‘Si algún día me sucediese que, con una vida firmemente segura, pudiera escribir libremente y publicar, sé que tendré nostalgia de esta vida insegura en que apenas escribo y no publico’.Es una cita del Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa. Esta mañana me he enterado de que uno de los mejores blogfesores, admirado compañero y excelente amigo, Joselu, abandona (espero que de manera temporal) el oficio bloguero. Nos deja sin su palabra sabia y siempre reflexiva. Ya sé que no se acaba el mundo, pero confieso que, a raíz de esta orfandad, se ha apoderado de mí el desasosiego. Por eso he recurrido a Pessoa, quien me ha dado algunos antídotos literarios para tamaño mal:
‘Existe un cansancio de la inteligencia abstracta y es el más horroroso de los cansancios. No pesa como el cansancio del cuerpo, ni inquieta como el cansancio de la emoción. Es un peso de la conciencia del mundo, un no poder respirar con el alma’.
En el fondo, tanto en lo real como en lo virtual, nos toca lidiar con los trabajos y los días, y para ello nada mejor que seguir siendo grandes fingidores.








