Encontramos hoy en el diario El País un artículo sobre el uso educativo de los videojuegos: Pizarra, cuaderno... y consola.
Se vuelve a plantear, una vez más, la falta de interés de los escolares ante unos deberes rutinarios y poco motivadores. También se habla de que gran parte del profesorado permanece ajeno a toda cultura distinta de lo escrito.
Las reflexiones que se me plantean son las siguientes:- ¿Debemos seguir en la línea de ganar en motivación a costa de perder en "saberes tradicionales"?
- ¿Debe la escuela incorporar elementos ligados al ocio con el fin de mejorar el interés del alumno?
- ¿Hay diferencias entre un videojuego y otros elementos lúdicos que se han utilizado desde hace años en la educación, como las canciones, los cuentos o el cine?
- La inclusión de videojuegos con fines educativos, ¿sería un apartado dentro de la integración de las TIC en cada asignatura o debería existir una materia específica de cultura audiovisual?
Como se apunta en el artículo, los usos que conozco en secundaria son más bien escasos. He utilizado algunos juegos para apoyo de la ortografía o simplemente para practicar con el teclado. Quizá alguno de vosotros conozca experiencias más interesantes al respecto. También en Internet en el aula existe una discusión sobre esto.
Crédito de la imagen: www.flickr.com/photos/16226024@N00/280447370
20 comentarios:
YO creo que estamos perdiendo un poco el norte. Vivir es ir aprendiendo. Todos hemos aprendido cosas, unas más útiles que otras, tanto en la escuela como en nuestra casa, o con los amigos. Yo pertenezco a la generación del Spectrum. He jugado a los ordenadores desde que tengo ocho años (ahora 31). He tenido y tengo videoconsola y, ciertamente, hay juegos que son muy educativos e interesantes. Sin embargo, creo que no es la escuela el lugar para utilizar estos medios. Estamos responsabilizando a la escuela de la totalidad del proceso educativo de las nuevas generaciones. El niño tiene que aprender también en casa, en el parque, jugando con sus amigos. El instituto no es un lugar de ocio. Esta cultura en la que se relaciona aprender con divertirse está haciendo estragos. Una cosa es disfrutar de juegos como Imperium, que evidentemente enseñan costumbres, actitudes y cuestiones históricas a los jugadores, y otra estudiar la historia del imperio romano. Que puede completar el aprendizaje del niño es indudable, pero como lo puede completar también un tebeo o una película.
Durante algún tiempo he sido una entusiasta de los videojuegos, no de todos los tipos pero si de los juegos de simulación y las aventuras gráficas.
Dentro de juegos de simulación hay algunos que pueden ser muy ilustrativos: Civilización, SimCity, los Sims, Tycon, etc..
Por lo que se refiere a los juegos de similuación son juegos complejos, implican conjugar un montón de variables para hacer que la economía funcione: impuestos, fuentes energéticas, distribución de los espacios físicos, distribución del prespuesto a las distintas necesidades, y un largo etc.. Confieso que hay alguno que no he sido capaz de llevar a buen término. Cada una de decisiones, hacian evolucionar el juego de una determinada manera.
En ocasiones he pensado que los Sim podrían ser un medio de educar en determinados hábitos: tienen que trabajar, limpiar la casa, tienen que aprender para mejorar, tienen que hacer amigos... Quizás bien trabajados podrían dar de sí.
Existen juegos de simulación de empresas, se trata de hacer rentable un determinado negocio, pueden ser una excelente lección de gestión de empresas.
Yo les suelo pedir que cumplan algunos requisitos, como que el juego pueda ganarse usando la vía pacífica. Civilización lo admite, aunque también puede ganarse conquistando el mundo.
Las aventuras gráficas, si están bien hechas pueden ser un excelente incentivo para desarrollar la atención, las estrategias de resolución de problemas, pueden tan apasionantes como una novela, aunque decir esto en este blog pueda sonar a provocación. Recuerdos juegos como la saga de Myst.
Hay incluso una iniciativa que se ha lanzado a publicar vídeosjuegos para comprender los conflictos del mundo actual, los llamados juegos serios, uno de ellos dedicados al conflicto Palestino-Israelí, otro de esto videojuegos consiguió desencadenar una acción social solidaria con Dafur.
Los videojuegos, introducen emoción, sentimientos, que son mucho más permanentes en la memoria que los datos.
Ya sé que no todos son buenos ni positivos, nada lo es, quizás son una pequeña minoría, pero deberíamos abrirnos a esa posibilidad, como un recurso más, creo que se tiene o se ha tenido durante mucho tiempo una visión excesivamente negativa.
Hace tiempo que leo artículos sobre el uso educativo de los videojuegos en la revista "Comunicación y pedagogía". Lo hago para descubrir la llave de todos los secretos, es decir, para no alejarme de este mundo que desconozco y con el que no me identifico.
Lourdes Barroso habla de los Sims. Este año los he descubierto a raíz de la afición que sienten unas alumnas de 2º de ESO por este juego. Ahora bien, de ahí a saber qué hacer con el juego en clase hay un abismo en el que me precipito.
Si ya es difícil que los centros tengan una buena conexión, más lo es que los equipos tengan tarjetas gráficas que soporten la visualización de los juegos.
En fin, ¿lo cualo? (recuerdas)
Mi temor, Toni, y lo que a mí me resulta más problemático es lo que muchos de nuestros alumnos están haciendo: aprendiendo a jugar.
Quiero decir que hay juegos, videojuegos, páginas, enlaces perfectamente lícitos y perfectamente utilizables, pero siempre teniendo en cuenta que la Didáctica es la que tiene que orientar la utilización de todos esos recursos.
A tu pregunta, mi repuesta: sí, pero..., o sea, sí, según y cómo, es decir, depende..., no siempre, vaya.
Coincido con José Mari. No niego el valor educativo a algunos de estos videojuegos, pero no creo que el aula sea el lugar apropiado para practicarlo. Nos animan a incluir todo lo que los alumnos usan para el ocio en las clases, y no pienso que sea el camino. Hay muchas cosas que la escuela debe potenciar, y entre ellas está por supuesto el uso de las nuevas tecnologías. Pero de ahí a incluir la práctica con videojuegos en clase, media un abismo. Debemos tratar de despertar su atención y de que las clases sean interesantes y amenas, pero eso no significa que la escuela sea un lugar para divertirse y hacer lo que también pueden hacer fuera. Les estamos arrebatando a los niños algo muy preciado: la capacidad para divertirse e innovar fuera del aula. Dejemos que jueguen y usen la imaginación donde de verdad tienen que hacerlo.Y si algún videojuego es de verdad útil para unos contenidos en concreto, bienvenido sea. Como algo puntual puede funcionar, aunque el problema es que eso exige que nos llevemos horas en casa haciéndonos unos expertos en el juego en cuestión. No sé hasta qué punto merece la pena.
Desde mi punto de vista sí deberían intentar hacerse más amenas las clases ya que hay algunas que son un auténtico tostón..., pero tampoco hay que pasarse, porque al final solo pensaríamos en divertirnos y no aprender, y cuando hubiera que dar una clase totalmente teórica tal vez no habría forma de que hiciéramos caso.
Aún así, en 2º en tecnología para practicar con los documentos y aquello de modificar la letra y demás teníamos que coger un cuento de internet, resumirlo y al resumen hacerle todos los cambios. Y aprovechando esto, la profesora de lengua nos animó a que expusiéramos nuestra opinión junto con el resumen en la clase a los compañeros, y así mejorábamos tb nuestra forma de expresión. Nos lo pasábamos bien y aprendíamos.
Un saludo!
Nuestra ministra Mercedes Cabrera –gran defensora de estos “instrumentos”- ya animo a los docentes cuando se lanzo la Wii Música en el uso de las consolas para aprender a: "utilizar aún más estos nuevos lenguajes en su labor docente" .Aunque “"El salón de casa podría convertirse en el Teatro Real” ¿no tendremos que lograr que escuchen un concierto en el Teatro Real? Si el videojuego “permite al usuario tocar más de 60 instrumentos” ¿no es mejor la sensación de tener un violín en las manos o tocar las teclas de un piano?
¿Es lo mismo jugar un partido de tenis con tus compañeros al aire libre que dar mamporros contra la pantalla de televisión?
Señores, es mi modesta opinión, educar con las TIC pero ¡SIN favorecer el NEGOCIO de algunos y algunas empresas CON LA EDUCACIÓN!
Mi experiencia hoy, como tantos días, ha sido con cursos que están agrupados por niveles. Los hay desastrosos -la mayoría- y hay alguno de lujo. Me refiero a segundo de ESO. En este curso a que me refería en segundo lugar, cualquier método que utilice será fructífero. Hoy hemos hablado del sintagma nominal en función de sujeto y ha sido una clase interesante y aprovechada. En los demás cursos ha sido un fracaso absoluto. Con alumnos escolares cualquier sistema es bueno. La tecnología añade matices interesantes, pero el sistema tradicional -del que no me puedo salir por falta de medios- también. Los videojuegos se piensan para llegar a alumnos desmotivados -hay muchos- pero creo que en el momento que el vídeojuego requiera atención y reflexión, así como trabajo personal, dejará de ser atractivo para ellos. Creo que es un error plantear el aprendizaje como un juego. El acceso al conocimiento es algo más serio, lo que no está reñido con la amenidad. La tecnología es positiva, sí, pero con alumnos receptivos. Hay un pequeño porcentaje de alumnos inteligentes pero disruptivos, quizás para estos también. Pero hay un buen porcentaje de alumnos a los que es difícil llegar por ningún medio aunque los planteemos como vídeojuegos.
Mi respuesta es un rotundo SÍ. Estas mismas navidades he puesto en marcha un pequeño "experimento". Dado el gran número de alumnos de mi 3ºA que disponían de una consola Nintendo DS les propuse lo siguiente: cambiar una de las lecturas libres del curso (cada trimestre tienen que leer una antología elaborada por mí y un libro que ellos elijan) por una ficha de lectura sobre un videojuego.
Los videojuegos propuestos eran una serie de aventuras gráficas que conozco bien, ya que desde siempre he sido un apasionado a los videojuegos.
Lo cierto es que estas aventuras gráficas tienen tanto texto o más que muchos de los libros que ellos podrían haber elegido. Cuentan con historias interesantes, divertidas, inteligentes y llenas de enigmas que los alumnos deben resolver, con personajes interesantes y una estética cercana al cómic muy atractiva para ellos. Algunas plantean enigmas complicados, pruebas de lógica, temas éticos y soluciones que únicamente se hallan al leer y comprender muy bien lo que se está leyendo.
¿Por qué no darles a los alumnos la oportunidad de leer novelas interactivas? Todo ello, por supuesto sin olvidar los materiales tradicionales.
La medida fue acogida con sorpresa y extrañeza, pero pronto pasó a ser entusiasmo. He conseguido que mis alumnos lean y, al mismo tiempo, se han enganchado a un tipo de videojuegos que puede ser divertido y didáctico a la vez.
Si os interesa la experiencia podéis encontrar más información en mi blog. Recibo agradecido todo tipo de críticas, ya que soy un profesor "novato" y la opinión de los más veteranos me resulta de enorme utilidad.
Un saludo.
Yo sigo sin respuestas. Esta semana he empezado en 2º el tema estrella: el cómic. Pues este año hay total desinterés pues ninguno tiene el menor apego al género.
Con un bajón enorme, les he preguntado cuántos se consideran enganchados a los videojuegos y han respondido que sí el 90%. Me han entrado ganas de comprarme la Wii y la PSP… Nuetras TIC empiezan a quedarse obsoletas…
Vaya "temazo" Don Antonio. Muchas son las preguntas y diversas las
respuestas. Buen tema, da
incluso para un post.
El debate sobre si hay que aprender jugando o no, no es nuevo. Ya hace muchos años que se planteó esta cuestión. Antes, por su puesto, no estaban los videojuegos, ni había TICs presumiblemente motivadoras, simplemente se trataba de desmitificar el aprendizaje. Hoy estamos en las mismas. ¿Es todo jugar, o a veces, el juego hay que apartarlo y afrontar otros retos...?
Un saludo.
Estimado Antonio:
Hace unas semanas que sigo tu blog (en realidad, tus blogs, pues también he echado algún vistazo a los que mantienes junto a tus alumnos), y me parece que haces una labor estupenda. Soy escritor infantil, con toda la ambigüedad que la expresión conlleva, y a menudo visito Re(paso) de Lengua porque tus posts y los comentarios de tus seguidores me inspiran siempre temas y puntos de vista nuevos para escribir. Al fin y al cabo, los profesores sois los que mejor tomáis el pulso, creo yo, al imaginario infantil.
Bueno, no me enrollo mucho más. Sólo quería dejar constancia de que te sigo, y aportar algo yo también: Por eso te dejo aquí el link de un artículo sobre la disciplina en las aulas que quizá hayas leído pero que me parece que no habéis comentado. Salió en el dominical de El País de la semana pasada, al respecto de una noticia sobre un castigo polémico a una niña de Gerona que recogió en su día Abc. No sé qué opina vuestro gremio de los castigos y recompensas para los alumnos, y de dónde esta el límite entre un castigo "autoritario" y otro "constructivo". Bueno, aquí está por si te viene bien. Un abrazo (Ahí va, pues sí que me he enrollado):
http://www.elpais.com/articulo/portada/cara/pared/elpepusoceps/20090111elpepspor_3/Tes
Veo que el link no se ve completo. A ver si ahora sí:
http://www.elpais.com/articulo/
portada/cara/pared/elpepusoceps
/20090111elpepspor_3/Tes
José Mari: Un montón de cosas que aprendí por mi cuenta con el Spectrum me siguen sirviendo hoy día, mientras otras que veía en clase (por ejemplo, los diodos de válvulas) ya no existen. Quienes deciden las cosas importantes que hay que enseñar deberían darse una vuelta por el mundo de vez en cuando y poner orden en los currículos.
Lourdes: Gracias por la completa panorámica de juegos con valor educativo. Haría falta más información sobre esto, aunque creo que la aplicación sigue estando limitada a algunas áreas.
Lu: En los centros de secundaria sólo me cabe pensar en que los gabinetes de orientación dispongan de consolas para casos específicos; todo lo demás me parece ciencia-ficción tal y como está el patio.
Marcos: Moderación, mesura y sentido común, como siempre.
Elena: Esto necesitaría también cursos de formación del profesorado. Pero no sé si se atreverán a proponer un curso en el que los profes se echen unas partidas al Tomb Raider.
Cristinaa: Veo que recuerdas con aprecio aquellas clases más amenas. Lo difícil, como ya han comentado, es encontrar el equilibrio entre aprendizaje y entretenimiento.
Cascayu: Es fácil caer en la "educative innoveision" de la que habla Pôtachov, esto es dedicar recursos TIC desmesurados para seguir haciendo lo mismo.
Joselu: Inclusión, integración, etc. son palabras que suenan bien, pero a las que hay que dar sentido en la práctica diaria. Este tipo de actividades sólo las veo viables en grupos reducidos; en clases de veinte alumnos sólo tienen sentido cuando todos son buenos alumnos.
Raúl: Ya visité tu blog y me sorprendió el enfoque original de tus actividades. Creo que son caminos que hay que ir abriendo.
Patxo: Lo que cuentas del cómic me pasó a mí más de una vez con la publicidad. Es una pena que te esfuerces en desarrollar algo atractivo (que además pertenece supuestamente a su mundo) y que luego no sirva de nada.
Martín: Gracias por la referencia y por seguir el hilo.
Miguel: Creo que todo remite a la madurez del alumnado. El problema en las aulas de secundaria es que algunos están preparados para conceptos abstractos mientras otros apenas sobreviven a la alfabetización.
Viktor: Gracias por la visita y por el comentario. Supongo que alguien (quizá yo mismo) aceptará el reto de hablar de castigos y recompensas.
Yo tampoco lo tengo claro. Tengo una hija en 2º de la ESO, otra en 3º de primaria. Como los Reyes dejaron una Wii, la vuelta al cole se ha hecho dura. ¿Dejar la wii para hacer los deberes...? Es que no hay color.
Por supuesto, las clases deben enseñar una forma de acceder al conocimiento y de aprender que no es posible adquirir en otras situaciones. Me refiero a que el aula es el sitio donde se sistematiza el saber y se crean vínculos con la realidad en la que vivimos. Se necesita cierta disciplina intelectual y eso es precisamente lo que nuestro sistema educativo no propicia.
El problema es integrar los dos sistemas de acercamiento al saber (la palabra saber está proscrita... al aprendizaje, pues.): el lúdico y el científico.
Desde luego es todo un tema de reflexión.
Estimado Antonio
Tu post, los comentarios, y el artículo de El País me han hecho reflexionar.Creo que nosotros pertenecemos a una de las generaciones que más ha jugado. Pero me parece que deberíamos madurar y esforzarnos en enseñar a los niños a diferenciar entre el juego y otras actividades también necesarias.
He escrito algunas impresiones a raíz de ello.
Un saludo
Nintendo DS sacaba estas navidades en el Reino Unido un cartucho con 100 obras de la literatura inglesa, para poder leerlas desde este soporte. Es un ejemplo de buen uso de la teconología en el aula. Ahora, como dicen muchos de los aqui presentes, si ya tenemos problemas con el número de ordenadores, cañones, pizarras electrónicas... qué será con videoconsolas. Además, yo reivindico el mundo de puertas para afuera del centro como lugar para la diversión. Estaría bueno que me dijeran a mí a lo que tengo que jugar y cómo.
Se está olvidando la cultura del esfuerzo. Hay que preparar a los jóvenes para el futuro, y su futuro, si la crisis lo permite, es trabajar. Y trabajar no es algo que se haga por ocio sino por necesidad. Y muchas veces esa necesidad no tiene nada de divertido.
Creo que tocas un tema de gran actualidad. En poco tiempo lo estamos viendo en foros diferentes En un reciente congreso en nuestra Comunidad, Heziberri, los vídeosjuegos nos fueron presentados como una de las tecnologías de futuro que cambiarán la escuela.En realidad, estamos asistiendo a una revolución en la gestión de la información, en el acceso a la misma, pero también en la forma en que la interiorizamos y en que construimos el conocimiento. Las maneras de procesar la información, de construir el conocimiento están cambiando. No tenemos nada mas que ver las diferencias entre leer un libro y leer en la red. Las estrategias de lectura son totalmente diferentes, lo mismo sucede con la escritura.
¿El cambio es para bien? ¿Es para mal? No lo sabemos todavía pero la escuela no puede quedarse fuera de estas nuevas formas de acceder al conocimiento. Por tanto, vamos a explorar en qué y para qué nos pueden ayudar los videojuegos.
La revista AULA en su número de noviembre 2008 dedica un monográfico a los videojuegos y el aprendizaje. Hay siete artículos con reflexiones y experiencias muy interesantyes. Esta es la dirección para acceder a la versión online:
http://aula.grao.com/revistas/ficha.asp?ID=3&NUMERO=182
Hay juegos que son educativos en sí, como http://www.minijuegos.com/juegos/html/index.php?id=4672 para geografía, por poner un ejemplo. Después hay videojuegos que se pueden trabajar comentándolos luego, de forma oral o escrita, como los que se reúnen aquí http://carmebarba.wordpress.com/2008/01/03/jocs-jocs-i-mes-jocs/ o incluso en webs de juegos ordinarios, como http://www.3rdworldfarmer.com/ (me enganché) o el famoso del mc Donalds, en el que nunca ganabas. Por último hay juegos que no están pensados para ser usados educativamente, aunque se pueden aprovechar, como los de simulación. No se pueden meter todos en el mismo saco e imagino que las dudas y debate giran sobre los terceros, ¿no?
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