jaramos.g: Ni ellos ni yo sabemos lo que necesitarán el día de mañana, pero seguro que tendrán que escribir textos y manejar distintos registros orales y escritos, así como escritura digital. Esa es mi prioridad.
Bloggeando: Cuando el año pasado vi el libro de texto para el PQPI me eché las manos a la cabeza: los mismos contenidos que 4º de ESO organizados de otro modo (incluida toda la literatura de los siglos XIX y XX). Son alumnos que en el mejor de los casos tienen un nivel académico de 1º de ESO (con ACIS alguno). Era una farsa. Ahora me siento a gusto.
Joselu: El 2º curso de PQPI solo sirve para obtener el título de ESO lo que les abre directamente el acceso a los ciclos formativos. Otra cuestión es que tengan plazas para acceder a ellos con sus historiales académicos plagados de notas por debajo del 2 o el 3. Por eso actúo con bastante libertad sabiendo que no es una prioridad preparar ningún examen. Si tuviésemos que hacerlo, tendría sin duda que añadir sesiones preparatorias, pero también obligaría a seleccionar alumnado con otro perfil distinto.
No obstante, con esta metodología he observado una mejora considerable tanto de los procedimientos de redacción como de la ortografía. La revisión continua de los textos en Gdrive les ha hecho conscientes de sus errores más frecuentes. Eso sí, son solo ocho alumnos, lo que facilita la tarea. Si cambian el modelo, pretenden que las clases sean de 30. Así no...

Alberto G. (@albertogp123) dijo...

Como siempre, un trabajo completísimo, estructurado y original. Y es que la evaluación no debe regirse en un porcentaje tan elevado por una nota en un examen. Si hacemos adaptaciones, grupos flexibles, debemos adaptar también la evaluación. El curso pasado también evalué sin exámenes en un grupo flexible de 2º de ESO porque la nota de los controles no reflejaba el trabajo del aula. Es más, sabiendo que no iban a tener exámenes, redoblaban sus esfuerzos en el día a día. Enhorabuena por el trabajo y la forma de evaluar.

panta dijo...

Hola:

llego,como siempre, algo tarde al debate pero me encanta ver cómo hablas abiertamente cuando se trata de educación.
Yo tengo por mi parte un 1º de PCPI y hago un trabajo más sencillo con ellos, pues la materia está directamente relacionada con tecnologías de la comunicación.
Cada alumno desarrolla en su blog los contenidos que son lo más aplicados que puedo.
Te dejo ejemplos de los que estoy contento
http://cathaysa16.blogspot.com.es/
http://juanfipulpo.blogspot.com.es/

http://folclorecanarios.blogspot.com.es/

Nota: cualquier aparición del coggle y que lo usaras en #EduPLEmooc es puramente casual ;)

Saludos
Panta

panta dijo...
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luis dijo...

Hola, mi enhorabuena por su blog.

He de admitir que desde donde yo me encuentro (estudiando pedagogía en la universidad) siempre comentan desde un punto de vista muy teórico cómo han de ser los docentes, cómo debe ser la educación y a veces comentan muchos tipos de metodologías y actividades que se pueden llevar a cabo en el aula pero al final no predican con el ejemplo ( algunos trabajos y evaluación sumatoria en forma de un examen que cuenta más del 50% de la nota de la asignatura).
Por todo esto que he comentado me alegra ver que hay docentes que van más allá de una prueba escrita, no tienen miedo a probar y equivocarse aunque esto les suponga mucha más carga de trabajo y lo hacen de la manera que usted lo ha hecho:

• Hizo una evaluación de las necesidades y siendo consciente de la realidad, llevó a cabo una metodología más práctica
• Tras tener un plan de acción diseñado con una serie de objetivos lo puso en práctica.
• Una vez terminado el curso fue capaz de llevar a cabo una autoevaluación de su propio plan de acción.
• Por último con la evaluación que ha llevado a cabo ha sido capaz de hacer una coma de decisiones y en su caso eliminar un examen final.

Me enorgullece encontrar en el sistema educativo docentes que como usted hayan alcanzado el pensamiento reflexivo que según J. Dewey consiste en fomentar la apertura intelectual, el entusiasmo y la responsabilidad intelectual.

Espero sinceramente y no tengo la menor duda que en su proceso educativo seguirá trabajando en la misma línea y sus alumnos así lo agradecerán.
Un cordial saludo Luis Sánchez.